Prólogo.

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—¡Vegetta! ¡Vegetta! Ya tengo los diamantes que me pediste—gritaba un emocionado oso mientras corría a dirección del oji-violeta—.

—Bien hecho Doblas.

Pero en eso Rubius detuvo sus pasos al ver que Willy ya se encontraba ahí de brazos cruzados mirandolo con bastante superioridad ya que él había sido el primero en llegar con Samuel para entregarle los diamantes que había pedido.

—No te molestes Rubius, que ya se los di yo—le guiño el ojo de manera burlona—.

El oso no pudo esconder su furia por lo que a paso firme se acercó a Willy dispuesto a darle con su espada mamadisima si no fuera porque Vegetta se puso en su camino evitando que avanzara.

—Tranquilo chico, puedo aceptar tus diamantes también—con su dedo pulgar limpio la mejilla sucia de Rubén—.

—S-si—al ver aquella acción un gran sonrojo apareció en sus mejillas mientras que a Willy le comían los celos—.

La escena de celos acabó pues ambos chicos ya se habían ido a petición de Vegetta que tenía que seguir construyendo su casa pero ¿para que los diamantes? Simple Rubius y Willy se ofrecieron en dárselos ¿Por qué? Pues verán. Desde que se fueron a vivir a Karmaland la falta de presencia femenina hizo que los chicos se gustaran entre ellos haciendo que Rubius y Willy se enamoraran de Vegetta.

Obviamente Samuel sabía de eso por lo que aprovecho para usarlo a su favor y así explotar a ambos chicos. Vegetta no tenía ningún interés romántico por ellos ya que conservaba su heterosexualidad intacta pero si los chicos estaban dispuestos a ayudarlo con lo que sea ¿quien era él para evitarlo? Luzu había hablado ya con el oji-violeta diciéndole que eso estaba mal ya que tarde o temprano las cosas iban a cambiar.

Amenazas vacías según Samuel pues sabía muy bien que esos dos siempre tendrían esa rivalidad, ¿Quién seria el afortunado de quedarse con el corazón de Samuel De Luque?

Rubius le contaba todo a Alexby quien no estaba de acuerdo pero sabía que por más que se lo explicara el oso no haría caso. Mientras que en el caso de Willy el que lo tenía que escuchar es Fargan quien ese si le decía una y otra vez cuáles son las intenciones de Vegetta pero como el amor vuelve tonto a una persona no hace caso ya que no lo ve de esa forma.

—Alexby ¿me estas escuchando?—Le picaba su mejilla a su pequeño amigo de manera molesta—.

—Si Rubius, te estoy escuchando—aunque no era verdad, estaba haciendo dibujos sin sentido en su mente—.

—Bueno como te estaba diciendo......

Pasando con Willy quien se encontraba en su casa hablando con enojo hacia Fargan sobre su escena de celos hace unas horas atrás.

—¡Le limpio la mejilla de manera cariñosa!

Fargan solo se limitaba a rodar los ojos o asentir con la cabeza a toda palabra dicha por su amigo.

—¿No será por qué prefiere a Rubius?—grave error decir eso, la mirada asesina de Willy le penetraba el alma—.

—No digas esas tonterías, es obvio que Vegetta me prefiere a mi solo que no quiere romper el corazón de Rubius.

Mientras tanto con Vegetta se había tomado un pequeño descanso de construir su casa ya que hacer una isla flotante al igual que una mansión no es nada fácil y más cuando lo haces sólo. Salió a su jardín para acostarse en la amaca que tenía a un costado de su casa mirando el cielo azul.

—Pero que bello día hace pero con un calor horrible.

Miró su inventario topandose con ambas bolsas llenas de diamantes, las sacó para así contar los diamantes de uno por uno solo para matar el aburrimiento. Había algo que diferenciaba los diamantes de Rubius con los de Willy.

Los de Willy se encontraban perfectamente limpios y ordenados simétricamente. Pero los de Rubius estaban todos sucios aventados apenas cabiendo en la bolsa eso quiere decir que Willy trajo los diamantes de su casa mientras que Rubén fue a minar hasta encontrar una buena cantidad de diamantes dignos para Samuel.

—Ese par de cabezones.

Tal vez no sentía amor por ellos pero si una gran amistad al igual que cariño pero al parecer no lo suficiente como para no aprovecharse de ellos. Al terminar de contar volvió a guardar todo en las bolsas correspondientes para levantarse y seguir construyendo su casa.

—Son tontitos—habló antes de ponerse a construir con una cínica sonrisa en su cara—.

💚 Rubirex 💚 ~Dos es mejor que tres~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora