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El día paso demasiado rápido con ambos aun sentados en el sillón mirando la televisión todavía no se atrevían a tocar el tema de lo que pasó en el pueblo hace unas cuantas horas cuando Rubius se estaba quedando dormido Willy se movió un poco para levantarse del sillón haciendo que el oso se despertara por completo.

—Listo, ambos tenemos la cabeza fría y estoy dispuesto a hablar.

—Justo cuando tengo sueño, eso no es justo—se talla los ojos dejando salir un gran bostezo—.

—Lo sé pero sabías que es mejor así.

—Tienes razón—también se levanta del sillón tronando su espalda—.

A pesar de que para ellos el problema ha no era tan grande sabían que tenían que solucionarlo porque en un futuro eso podría traer problemas y en todo el tiempo que han estado saliendo han tenido más problemas que nada. De hecho ya han hablado varias veces en terminar pero es algo que ninguno de los dos quiere.

—No tenía intencion pedirle matrimonio a Lolito.

—Entonces ¿por qué lo hiciste?

—Bueno.... —suspiro pesadamente sacando la cajita abriéndola—Estaba prácticando para pedírtelo a ti.

Rubius se quedó completamente sorprendido con las mejillas sonrojadas por la sorpresa de su chico amado pero eso también ya lo habían hablado varias veces ocasionando muchas discusiones por lo mismo.

—Willy, ya sabes lo que pienso.

—Pero de verdad quiero pasar el resto de mi vida contigo.

—Y lo haremos pero sabes que no me gusta el compromiso.

—¡Pero lo hice especialmente para ti!—sus ojos notaban tristeza—.

Eso le había calado el corazón de Rubius pues sabía muy bien las intenciones de su amado novio y las apreciaba con todo su corazón por lo que verlo de esa forma es bastante doloroso.

—Pero, puedo aceptar el anillo—toma el anillo y se lo pone—Me queda bastante bien.

—Te ves hermoso con ese anillo—le besa la mano junto con el anillo—.

—Ahora yo mandare a hacer uno para ti—entre enlaza sus dedos con los de Willy para darle un dulce beso en los labios—.

El albino no dudo ni un segundo para corresponderle el beso tecostandolo en el sillón poniéndose arriba de su osito, se separo un poco del beso para así atacar su cuello dejando nuevas y lindas marcas.

—Desde hace tiempo quería tocarte—una de sus manos bajo hasta el pantalón de Rubius—¿Puedo tocar aquí?

—Ahg~ pu-puedes tocarme donde quieras.

—Me gusta como suena eso—metió su mano por debajo del pantalón junto con el bóxer comenzando a tocar el miembro inactivo de su novio—.

Los gemidos que Rubius soltaba en la oreja de Willy lo hacía estremecer bastante, con tan sólo escuchar su dulce voz diciendo su nombre lo hacía ponerlo duro. El pantalón del albino comenzaba a apretarlo pero primero tenía que satisfacer a su osito.

Rubius se dio cuenta de eso alejando a Willy para ahora ser él quien se encontraba arriba del albino con una sonrisa de oreja a oreja.

—Es mi turno de complacerte.

—Sorprendeme pequeño oso.

Torpemente las manos de Rubius fueron hacia el pantalón de Willy desabrochando los botones al igual que bajaba el cierre, se relamio los labios cuando se deshizo del pantalón junto con el bóxer dejando expuesto el activo miembro de su pareja.

Se acercó besando la punta del glande al igual que le daba varias lamidas mientras escuchaba los roncos jadeos de el albino dándole a entender de qué lo estaba disfrutando. Pasó a segundo nivel metiendo la mitad del miembro ajeno a su boca llenándolo de saliva.

Willy se sentía en el cielo al sentir como su pequeño Willyrex se encontraba en un lugar bastante caliente y húmedo, además de que ese lugar es la boca de su amado osito.

—Nhg~—Tomo los rubius cabellos de Rubius para meter un poco más su miembro a la boca ajena—.

El oso se atraganto un poco al sentir como Willy metió todo su miembro a su boca pero no le reclamo nada al escuchar el gran gemido de placer. Aumentó la velocidad de sus chupadas al mismo tiempo que lo masturbaba.

Antes de que el albino llegara a su límite quito a Rubius de su miembro para sentarlo en su regazo y así poder besar sus labios, mientras lo besaba Willy aprovechó para quitar las prendas de su parte inferior dejando expuesto su lindo y redondo trasero.

Algo que el albino no dejar pasar de largo tocandolo como si fuera la cosa más maravillosa del mundo a lo que también aprovecho para meter su dedo bruscamente en la entrada de su novio haciéndole sacar un fuerte gemido de dolor.

—¡AHG! ¡Willy!—le regaña Rubius—.

—Shhhh.... Sabes que el mio te va a dolor más.

Esas palabras pusieron demasiado sonrojado a Rubén haciendo que desviara la mirada haciendo un puchero, Willy vio la oportunidad perfecta metiendo el segundo dedo pudo ver la hermosa expresión de su osito.

—No exageres—se burló mientras movía sus dedos en forma de tijeras—.

—A-ahg~ ca-callate~—cerró los ojos disfrutando de la sensación—.

Después de que su entrada ya se encontraba bastante dilatada era tiempo de llegar al paso tres, levantó un poco a Rubius para que el oso alineara el miembro ajeno en su entrada y así lo hizo por lo que comenzó a bajar de poco a poco siento como entraba en el callando los fuertes gemidos que amenazaban con salir.

—No te calles que nadie además de mi puede escucharte.

—Ahg~ e-ese es el pro-problema nhg~—se quedó quieto para acostumbrarse al dolor—.

Después de unos tortuosos minutos para Willy, Rubius comenzó a moverse de arriba hacia abajo de forma lenta ambos soltando varios gemidos por parte de ambos sintiendo como el calor junto con la lujuria recorría ambos cuerpos. Haciendo que la sensación fuera mucho más placentera.

—M-muevete más rápido, osito.

—Ahg~ S-si.

Y eso hizo, con apoyo de Willy quien lo tenía tomado por las caderas aumentaron la velocidad de las embestidas escuchando las pieles chocar junto con los grandes y fuertes gemidos por los dos amantes.

Willy tomo con una de sus manos el miembro de Rubius para así masturbarlo con rapidez haciendo que su osito se sintiera en el mismo cielo al igual que el albino.

Pero como nada dura para siempre el límite de ambos estaba por llegar al orgasmo de la mejor forma posible y antes de que se dieran cuenta Rubius se corrió manchando la mano de Willy eso hizo que el albino también se corriera pero este en el estrecho interior de su osito llenándolo todo. Ambos se detuvieron con la respiración bastante agitada al igual que sus cuerpos llenos de sudor.

El olor a sexo se encontraba por toda la habitación, con cuidado Willy salió de rubius para sentarlo a su lado del sillón y así poder abrazarlo. Que importa que los dos se encontren desnudos solo quieren pasar así mas tiempo, compartiendo de su felicidad mutua.

—¿Esto es lo que se llama sexo de reconciliación?

—Así es osito.

—Me gusta.

💚 Rubirex 💚 ~Dos es mejor que tres~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora