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Los meses habían pasado volando tan rápido co un abrir y cerrar de ojos, nuestros enamorados se la habían pasado tan bien juntos que hasta Rubius abandono su hogar para vivir con Willy quien obviamente aceptó la idea.

Como todo estaba saliendo tan bien el albino quería dar otro gran paso me imagino que saben a lo que me refiero, obviamente le quería pedir su mano para ahora si poder compartir el resto de su vida a su lado pero lo que Guillermo no sabía es que a su querido Rubén no le gustaba la idea de casarse ya que tenía la mentalidad de que una ceremonia como la boda no era necesaria para demostrarse cuanto se aman al igual de que estarían juntos para siempre.

—Willy, cabezón que te va a decir que no.

—Pero Vegetta ya tengo el anillo ¡míralo!—abre la cajita en donde se encontraba el anillo—.

—No puedo negarlo Guillermo, es hermoso—sonrie bastante feliz—.

Pero mal momento pues Alexby había llegado a la casa de Willy encontrándose con el mencionado pidiéndole ¿matrimonio? ¡¿A Vegetta?! El chaneque se quedó sorprendido al ver que los problemas nuevamente estaban por comenzar.

—Perdón por interrumpir.

—No, ¡No Alexby!—Willy salió corriendo detrás de él tomándolo por los hombros—.

—No quiero estar involucrado otra vez—suspiro pesadamente el oji-violeta—.

Habían llevado a Alexby a la sala pues tenían que contarle lo planeado que tenía Willy para Rubius porque mientras más, mejor o eso es lo que creía el albino y así fue le contaron todo lo que tenía en mente.

—En primera eso es de un viejo video de Youtube y en segunda te dirá que no.

—¡Verdad! Eso es lo mismo que yo le dije—Alexby y Vegetta chocaron los cinco—.

—No me estas ayudando en nada—se quejo cruzandose de brazos—.

No podian dejarlo así tenían que ayudar a su albino amigo para evitar el gran y rotundo NO de Rubén pero ¿como le harían para que aceptara?

—Fácil, que alguien le apunte con un arco a la cabeza mientras tu te le declaras.

Todos voltearon a ver a quien dijo eso topandose con Lolito quien había aparecido sentado a un lado de Willy.

—¿Como entraste a mi casa?

—Lolito siempre tienes malas ideas—entre cerro los ojos Vegetta—.

—Por favor deja de ser un psicópata—se escondio detrás de Vegetta temblando un poco—.

Lolito los miro confundido de porqué tanta agresividad a su buen alcalde pero de algo estaba completamente seguro y es que sus ideas ya no serían escuchadas por su buen amigo Willy.

Pasaron las horas y Vegetta junto con Alexby fueron a casa de Rubius para comenzar a lanzarle indirectas al oso sobre la propuesta de Willy mientras que el albino lo esperaría en el pueblo junto con Lolito para que no salir huyendo mientras sus nervios estaban a tope también aprovecharía para seguir prácticando y así que todo saliera sumamente perfecto.

Los dos pelinegros ya habían logrado sacar a Rubius de su casa pues se negaba ya que quería estar todo un día de flojera pero hoy no sería ese día tenían algo preparado que hacer. Quería descansar tanto que se había ido a su antigua casa para que nadie lo molestara pero al parecer eso no fue así.

—Ya joder, diganme ¿por qué tanto interés en ir a pueblo?

—Calla cabezón, solo espera.

—Si—risas de delfin—Creeme que valdrá la pena—.

No le quedó de otra más que aceptar ir al pueblo pues si sus amigos le decían que valdría la pena.

De mientras en el centro del pueblo de nuestra querida Karmaland Lolito y Willy se estaban mirando de frente, el peli-naranja no tenía expresión en su rostro mientras que el albino estaba temblando con las manos sudorosas.

Se inco frente a Lolito mostrándole el anillo que mandó a hacer para su osito con una sonrisa demasiado gigante.

—¡¿TE CASARIAS CONMIGO?!

Los tres chicos habían llegado a la escena topandose con esa sorprendente escena, Vegetta y Alexby no podían creer lo que había escuchado volteando instantáneamente a Rubius quién tenía la mirada agachada.

Willy y Lolito se quedaron en shock al ver que Rubius había llegado en el peor momento posible, por fin habían acabado los problemas como para que ahora iniciaran nuevamente por otro mal entendido.

—¡OSITO! E-espera—se levantó rápidamente acercándose a Rubius—Por favor, no es lo que piensas.

—Lo que pienso es que le pediste matrimonio a Lolito—dio media vuelta viendo a sus dos amigos peli-negros—¡¿Pará eso me trajeron?!

—¡No! Doblas, no es así.

—Vegetta tiene razón Rubius, no fue por eso.

El oso a paso rápido se acercó a Lolito hechando humo por todos lados, al tenerlo de frente lo tomó por el cuello de su camisa acercandolo a su rostro.

—No se que es lo que trames maldito psicópata pero te voy a dejar algo bien claro.

—Adelante Rubius, dímelo.

—Ese chico, es mío no voy a dejar a alguien como tú me lo quite—lo suelta haciendo que se cayera sentado en el pasto—.

Volvio a dar media vuelta caminando a toda velocidad hacia donde se encontraba Willy para tomarlo del brazo y así poder resolver las cosas solo ellos dos, el oso también estaba harto de que en sus discusiones siempre haya terceros en la conversación, por una vez en toda su relación quería resolver algo solo ellos dos.

Una vez dentro de la casa Rubius le soltó el brazo dándole la espalda con los brazos cruzados esperando una explicación por parte de su novio.

—¿Y bien?

—¿Bien qué?

—¡¿No me vas a contar lo que pasó?!—se giro bastante exaltado—.

—Oh eso—le resto un poco de importancia, no tenía ganas de pelear—.

Al escuchar el tono de voz que utilizó Willy sabía que no tenía ganas de discutir lo que significaba que de verdad no era lo que estaba pensando, vio como el albino se sento en el sillón, Rubius hizo lo mismo recargando su cabeza en el hombro ajeno tendrían que esperar hasta mañana para que todo estuviera con calma y así poder hablar para solucionar este mal entendido porque así no se iban a quedar las cosas.

💚 Rubirex 💚 ~Dos es mejor que tres~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora