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Wooyoung resopló. No le gustaba mucho ir a la casa de Yeosang, era su hermano, le quería mucho pero no le gustaba que viviera solo sin ninguna compañía salvo el mismo por estas situaciones.

Cerca de su casa no crecía nada de vegetación y los animales no se acercaban a no ser que quisieran acabar chamuscados, normalmente la ceniza cubría el suelo y hací a bastante calor pero ahora lo único que había por el suelo eran aquellas llamas azules que sentía que le debilitaban poco a poco.

- ¿Wooyoung? ¿Yunho? ¿Qué hacéis aquí?

- ¡Yeo! ¿Qué ha pasado?

- No lo se, aparecieron de la nada y no puedo apagarlas.

Ambos le siguieron hasta dentro de su casa, normalmente llena de antorchas que iluminaban el lugar con una tenue luz roja que ahora había sido sustituida por una fría luz azul.

Se sentaron y se pusieron al día, hacía tiempo que no se veían, le contó todo lo que había pasado con Crowley aunque cuando quiso enseñárselo había desaparecido. Y el le contó que había conocido a un íncubo y que le había echado antes de que pudiera hacerle nada.

Yeosang odiaba a los demonios, les echaba la culpa de la muerte de Kyle, su mejor amigo, desde entonces se había encerrado en sí mismo y raramente le veían a no ser que quedaran los cuatro hermanos para ponerse al día.
Hongjoong llegó al rato sin el demonio.

- Son llamas demoníacas, los elfos dicen que también les han aparecido al igual que en el bosque de Wooyoung.

- ¿Podéis hacer algo con ellas?

Yunho y Hongjoong asintieron, juntando sus manos recitaron un hechizo y las llamas empezaron a atenuarse.

- En un día habrán desaparecido, pero te recomiendo que te quedes en otro sitio, te drenarán la energía si no.

- Puedes quedarte en mi casa. - Dijo Wooyoung, recibiendo una afirmación.

[...]

Después de varias horas, Wooyoung salió a pasear, volviendo a encontrarse con Crowley por el camino y divisó a un chico durmiendo plácidamente bajo un árbol.

- Eh... No deberías quedarte dormido aquí, últimamente a los duendes les gusta mucho robar a la gente.

Seonghwa alzó la vista y miró extrañado a Wooyoung por su vestimenta, llevaba una capa verde que le cubría un ropaje blanco con flores doradas y en su cabeza había un gato negro con una pata blanca. San.

Wooyoung le invitó a su hogar y Seonghwa asintió interesado por conocer a la víctima de su rey, pero nada más entrar en su casa se vio acorralado en la pared por nada más ni nada menos que el hombre que conoció en aquel pueblo, el mismo que le había rechazado.

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⏰ Última actualización: Jun 07, 2020 ⏰

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An ode to the forest ; woosan. // PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora