Cap. 6
~Narra Zara~
Adbel y yo íbamos camino de regreso, pero de un momento a otro, empezamos a oír quejidos...
Idénticos a los que había escuchado la noche que apareció Adbel...- ¿Oíste eso?... ¿O fuí yo quien se imagino aquel quejido? Preguntó el parando en seco.
- Sí, lo escuché... ¿Crees que deberíamos acercarnos? Dije mirándolo e intentando no tener miedo.
Cosa que era casi imposible para mí.
- Yo opino que s... Dijo pero fue interrumpido por algo que salió de la nada y cayó en frente de nosotros.
Automáticamente Adbel se puso alerta y me colocó detrás de él...
Y al observar mejor, no se trataba de algo, sino de alguien...
Sí, era una persona la que se quejaba y cayó justo al frente de nosotros, sinceramente esto no podía ser más extraño.Adbel y yo nos fuimos acercando claramente a la persona que estaba tirada en el piso (en un pésimo estado, para ser sinceros)...
- Se ve muy mal. Susurré para que el extraño no escuchará.
- Pase lo que pase, si él se pone agresivo quiero que corras lo más rápido que puedas, ¿Ok? Dijo casi inaudible y sin dejar de ver a la persona tirada en el sucio suelo.
No dije nada, simplemente lo único que sentía era miedo y curiosidad por la escena que mis ojos veían.
Una persona casi muerta tirada en el suelo (digo casi porque luego de varios segundos no se escucharon los quejidos de la persona).
De un momento a otro ya estábamos frente a frente de aquel chico.
Sí, era un chico que no pasaba de los 21 años...Y luego ocurrió.
El chico que luchaba por mantener sus ojos abiertos reconoció de inmediato a Adbel...
Eso fue lo que me dejó más desconcertada.
- Ad...bel. Dijo en un murmullo algo débil.
- Vamos hay que llevarlo al campamento y curarlo. Fue lo único que salió de los labios del chico que se encontraba a mi lado.
Solo asentí y ayude a levantar a el chico misterioso junto a Adbel.
Los dos íbamos llevando a aquel extraño camino a dónde estaban nuestras cosas.
El camino fue muy silencioso, lo único que se podía escuchar era la respiración de aquel chico moribundo...
Tenía tantas preguntas que rodaban una y otra vez por mi cabeza; pero no pregunté, sentí que no era el momento adecuado y menos llevando el peso de una persona sobre tus hombros.
Pasaron unos minutos u horas (no estoy segura), pero a lo lejos notamos que allí se encontraban nuestras cosas.Apenas llegamos, colocamos al chico en un tronco, e inmediatamente me dirigí a buscar mi botiquín.
Luego de un rato, ya le había limpiado todas las heridas que tenía en su cuerpo.
- Ya está despertando. Dijo Adbel mirándolo.
Por si se lo preguntan, sí. El chico se había desmayado una vez que llegamos al campamento improvisado que teníamos.
Voltee a ver a Adbel, y ciertamente, él chico se estaba sentado en el tronco dónde lo habíamos dejado, así que le dí un poco de agua y algunas galletas que tenía guardadas.
Él solo se limitó a agradecer, no decía nada. Me imagino que era porque estaba confundido y, a lo mejor, asustado.
Estaba a punto de preguntarle a Adbel que ¿De dónde se conocían? Pero una voz muy familiar me interrumpió.
- ¡Hey! Supongo que también escucharon el grito y por eso están aquí, ¿Cierto? Dijo Adila con la voz entrecortada.
- Así es, pero me temo que él único que no ha llegado es Anthony. Dije preocupada porque todos estábamos reunidos menos él.
- Lo más probable es que ya venga de regreso. Dijo aquel chico que aún desconocía.
- ¿Y tú quién eres? Esta vez fue Noah quien hablo en un tono dominante y seco.
- Soy Cristian. Respondió si más.
Ese nombre me resultaba familiar, pero no recordaba dónde lo había escuchado.
- Él es uno de mis amigos, también vinimos a este bosque pero luego no sé que nos pasó. Intervino Adbel, viendo a mi hermano.
- ¿Entonces, ese grito fue tuyo? Pregunto Adila curiosa.
- ¿Qué? No, en el estado en que me encontraba no podía ni gritar. Respondió Cristian desconcertado.
En ese momento creo que todos nos quedamos atónitos con la respuesta de Cristian.
Y un montón de preguntas se acomularon en la cabeza.
Si no fue Cristian, entonces...
¿Quién fue?
¿Por qué gritó?
¿Y si fue Martha?
¿O Anthony?La última pregunta fue la que me dejó más desconcertada y nerviosa fue la de Anthony, ¿Y si alguien le hizo algo?
Seguía atormentándome con aquellas preguntas, hasta que por fin pude hablar.
- Hay que buscarlo. Anthony, él no pudo haber desaparecido, él no fue el que gritó. Dije alterada y al borde de un ataque de pánico.
- Tranquila Zara, lo encontraremos. Al igual que a Martha. Dijo Noah abrazándome.
- Mejor comencemos a buscarlos, no quiero que nos agarre la noche aquí. Dijo Adila medio nerviosa.
Todos menos Cristian, salimos en busca de Anthony y Martha, o de alguna pista que nos guíe hasta su paradero.
Noah y Adila se fueron caminando por la misma dirección que Anthony había tomado minutos antes de desaparecer.
Mientras que Adbel y yo fuimos en dirección contraria...
~Narra Noah~
Adila y yo íbamos caminando mientras que gritábamos en nombre de Anthony al ver si aparecía.
Pero no hubo respuesta al principio.
Así duramos durante un buen tiempo hasta que Adila se paró en seco.
La miré y ella estaba totalmente pálida y sus ojos demostraban terror.No dije nada, simplemente la miré; hasta que ella simplemente señaló lo que estaba mirando...
Al voltear pude sentir como me puse igual de pálido que ella.
Adila apenas salió de su trance lo primero que hizo fue alejarse y vomitar por tal atroz escena.
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~.𝔏𝔞 𝔡𝔢𝔰𝔱𝔯𝔲𝔠𝔠𝔦𝔬𝔫 𝔡𝔢 𝔩𝔬 𝔲𝔰𝔲𝔞𝔩.~
Random'''Prólogo''' Uno de los viajes más curiosos y recelosos en la vida de estos 5 (cinco) jóvenes. Se terminó convirtiendo en una de sus más terroríficas y misteriosas experiencias al descubrir el gran secreto que aquel lugar escondía... ¿Quieres averi...