Pétalo 4

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La pequeña Haruno seguía sin poder creer lo que Itachi acababa de decir, ¿acaso era posible que alguien se fijará en ella de esa manera?

Aquello hizo latir muy rápido su corazón.

Sin embargo aún tenía miedo de haber malinterpretado sus palabras.

- Etto... pero.. ¿eso que tiene que ver con los celos de.. Sasuke-kun?

El Uchiha sabía muy bien que aquella no era la pregunta que quería hacerle, pero decidió responder.

- La razón por la que mi hermano está celoso de ti, es porque pasó mucho tiempo contigo, Sakura...

- Pero...

- Pero lo que realmente querías saber, es si lo que dije es cierto ¿verdad?

Asintió.

- Lo que dije es verdad, yo últimamente pasó mucho tiempo contigo porque me gustas, cerezo.

Una enorme sonrisa apareció en el rostro de la pequeña, la cual tímidamente le susurró al oído.

- Tú.. también me gustas, Itachi...

Antes de besar su mejilla y salir corriendo.

________________________

- Así que finalmente el gran Itachi Uchiha, se ha enamorado.

- Fue inevitable...

Después de aquello, el azabache se había encontrado a Kakashi, quién llevaba varios días pidiéndole una explicación.

- Entonces... ¿qué harás?

- No lo sé, en verdad quiero pedirle que salgamos como ya sabes... una pareja pero ella aún es algo joven...

- Pues vaya lío en el que te has metido, jamás creí que te gustarían menores.

Se burló el Hatake.

- Nota: En este tiempo, Sakura tiene 8 e Itachi 12 años. 🍂

- ¡Mierda, Kakashi! deberías darme un consejo, en lugar de reírte.

- No soy la persona indicada para hablar sobre estos temas ¿sabes? Pero creo que al menos deberías hablar con ella.

- Supongo que tienes razón...

A la mañana siguiente, el azabache decidió visitar a la pelirosa para hablar sobre lo que había pasado.

Llegó a la residencia Haruno y Mebuki se sorprendió al verlo ahí.

- Itachi-san, ¿qué te trae por aquí? Es un gusto verte de nuevo...

- ¡Buenos días! Perdón la molestia, pero quería hablar con Sakura, es algo importante.

- Ya veo, en un momento la voy a buscar... por lo mientras pasa y ponte cómodo.

Minutos después, una Sakura adormilada apareció en la sala y se asustó al ver al chico que había robado su corazón en su propia casa.

- Itachi, ¿qué haces aquí?

Finalmente se había dado cuenta que aún seguía en pijama y no se veía para nada decente en ese momento.

Sin dejarlo responder, subió corriendo a su habitación y se arregló rápidamente para bajar.

- Deberías haberme avisado que vendrías.

Se cruzó de brazos.

- Eres hermosa de cualquier manera, Sakura. No debes preocuparte por eso.

Aquel comentario no pasó desapercibido por Mebuki, quién se encontraba con una enorme sonrisa detrás de la puerta al saber que su hija, tenía a sus pies al heredero del Clan Uchiha.

- Etto... mi madre me dijo que querías hablarme de algo importante...

Aún sentía sus mejillas arder después de aquel comentario, pero sabía que no podía desmallarse cada que el azabache le dijera algún cumplido.

- Es verdad... yo quería pedirte algo muy importante.

- ¿Qué cosa, Itachi?

- Sakura Haruno, ¿te gustaría ser mi novia?

*Dentro de la mente de Sakura*

- ¡KYAAA! ¡Ese muchacho guapo quiere salir con nosotras!

- ¿Quién rayos eres tú?

- Mi querida Sakura, yo soy tú pero puedes llamarme inner

La pelirosa la miró con confusión.

Era cierto que eran muy parecidas, pero no entendía como es que jamás la había visto en su vida.

- Etto, ¿y tú cómo llegaste aquí?

- A decir verdad, no lo sé... se supone que yo debería aparecer entre tus 12 y 13 años, pero aquí estoy. Así que dime ¿qué has estado haciendo jovencita?

La pequeña niña de 8 años se volvió un tomate y después de unos segundos comenzó a contarle a su yo, sobre Itachi y lo mucho que le gustaba él.

Su inner la miró divertida, pero decidió darle un consejo.

- Si haces lo que te dije, te prometo que no volverás a verme hasta que cumplas 12.

Se despidió de ella y en un segundo desapareció, dejando a la vista a un preocupado azabache.

*De vuela a la realidad*

- Sakura, ¿te encuentras bien?

Suspiró pesadamente y sonrió.

- Itachi, tú me gustas mucho pero ¿no crees que somos demasiado pequeños para ser novios?

El azabache quedó atónito ante su respuesta.

- ¡Es verdad! Lo lamento...

Comenzó a rascar su nuca con nerviosismo y buscó en su mochila una pequeña bolsa con semillas de flor de cerezo.

- Sakura, hace mucho compré esto y ahora quiero dartelo. Son semillas de cerezo y ahora son mi promesa de que cuando finalmente florezcan, seremos lo suficientemente grandes para que te presente formalmente como novia ante mi Clan.

En aquel momento, si muchos creían que el sharingan tenía un tono increíblemente rojizo, la cara de la Haruno no tenía comparación.

- Es una promesa entonces.

La pequeña niña lo abrazó y él azabache correspondió su abrazo.

- Esperaré el tiempo que sea para estar juntos, mi cerezo.

En tu mirada. ~ItaSakuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora