Las travesuras de Natsu

Postre

Fairy Tail, como siempre, estaba en medio de una pelea de gremio a gran escala. Rara vez había un momento en el que una pelea entre dos personas de Fairy Tail no se ramificara, llevando a todos los magos del gremio a la refriega. Como era de esperar, la pelea comenzó con Gray y Natsu cuando uno se atrevió a mostrar su cara frente al otro. Erza estaba sentada en la barra con una expresión sorprendentemente indiferente mientras comía su postre favorito. La pelirroja siempre había odiado sus peleas, pero a medida que pasaba el tiempo, sabía que tratar de evitar que ocurrieran era un ejercicio inútil. Decidió que mientras no se volvieran demasiado destructivas o interfirieran con su propia persona, las dejaría en paz.

Mientras lo sabían, Natsu y Gray eran demasiado estúpidos para su propio bien. Los dos magos lanzaron puñetazos y hechizos sin control hasta que Natsu golpeó a Gray, enviándolo al otro lado de la barra y destruyendo el pastel de Erza en el proceso. Por un momento, Erza se sentó allí, mirando el lugar donde hace sólo unos momentos, su pastel había descansado pacíficamente. Natsu prácticamente pudo ver aparecer un aura oscura desde el interior del mago de pelo escarlata. "Natsu..." Comenzó, luchando por mantener su ira dentro.

"¿S-sí Erza?" Preguntó Natsu con indecisión.

"¡¿Qué te he dicho acerca de meterte con MI PASTEL?!" El repentino arrebato hizo que Natsu se agachara aterrorizado.

"¡No fui yo! ¡Gray es el que ha estropeado tu pastel!"

"¡¿Y quién es el que lo mandó a volar por el bar y a destruir mi pastel?!" Natsu no dijo nada. "¡¿Y bien?!"

"¡Lo siento, Erza! ¡Te compraré uno nuevo!" Natsu exclamó, seguro de que acababa de encontrar una forma de salvar su vida.

"¡No es lo suficientemente bueno!" Erza dijo con los brazos cruzados.

"¡Te compraré dos!"

"¡No es suficiente!" Erza había invocado una espada en sus manos, cada vez más impaciente.

"¡Te invito a la cena y al postre!"

Erza entrecerró los ojos, pero mantuvo su espada lista para golpear. "Sigue hablando".

"¡Te cocinaré lo que quieras y te haré mi propio pastel de fresa!"

Erza le miró con recelo, pero aún así guardó su espada. "Muy bien, Natsu, pero ten en cuenta que si tu comida no es perfecta, te castigaré más severamente de lo que puedas imaginar. Tenlo listo para las nueve de la noche." Dijo con una sonrisa aterradora.

Natsu sintió que el color se le escapaba de la cara. "¿Qué te gustaría comer?" Se las arregló para preguntar a través de su completa petrificación.

Erza se dio la vuelta y se fue. "Sorpréndeme". Con eso, se fue a castigar a Gray que estaba actualmente inconsciente y siendo atendido por Juvia.

Natsu permaneció quieto durante los siguientes momentos hasta que su mente procesó todo a lo que se había sometido. Cuando se dio cuenta de lo jodido que estaba, el dragón slayer gritó tan fuerte como pudo y corrió a través de las puertas del gremio, dirigiéndose al mercado de Magnolia para comprar comida e ingredientes con seguido de Happy lo mejor que pudo.

Natsu decidió hacer un filete miñón con espárragos a la parrilla como plato principal. Era obvio que su postre tendría que ser un pastel de fresas. Natsu compró suficientes ingredientes para hacer más de diez pasteles para Erza, con la esperanza de que cuantos más pasteles hiciera, más misericordia mostraría Erza.

Natsu comenzó a preparar los ingredientes tan pronto como pateó la puerta. "Happy, ¿puedes empezar con la masa de la tarta?" Gritó. "¿Happy?" No podía ver a su amigo felino en ningún lugar de la cocina. Natsu salió de la cocina en busca del gato azul sólo para verle haciendo una maleta con nada más que pescado. "Happy, ¡¿qué estás haciendo?!"