Capítulo seis: si tan sólo pudiera

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Terminaron de comer, y Elisabeth se quedó hablando con un chico que se acercó a ellas. Tenía el pelo despeinado, los ojos azules y pelo negro oscuro. Iba muy elegante, cosa que era rara en el sitio en el que estábamos y mucho menos en aquel bar. Tenía una corbata roja y un traje. Estuvieron charlando, mientras que Bianca decidió salirse.

Se quedó pensando en lo que podría hacer. Pero siempre intervenía esta palabra: si tan sólo pudiera. Si tan sólo pudiera ser libre. Si tan sólo pudiera saber lo que es ser feliz. Nunca lo había sido ni nunca lo seré. Y ahora estaba diciendo de embarcar un viaje sin nada de dinero con una chica que si lo tiene y cada una totalmente distintas. Pensaba que era una idea de locos. Pero luego se paró a pensar que lo normal es aburrido. Lo aburrido y normal. Pero ser diferente es único. Lo que ella no sabía, es que ella era totalmente diferente y nunca común. Es solidaria, lista y amable. Todo lo que uno quisiera tener. Sólo le hacía falta ser feliz y tener a gente que supiera darle esa felicidad que siempre ha necesitado. Sin tan sólo supiera quién, o quiénes, o qué le haría feliz, después de todo su sufrimiento, sabría lo que es amar o querer a alguien por primera vez. El amor ella nunca lo ha experimentado, es una magia inexistente para ella. Si quizás pudiera ser feliz... Se preguntaba. Hasta que salieron Elisabeth y ese chico tan arreglado. Ahí ya se le fueron las preguntas y empezaron a conocerse.

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⏰ Última actualización: Jun 27, 2020 ⏰

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