Porque todo ocurría sin que él pudiera darse cuenta, una rosa crecía lentamente en sus pulmones. Que con sus raíces envolvía sus venas, que con sus espinas desgarraba su garganta, que con sus pétalos blancos y carmín manchaba sus labios. Mientras de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¿Esto era un castigo? ¿Será que había hecho el mal en su vida anterior para en su nueva vida recibir el mismo trató? Él lo sabia, sabia que todo sus sentimientos estaban tan desordenados en su interior por una sola persona, por su amor unilateral, el cual poco a poco le hacia perder la poca cordura que le quedaba, mínima, un hilo al punto de romperce. No faltaba mucho para eso.
¿Lograría sobrevivir hasta que todos sepan de su estado? o... ¿debería de simplemente rendirse y valorarse? habían tantas preguntas rondando sin frenar en su cabeza, que debería hacer ¡¿que?! no podía soportarlo un minuto mas, sus sentimientos simplemente harían explotar su cabeza, su razonamiento estaba decayendo así como cada uno de sus sentimientos.
¿Esto era amar?
Porque en vez de ser aquel hermoso sentimiento de lo que presumía su inocente hermana, era una enorme maldición que poco a poco acababa con el. Hermosa como los pétalos de una rosa, pero dolorosa como las espinas de esta misma. Escarlata, aquel que salia poco a poco de su interior, su garganta suplicaba misericordia, al igual que sus ojos, al igual que su voz, al igual que su mente... al igual que su corazón.
¿Esto era amor? ¿tan doloroso como las espinas de las rosas? ¿tan hermoso como sus pétalos?
¿Tan lindo y puro como los sentimientos de un niño?
No se arrepentía, quizás era su sonrisa la cual lo motivaba a seguir con ese sentimiento creciendo en su interior... porque después de todo... Hinata amaba a Kenma, mas que así mismo, mas que a cualquier cosa.
Solo quizás... por él, Hinata seguía en pie.
Sí, solo por él.
Se culpaba todas las noches, un amor que poco a poco rompía con su ser, lo acababa lentamente, de manera hermosa, pero dolorosa. No se arrepentía, Hinata amaba a Kenma. Su sonrisa, sus ojos, sus mejillas, hasta el mas mínimo detalle en su interior, por dentro, por fuera, por los costados, por su espalda, sea donde sea, Hinata lo amaria.
Porque él le trajo felicidad.
Kenma le trajo felicidad.
Quizás por su sonrisa.
Quizás por su personalidad.
Después de todo
Kenma era su felicidad y su dolor en persona.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mm, no sé si allá sido de su agrado este mini Capitulo, quise plasmar los sentimientos de Hinata, porque, la historia literalmente trata de los sentimientos de Hinata con respecto a su amor y esa enfermedad.
Hinata está confundido, le queda muy poca cordura, así que no se me alteren si encuentran algún disparate dicho por nuestro prota. Hay que entenderlo.
Los siguientes cap van a ser más largos para más interacción de personajes, creó que hoy mismo vendré con otro.
