fourth special.

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L'histoire de Chewy, une chow chow exceptionnelle.

Chewy era un chow chow muy afortunado que por un tiempo se pensó ser el perrito más desafortunado del mundo. Había nacido en una gran camada de una perra de una familia que no quería más perros. No dudaron en echarlos a la calle cuando dejaron de depender de su madre; muchas personas habían adoptado a sus hermanos pero nadie había reparado en Chewy, era el más pequeño y débil de su camada, sus hermanos no le permitieron tomar la leche necesaria de su madre así que se veía bastante enfermito. Cómo si su suerte no pudiera ser peor, gracias a una fuerte tormenta la caja que le protegía se rompió y ya no poseía un techo dónde estar.

Estuvo vagando por las calles del Valle de Godric y se refugio en una casa abandonada. Pasó una semana cuando algo entró en la casa, pensó en huir pero ya era tarde: un lobo algo debilitado estaba frente a él. Se imaginó a sí mismo muerto, ya había pasado por mucho así que el lobo, por más débil que estuviera, podría matarle si así lo quería, pero aquello no pasó. El gran lobo se transformó en una persona que lo tomó en brazos y acarició.

— Hola pequeño, ¿estás sólo?— Le preguntó desganado y el chow chow ladró levemente, quejándose—. Ven, te voy a dar algo de comer.

Bajaron juntos a la cocina de la casa y lo dejó en el bar de la cocina mientras buscaba algo para que pudiera darle al cachorro.

«¿Vivirá aquí?», se preguntó Chewy.

— No, está no es mi casa. Sólo vengo a verla de vez en cuando a ver si regresa... Olvídalo—. Dijo Remus entregándole un poco leche en polvo que había preparado y un trozo de pan que había dejado ahí.

«¿Regresar quién?, ¿usted cómo se llama?», preguntó comiendo el trozo de pan y tomando la leche.

— Un amigo y me llamo Remus, un gusto—. Le sonrió y todo se quedó en un silencio, a excepción del mascar o beber del cachorro—. Que ironía, justo aquí encontré a Soleil años atrás...

«¿Soleil?» Ladeó su cabecita con confusión mientras comía.

— Una niña muy linda, en cinco días cumplirá 10 años pero aún no le tengo...— Se detuvo como su hubiera tenido una revelación—. Oye amiguito, ¿tienes familia?

«No, estoy sólo. Me dejaron en una caja» ladró tras tomar la leche.

— ¿Te gustaría tener una familia?

«¡Sí! Me encantaría», ladró moviendo la cola emocionado.

Conozco a una chica amable y linda que le encantaría tenerte de mascota, a ella también la dejaron sola de bebé—. Dijo Remus y el chow chow ladeó su cabeza con curiosidad—. Ella estaría dispuesta a cuidarte y te daría mucho cariño.

«¿Qué hay de usted, Remus?»

— Yo no puedo cuidarte pequeño, no tengo un trabajo estable y tengo que vigilar constantemente está y otra casa por aquí, sobrevivo con lo poco que gano y el apoyo que me da un buen amigo—. Mencionó Remus—. Pero iría a visitarlos de vez en cuando y tendrás una casa muy grande, sólo te pido a cambio que la cuides, es una chica especial.

El pequeño Chow chow se lo pensó un momento, podría tratar de convencer al desaliñado hombre frente a él quien ya demostró no hacerle daño o podría decidir aventurarse a conocer a la niña. Comió en silencio, a Remus parecía importarle mucho para pedirle que la cuide y decir que era especial; además también había sido abandonada cómo él.

«Acepto», ladró el chow chow «¿Cuándo la conoceré?».

— En cinco días pero tenemos tres días para tratar de arreglarte lo mejor posible, iré a escribir una carta, termina tu comida—. Con esas palabras Remus se retiró momentáneamente de la cocina.

Behind LimerenceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora