La relation de Jeannie et Draco.
Draco había dejado de hablar con su padre y ahora era él quien ignoraba los Slytherins que se arrepentían de su comportamiento, él había cambiado gracias a varias platicas, con alguno que otro golpe de parte de la niña a él, de Soleil, sin embargo no fue la única que participó en el cambio del chico. Hermione Jean Granger fue su verdadero motivo para cambiar. El año pasado se había puesto celoso de que una hija de muggles lo superase en todas las materias, a excepción de vuelo en escoba, cuando él había nacido en el seno de una rica familia de sangre pura y había recibido educación del mundo mágico desde que aprendió a leer y escribir. Había pensado que su gran rival sería solo la mismísima nieta del director, Aurora Soleil Calíope Dumbledor Lovelace. Sabía de primera mano los rumores que rondaban sobre la niña y la gran presión que tenía sobre sus hombros, pero él había pensado que tendría un año de ventaja antes de enfrentarse a ella. Sin embargo su vida dio un giro cuando Hermione apareció siendo una gran bruja a su edad ¡él no había contemplado esa posibilidad! ¡Ser derrotado por una sangre sucia no era lo que sus padres le habían advertido que podría pasarle! Y, como si las cosas no pudieran salirle peor, su nueva amiga, Soleil parecía llevarse sumamente bien con Hermione y le exigía que fuera amable con ella y sus otros amigos.
Sin embargo tenía que agradecerle, de no haber sido por ello no se habría dado a la tarea de investigar y conocer a Hermione, quién terminó siendo una fantástica chica independiente, segura, inteligente y en ocasiones tierna. Vaya, pensar que ignoraba todas las virtudes por sus celos desmedidos creados por sus inseguridades y miedos a no ser lo que su padre deseaba. Gracias a la ayuda de Soleil fue que comprendió que su miedo ya era real y que no estaba mal, él no tenía que ser lo que su padre o los demás esperaban de él, él sólo tenía que ser él mismo y sentirse seguro y orgulloso de ello. Le costó mucho entenderlo y sentirse seguro, pero al juntarse con las personas adecuadas pudo abrir los ojos y ser él mismo, tenía el apoyo de su madre y no necesitaba nada más.
Aquel era un día especial, después de haber resuelto el conflicto de la cámara secreta y que Hermione despertara, Draco se decidió, le pediría a Hermione que fuera su novia. Se encargaría de protegerla y cuidarla, se había sentido pésimo cada día que Hermione pasó petrificada y no estaba dispuesto a perderla. Aunque tenía el conocimiento de que todos sus amigos estarían ahí para ser espectadores del suceso, después de todo, ver a una Gryffindor y un Slytherin ser pareja no era para nada comun. Sin embargo no tenía ni la menor idea de la curiosa escena que se llevaba a cabo a unos arbustos de distancia de dónde él y Hermione estaban.
Harry tuvo que cubrir la boca de Aurora para evitar que gritara de la emoción, cuando vió que Draco había besado a su mejor amiga luego de entregarle un ramo que Hannah le había recomendado regalarle. Cabe aclarar que, entre todos ellos, la que más sabía sobre relaciones amorosas era Hannah, pues admiraba los libros y las películas de romance. Por otra parte, Ginny miraba mal a Harry y haló el brazo de Soleil para abrazarla bajo la confusa mirada de Harry que pronto se volvió algo molesta al ver a la pelirroja besar la mejilla de Soleil a lo que la castaña rió, no se había percatado quien había sido o porque lo habría hecho aunque supuso fue alguno de sus amigos o Haz en un intento de calmarla, no le dió importancia y continuó absorta viendo a Draco y Hermione.
— ¿Por qué el ramo, Drac?— Dijo la mayor tomando la mano de Draco mientras acercaba el ramo a su rostro y aspiraba el dulce aroma de las flores.
— Bueno, hoy es una tarde especial, es nuestra primera cita después de que te despetrificaron—. Comento Draco acariciando la mejilla de Hermione.
— Cierto, había olvidado ese detalle.
— Aunque no es la única razón.
— ¿Ah no?
— No, te tengo una sorpresa que realicé con ayuda de nuestros amigos—. Dijo sonriente—. Pero para eso tendrás que esperar.
— Jo, ¿para qué me dices si me harás esperar? Eres cruel Drac—. Se quejó dispuesta a darle un golpecito a Draco pero el Slytherin fue más rápido y sujetó sus manos, acercándose a su rostro.
— Yo tuve que esperarte por semanas hasta que despiertes, sólo espera un poco más.
Hermione suspiró antes de besar a Draco, se separaron sonrientes, empezaron a comer sus dulces favoritos que Soleil, había tomado de las cocinas para hacer del momento algo romántico y dulce, según sus propias palabras. Pasó un rato en el que estuvieron comiendo los dulces y Draco puso a Hermione al corriente de lo que pasó cuando estuvo petrificada antes de que, finalmente, tomara el valor necesario para realizar lo que quería hacer en esa cita.
— Herms—. Dijo captando la atención de Hermione que no dudo en voltear a verlo—. Ya es hora de tu sorpresa—. Sonrió, de su túnica sacó un caja que le había pedido a su madre que le compraste después de explicarle todo en una carta que Calíope inspeccionó, para su buena suerte, su madre fue bastante comprensiva y le entendió perfectamente, apoyando a su hijo.
Hermione miraba la cajita con una mezcla de curiosidad y emoción en los ojos. Draco le extendió la cajita mientras volvía a hablar.
— Estoy seguro ya te diste cuenta y sabes de esto pero me gustas. Me gustas tanto que me sentí débil al verte petrificada, me sentí impotente por no poder hacer nada más que esperar a que despiertes, no sabes lo feliz que fuí cuando despertaste. Después de una plática con Callie (donde advierto, descubrí que tiene mucha fuerza), que tome valor para decidir lo que voy a hacer hoy.
Hermione le miraba atentamente, sus mejillas estaban tomando un suave tono rosa y sonrió. Estaba a punto de hablar pero Draco lo impidió, colocando su índice en sus labios.
— Quiero que sepas lo importante que eres, sé que haz notado que ya no me dejaré manipular por mi padre y, con todo eso en mente quería preguntarte si ¿quieres ser mi novia?— Finalizó entregándole el collar.
Hermione estaba estupefacta, miraba impresionada el collar y a Draco antes de jalar la mano del mismo y abrazarlo al tiempo que le besaba. Luna y Soleil dieron pequeños saltitos emocionadas. Ron tuvo que sostener a Luna mientras Hannah calmaba al emocionado Chewy que estuvo a nada de delatarlos, y Harry y Ginny tenían una batalla de miradas mientras sostenían a Soleil.
— ¡Sí!— Gritó al separarse.
— Zycie, ahora—. Susurró Aurora a su fénix que se alzó al vuelo empezando a entonar un dulce canto.
El momento era hermoso, Hannah se limpió una lágrima imaginaria mirando con orgullo a la nueva pareja y Chewy correteaba alegre, si bien está vez no tuvo oportunidad de hacer de cupido realmente no lo necesito, sus tíos fueron más inteligentes y rápidos que sus padres.
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Behind Limerence
HumorHe aquí la compilación de los capítulos especiales, escenas eliminadas, entrevistas y datos curiosos de Limerence.