El Inicio

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Vaya, así que decidiste quedarte

Habló Lincoln que había aparecido de la nada ante Leni, Patricia, Sandra y María. Las cuatro chicas se encontraban jugando un juego de mesa en el salón principal

María corrió a abrazarlo, Leni se puso de pie y sonrió, Patricia se arrodilló ante él y Sandra se notaba un tanto nerviosa

Patricia: lo siento amo, me dejé llevar por la situación, le ruego me perdone

Lincoln: no es necesario, además cumpliste con tus deberes, esta bien relajarse debes en cuando

Patricia: se lo agradezco amo

El albino dirigió su vista a Sandra

Lincoln: eso también va para ti, hemos terminado con el entrenamiento hace dos días y aún así deseas seguir mejorando, respeto eso

Sandra: s-si, gracias maestro - ella se había sonrojado

Lincoln: tenemos mucho de que hablar, Leni

La rubia trató de acercarse para abrazarlo pero sobre el abdomen de Lincoln aún seguía aferrada la pequeña María con una mirada comparable a la de un gato salvaje cuidando a sus crías

Lincoln: esta bien María, ya puedes soltarte

La pequeña obedeció de mala gana

Lincoln: por cierto, aún no terminas con tus tareas ¿verdad?

María: no, solo estaba descansando un poco y después vi que ellas estaban jugando y...

Lincoln: esta bien, no estoy enojado, pero debes terminarlas ahora

María: si

Lincoln: Patricia, puedes encargarte de ella

Patricia: como ordené amo

Patricia tomó del brazo de María y se la llevó por la fuerza, Sandra las siguió para ayudar a Patricia en caso de que tratara de escapar, así dejando a los dos a solas

Lincoln: bien, que tal si hablamos en un mejor lugar

Lincoln comenzó a caminar y Leni lo seguía aún lado suyo

Leni: esas tres chicas son realmente divertidas y se ve que se llevan muy bien, y sabes, me recordaron un poco a nuestras hermanas

Lincoln: si, pienso lo mismo

Leni: sabes, yo tenía mis dudas sobre venir aquí, no le dije a nadie porque sabía que no lo permitirían, se que se enojaran y me verán como una traidora, pero yo se que valdrá la pena si hay paz

Leni: yo... se lo que están planeando, las chicas y muchas personas más quieren derrotarte, se que es lo que harán, así que prometeme que si te lo digo, las detendras sin hacerles daño, por favor

El albino se detuvo por un momento, y tras pensar unos segundos habló

Lincoln: dime, ¿porque debo de creerte?

Leni: yo... eh

Lincoln: es broma, acabo de recibir un informe telepático de que interceptaron a un grupo de rebeldes comprando armas y reclutando gente

Leni: entonces, ¿me creés?

Lincoln: no lo suficiente, pero al interrogar a uno de ellos y confirmar lo que dices será suficiente y todo terminará sin nadie herido

Leni: ¡gracias! se lo diré a las demás chicas

Leni con una sonrisa en su rostro dio media vuelta y estaba por irse corriendo a dar la noticia, pero fue detenida por Lincoln

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