EPÍLOGO

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- Con esto ya lo tengo todo, gracias Chris.
- De nada, pasadlo bien - sonrió mi cuñado.
- ¡Gracias! Hasta luego - me despedí de Chris y me giré hacía mis hijos que escuchaban expectantes.
- ¿Papá? - dijo Mía sin entender.
- Mañana a primera hora va a venir el tío a por vosotros, para pasar el fin de semana. Yo le voy a hacer una sorpresa a mamá, para que descanse un poco - sonreí guiñándole el ojo.
- ¿No podemos ir? Mamá dijo que iba a hacer mi comida favorita este fin de semana... - dijo Miguel, como siempre, pendiente de la comida.
- La tía te lo preparará, vuestra madre está pendiente de todo y todos durante todo el día, necesita descansar un poco y pensar solo en ella.
- ¿Vas a llevarla al parque para que juegue? - dijo Ana Pau.
- No mi amor, voy a llevarla a un spa.
- Yo también quiero spa - dijo Emiliano.
- No sabes que es mi amor - reí yo - además, es un spa para papás, ahí no pueden entrar los niños. Pero el domingo volveremos.
- ¿Cuando se lo vas a decir a mamá?
- Está noche cuando vuelva de comprar, solo me quedaba hablar con Chris para ver si era posible quedarse con vosotros.
- Pero no cabemos en su coche... - dijo Mía.
- Se quedará con el de mamá y nosotros iremos en el nuestro. De momento es secreto, no podéis decir nada ¿vale chicos?
- Si papá - dijeron todos.

La puerta se abrió en ese momento dejando a Annie entrar llena de bolsas y con la cabeza pegada al hombro sujetando el teléfono mientras hablaba con alguien.

- Ya he dicho que no, eso no puede ser así. Si quiere hacer el curso bien, que no, buscaré a otro... Nosotros le enseñamos todo, no puede venir ahora como una diva del baile - me saludó con los ojos y dejó las bolsas en la cocina - No, es un impresentable, ese no - suspiró mientras todos nos acercábamos a vaciar las bolsas - me da igual lo que diga, Víctor no está preparado, Alejandro lo está, pero dile que no se suba tan pronto, podemos encontrar a alguien mejor por mucho menos dinero... - rodó los ojos y dejó un casto besó en mis labios, desapareciendo hacia la habitación.

***

- Traigo yo el postre - dije sonriendo - ¿venís conmigo? - les dije a mis hijos.
- Si, si, si, si, si - empezaron todos.
- Pero... - empezó Annie pero la corté.
- Es que hicimos un postre especial, tú espera aquí.

Cuando fuimos a la cocina saqué un pastel que había comprado para todos en el que ponía un mensaje para Annie. Todos fuimos sonrientes al comedor mientras ella nos miraba con miedo, dejé el postre delante de ella.

- Nos vamos mañana - leyó - ¿eh? - me miró sin entender.
- Tú y yo, nos vamos mañana a un spa, te lo mereces.
- ¿Y nos niños? ¿Y la casa? Había comprado todo para la comida favorita de Miguel...
- Nosotros nos vamos con el tío Chris - dijo Mía.
- Y por mi comida no te preocupes, la tía me lo hará.
- Y la casa puede esperar - dije yo - necesitas un descanso, no paras. Necesitas pensar más en ti, dejarte llevar...
- En ese caso... - sonrió - supongo que tengo que preparar la maleta.
- Ya está todo listo, necesitas empezar a descansar, ahora mismo.

Recogí todo mientras Annie pasaba tiempo con los niños, riendo y jugando. Llevamos a los pequeños a la cama mientras Mía se iba por su cuenta a dormir, en realidad estaban emocionados por pasar el fin de semana con sus primos. Cerré la puerta de la habitación y cuando me fui a dar la vuelta Annie me atrapó entre su cuerpo y la puerta, comenzando a besarme con intensidad. Rápidamente se subió a mi y yo la llevé hasta la cama. Caímos los dos riendo y los dos paramos para mirarnos fijamente.

- ¿Te he dicho alguna vez la suerte que tengo contigo?
- Mientras estés siempre a mi lado ambos tendremos suerte - dije antes de volver a besarla y hacerla mía.

FIN
❤️

¡¡¡¡MIL GRACIAS POR LEER, NOS VEREMOS PRONTO EN NUEVAS HISTORIAS!!!!

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Siempre a tu ladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora