Olor a vainilla [Jack Conway]

3

Emma entraba en su casa para cambiarse de ropa para salir con los chicos. Se dirigió hacia la ducha nuevamente para después volver a salir envuelta en su toalla. Luego se dirigió a su armario para después sacar un vestido y sus converses negras de bota. Se desmaquilló y volvió a maquillarse muy sencilla. Miro su reloj y eran las nueve de la noche había quedado con los chicos en un bar a las nueve y cuarto. Se miro al espejo y salió por la puerta de su casa.

Emma cogió su coche, al ser mini rosa iba captando las miradas de todo el mundo. Llego al bar donde todos estaban ya en la puerta, aparcó y se bajo del coche viendo como todos sus compañeros la observaban. Se dirigió con una sonrisa hacía donde estaban todos y saludo a todos con un beso. El bar era exclusivamente para ellos, pues el superintendente no iba a permitir que si se emborrachaban los viera toda la ciudad.

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Emma observaba la divertida escena que andaba presenciando. Todos los policías se encontraban con altos niveles de alcohol en sangre. Menos ella. Ella no bebía, no le gustaba el sabor del alcohol pero si que se divertía de ver a todos sus amigos borrachos haciendo el tonto por el bar.

No has bebido nada— Conway se acercó a Emma haciendo que esta lo mirara negando

No bebo— contestó la morena sonriendo viendo como Conway si bebía

¿Cuantos años tienes?— preguntó Conway a Emma quien lo miraba con una sonrisa divertida

Tengo veintiocho años— respondió Emma mirando al peli negro

Guau, solo te saco 11 años — dijo Conway haciendo que Emma arqueara una ceja y sonriera con los labios juntos— Tengo 39 años por si no lo has pillado— dijo alargando las vocales

Si lo he pillado tranquilo— dijo Emma soltando una carcajada haciendo que Conway sonriera a la par

¿Y estas soltera?— preguntó Conway haciendo que Emma se erizara ante tal pregunta

Si que lo estoy— respondió Emma con una sonrisa, viendo como Conway se tambaleaba ante ella Emma río—¿ Quiere que lo lleve a casa superintendente?

Llámame Conway— dijo

De acuerdo Conway, vamos que le llevo a casa— respondió Emma haciendo que Conway echara un brazo por encima de ella y salieran andando del bar— A los demás les he pedido un taxi

Conway asintió y dio dos pasos hacia atrás cuando vio que tenia que subirse en un coche rosa palo descapotable.

No me voy a subir en un coche rosa— dijo alargando las palabras pero Emma con mucho cuidado comenzó a meterlo suavemente

¿Donde vive?— pregunto Emma cuando se subió al asiento del piloto.

Que me tutees coño— se quejo Conway— que no estamos en el trabajo

¿Donde vives superint..... perdón... Conway?— dijo Emma

Conway se durmió sin antes llegar a contestar, por un lado pensó en coger la cartera y mirar su dni para saber su dirección. Pero por otro lado supo que esa era su intimidad, solo se le ocurría la opción de llevarlo a su apartamento así que eso hizo.

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Emma consiguió acostar a Conway en su cama, quien había subido las escaleras prácticamente durmiendo. Cuando dejo al chico que le sacabas mas de 30 cm de altura en la cama, Emma suspiró y salió al salón, acomodándose en el sofá y quedándose completamente dormida.

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Amanecía en Los Santos, Conway comenzó a abrir los ojos encontrándose en una cama que no era la suya y vestido con ropa casual. Se sentó rápidamente y se vio en una habitación blanca con ciertos cuadros en tonos rosas, dandole color a la habitación. Conway se echó la mano en la cabeza al notar un dolor punzante en ella, miró la mesilla y vio una foto de Emma con un pastor alemán. ¿Que hacia en casa de Emma? Abrió la puerta y vio como en el sofá se encontraba Emma durmiendo. Se quedo un rato mirándola y suspiró al ver lo guapa que estaba ahí acostada. Vio como Emma comenzaba a abrir los ojos y se rasco la nuca sin saber muy bien que hacer. Poco a poco estaba recordando todo lo que paso anoche y se moría de la vergüenza. Emma se sentó en el sofá mirando a Conway con una risa divertida acompañada de un bostezo.

¿Como estas Conway?— pregunto Emma levantándose hacia la cocina para coger un vaso de agua

Bien, supongo— Conway estaba confuso— Anoche.... esto— Emma miraba divertida la confusión de Conway

¿Anoche que?— pregunto Emma haciéndose la dura bajo la mirada del superintendente, se apoyo en la isla de la cocina quedando en una pose chula

¿Paso algo?— preguntó Conway haciendo que Emma reprimiera una risa

Uy si ¿no se acuerda?— contestó Emma haciendo que Conway empezara a palidecer— Es usted un fiera en la cama— Emma guiño su ojo derecho, al ver como la cara de Conway la miraba intentando huir de la situación Emma estalló a carcajadas— No paso nada superintendente, usted se puso muy mal, no me dijo su dirección y le tuve que dejar mi cama para dormir

El superintendente suspiró, le hubiera encantado que esa noche hubiese pasado algo con Emma, estaba loco por estar entre sus piernas. Pero si no se acordaba no quería que eso hubiese pasado.

Me visto y le llevo a su casa— le dijo Emma

No hace falta, voy andando— dijo Conway recordando el coche rosa

Pero si no me cuesta nada— hablo esta vez Emma con una sonrisa.

Vale pero pones la capota— pidió Conway haciendo que Emma soltara una carcajada y entrara a su habitación dispuesta a cambiarse.

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Mientras Emma conducía, pasaba varias miradas observando a Conway quien con solo escuchar su voz podía hacer que ella perdiera toda su calma. Y lo atractivo que era también hacia que ella no pudiese despegar su mirada de el. Mordió su labio captando la atención de Conway, y esta volvió a mirar al frente viendo que el semáforo ya estaba en verde.

Es ahí— señalo Conway y Emma estaciono su coche justo enfrente de donde había señalado Conway. Emma miró el gran edificio donde vivía Conway. — ¿Quieres subir?

Emma al oír esa pregunta comenzó a ponerse nerviosa y negó con una sonrisa.

Lo veo en comisaría superintendente— se despidió Emma