Ofrendas de amor

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////Ichigo/////

Después de una noche bastante movida, me remuevo a duras penas intentando alejarme de Grimmjow que me tiene aprisionado entre sus fuertes brazos y que apenas siente que quiero escapar, aprieta más el agarre rozando su nariz contra mi nuca y gruñéndome al oído a manera de decirme que no me vaya. Posesivo de primera. Y bueno, realmente no mintió cuando dijo que no podría volver a caminar.

—Pantera feroz, los bebés me necesitan. —se queda quieto un momento, dándome otro beso y finalmente soltándome. Sonrío y le acaricio el rostro antes de acercarme como puedo hasta nuestras panteritas que mueven sus manitas y piernitas, haciendo ruidito y llamándome ya que tienen hambre y necesitan ser cambiados.

Pero en cuanto siento un horrible dolor que me golpea todo el cuerpo y ni qué decir la espalda baja, me hago una nota mental de que no debo seducir a Grimmjow, bueno, al menos no después de que había pasado tanto tiempo desde la última vez que lo hicimos.

Cambio a las panteritas y les doy de comer mientras miro a su padre totalmente desnudo y durmiendo plácidamente a pesar de sus heridas. Una vez que logro levantarme veo a Grimmjow despertarse y también pararse para vestirse.

—¿Buenos días? saludo divertido y él me voltea a ver perdido, despeinado y adormilado tomando mi rostro y dándome un pequeño beso para luego seguir arreglándose. —¿Estás bien? —le pregunto a mi marido.

—¿De qué hablas? ¿No me folle tu culo seriamente candente toda la noche? No podría estar mejor. —ruedo los ojos, pero sonrío viéndolo colocarse sus collares y demás.

—¿Vas a algún lado? —cuestiono al ver tanto arreglo de su parte.

—A la prueba de mi vida. —contesta intrigándome.

—¿Eh?

—¿Me pintas? —pide.

—¿Qué?

—Ya sabes, la cara, pero no de payaso.

—No, sí entendí eso, pero ¿Cuál prueba de tu vida? Ya la pasaste y ahora Kokuto ni nadie podrá molestarlos. Grimmjow sonríe quitándose sus vendajes del pecho y abdomen y pasándome los frascos con pintura vegetal.

—¿Me pintas o no? Si lo hago yo solo, quedaré como idiota más que como salvaje. —no me queda más que asentir, pero de alguna manera me siento algo preocupado, ¿De qué prueba habla Grimmjow? No tengo la menor idea.

Le pinto un par de rayas horizontales a lo largo de la frente y los ojos hasta arriba de los labios de color azul, negro y rojo mientras él respira hondo, mirándome determinado y hasta cierto punto muy valiente, no sé cómo describirlo, tiene este brillo y coraje que no logro entender.

—¿Pantera feroz?

—Tranquilo Kurosaki, no fallaré y si lo hago no me daré por vencido hasta lograrlo.

—¿Qué? ¿Pantera feroz de qué se trata esto? Grimmjow les da un beso a nuestros hijos para luego salir. De inmediato lo sigo, deteniéndome en cuanto acaricia a Kiba que dormía afuera de la puerta, para luego seguir su camino.

Vuelvo a seguirlo mientras todos en el clan nos sonríen y saludan conforme avanzamos. Papá y mis dos hermanos, más toda la familia incluido Aizen y los padres de Jugram ya están reunidos desayunando cuando llegamos al centro del clan. Una vez más nos dan una buena y cálida bienvenida y yo sonrío al verlos a todos reunidos..

—¡Pantera feroz, Ichigo, vengan a desayunar! —dice papá.

—¡Ichigo! —Tensa me saluda emocionado, cargando a su hijo mientras yo le sonrío sintiendo a mis propios bebés moverse alegres en mi espalda, cuando miro a Grimmjow acercarse a papá.

Almas Gemelas (GrimmIchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora