Definitivamente volveré

477 62 52
                                    

///Byakuya///

Me bajo de mi caballo viendo que he llegado a un inmenso y enorme bosque. Según el mapa, la tribu de Renji no queda muy lejos de aquí, pero estoy demasiado cansado para seguir, será bueno que descanse. Me siento sobre un tronco caído sacando de entre mis cosas un pedazo de pan y queso, más una manzana, lo último que me queda. Me dedico a comer en completa oscuridad, escuchando el cantar de los grillos y las cigarras más otros animales que desconozco.

Me decido a prender una pequeña fogata, agradeciéndole al cielo que me queden un par de fósforos. Miro una y otra vez el pequeño mapa, para luego tirarlo al fuego y observarlo consumirse. Ya estoy cerca y no puedo perderme, en todo caso, si Renji me rechaza no me atrevería a regresar a la ciudad. Después de todo, mi padre se ha ido con Coyote Starrk y yo estaría completamente solo.

Cabeceo sintiendo que el sueño se apodera de mi, cuando de repente escucho un ruido bastante extraño entre la maleza. Miro que los arbustos se mueven inusualmente asustándome un poco, ¿Qué hay ahí? Me asomo un poco, sorprendiéndome al sentir algo filoso contra mi cuello y una respiración en mi nuca. Tiemblo escuchando palabras que desconozco, mirando como salen a mí alrededor un montón de salvajes con lanzas y arcos apuntándome.

—¿Qué haces aquí blanco? ¿No estás muy lejos de la ciudad? —trago saliva organizando mis ideas y tomando valor.

—¿Ustedes son del clan del fuego? —pregunto.

—¿Cómo nos conoces? ¿Qué quieres? —el hombre musculoso y de cabello gris me empuja agresivamente contra un árbol tomando mi rostro con rudeza. —¿Qué quiere un tipo cómo tú en estas tierras? ¿Quieres apropiarte de ellas? ¿Deberíamos hacerte desaparecer?

—¡No! No, yo sólo vengo a ver a Renji.

—¿Renji? —cuestiona con dureza.

—Sí, alto, pelirrojo y con tatuajes por todo el cuerpo.

—¿Cómo lo conoces?

—En la ciudad, ahí lo conocí.

—Renji definitivamente estuvo en la ciudad, ¿Eres su hembra o algo así?

—¡No soy una hembra! ¡Soy un hombre!

—Por tu aspecto seguro que eres uno de los que pueden concebir. —se burla y yo me molesto, dándole un manotazo y apartando su mano de mi rostro.

—No me toques y si sabes donde esta Renji, más te vale que me lo digas.

—Uh...aún sabiendo que estás en desventaja, ¿Te pones a cantar? Vaya pajarito tan más bravucón. Bien, te llevaremos con Renji, para que veas que no soy mala persona a comparación de ti...pajarito.

—¡No me digas así, insolente hombre!

—No te escucho pajarito, camina ya. —me empuja con rudeza mientras se ríe de mi al igual que sus compañeros, los cuales hacen sonidos de diferentes pájaros con las manos y chiflidos con tal de molestarme hasta que uno de ellos parece adelantarse perdiéndose entre los árboles. Caminamos por varios minutos hasta que nos detenemos.

—¿Qué hacen? Aquí no hay nada.

—¿Creías que te llevaríamos a la tribu? No entran blancos, bueno si lo hacen, pero a ti no te conocemos, si quieres ver a Renji lo traeremos aquí. Si resultas no ser su hembra, tendremos que tirarte de la cascada. Tranquilo, no te mataremos, sólo te darás un chapuzón de gran altura.

Lo miro molesto, pero sin más que esperar y rogarle al cielo que traigan al Renji que yo conozco, los minutos pasan cuando escuchamos pisadas entre la maleza. Una antorcha se acerca a toda velocidad mostrándome algunos cabellos de fuego que hacen mi corazón latir desenfrenado. En cuanto nuestras miradas se encuentran, él se queda estático sin poder creerlo.

Almas Gemelas (GrimmIchi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora