Una pequeña pelinegra caminaba tranquilamente por las afueras de su primaria con su mochila de princesas en la espalda mientras comía un su helado favorito, había decidido no gastar en el receso para poder comprárselo a la salida.
Vestía con su uniforme; una falda, camisa con corbata y sus zapatos negros con algunos rayones, su cabello era corto y portaba una Diadema con orejas de osos.
Alguien se interpuso en su camino, mejor dicho, un pie se interpuso en su camino, por consecuencia la niña fue a parar directamente al suelo y su helado se estrello en su cara y en una parte de su uniforme.Los niños de alrededor comenzaron a reírse junto al niño que había provocado que la pequeña se cayera.
— Eres una tonta Seulgi... vamos levántate—esa era una voz conocida para la pequeña pelinegra.
La niña se puso de rodillas para levantarse, sus ojos estaban rojos producto de las lagrimas que intentaba retener, su labio tenia manchas de sangre.
—Que idiota eres Garam— dijo una castaña 8 años mayor que la niña— ven—le ofreció su mano acompañada de una sonrisa para que sintiera confianza. La niña tomo su mano y se puso de pie— oh mira tus tiernos labios— La castaña saco un pañuelo de su mochila y limpió suavemente el rostro de la niña— Oigan ustedes— esta vez la mirada de la castaña se dirigió a los niños— no se quien fue, pero si la vuelven a molestar se arrepentirán y me importa una mierda si solo son unos niños idiotas de 9 años.... Vámonos.
Seulgi sostuvo la mano de la castaña al comenzar a caminar ella la vio y sonrió. El pelinegro se acercó rápidamente a la chica y tomo su mochila para cargarla.
La casa de los Kang estaba cerca, solo les llevaba 15 minutos caminando, por lo que Garam el hermano mayor de Seulgi se encargaba de llevarla a la escuela y recogerla.
Seulgi sonreía mientras observaba las calles, las calles en la que todos los días pasaba, veía las mismas casas, las mismas personas, pero para la niña hoy era diferente, tal vez que no iba caminando sola mientras su hermano estaba en una llamada diciéndole a su novia que la espera en casa.
No, esta vez era diferente , porque no iba caminando sola, ahora iba tomada de la mano con la castaña, novia de su hermano.
Al llegar a casa Seulgi entro corriendo, sus pasos se detuvieron de repente y sus labios tomaron la forma de una o al ver algunos globos adornando el lugar y un pastel sobre la pequeña mesa que se encontraba en la mesa.
La castaña que se encontraba de tras de ella aplaudió y comenzó a cantar feliz cumpleaños, la pelinegra comenzó a saltar y aplaudir de felicidad, era su primer fiesta de cumpleaños, bueno para la niña eso era una fiesta de cumpleaños.
—¿Para eso me pediste la llave? — pregunto el pelinegro en un susurro y comenzó a aplaudir
—Bueno tus padres nunca están, creo que los niños deben celebrar sus cumpleaños, todos tienen derecho— la castaña se acercó a Seulgi— pide un deseo y sopla las velas
—¿Irene unnie...Puedo pedir lo que sea?
—Claro que si... si lo pides con todo tu corazón se cumplirá
La pequeña Seulgi cerro los ojos "Cuando sea grande, quiero casarme con Irene unnie" posteriormente soplo las velas y sonrió para comenzar a saltar.
—También lo escribiré por si el señor de los deseos se le olvida
—Bueno no se cual es tu deseo... pero tengo un regalo para ti— saco un cajita de su abrigo— te quedara grande, pero crecerás y cuando pase te quedara perfecto— de la cajita saco un collar de plata con una medalla en forma de Luna con pequeños diamantes que la hacían brillar— Muchas personas ven la luna, así que cuando te sientas sola vela, recuerda que no eres la única que la ve y quizás también la este viendo.
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100 RAZONES PARA AMARTE
FanfictionSeulgi tiene un deseo desde que es una niña "Cuando sea grande, quiero casarme con Irene unnie" pero Seulgi es una estudiante de ultimo año de Secundaria e Irene una empresaria.