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—Changkyunnie, ya estás aquí —dijo la mamá de Jooheon con su voz suave.

—Hola, señora Lee —saludé inclinándome y dándole una sonrisa.

—Vamos, te he dicho muchas veces que puedes decirme Sunhee, ya somos familia, ¿no es cierto?

La mamá de Jooheon nos guiñó un ojo y yo solo pude abrir mi boca lo más grande posible y girarme hacia Jooheon lentamente.

—Sí, mamá ya sabe que somos novios —dijo Jooheon tranquilamente, dibujando una sonrisa en su rostro.

Tan lindo ibas a ser, Lee Jooheon.

—Vayan a la habitación, aún estoy preparando el almuerzo. ¿Has desayunado, Kyunnie?

Negué con la cabeza. Debido al incidente con mi hermano y Hoseok al final acabé olvidando tomar mi desayuno.

—¿Quieres que te prepare algo? —dijo Sunhee, con tono preocupado—. Estás en pleno crecimiento, debes alimentarte bien.

—No se preocupe señ-... Sunhee, estoy bien.

—Prepararemos algo juntos —dijo Jooheon tomando mi mano de nuevo. Sunhee miró nuestras manos y sonrió enternecida.

—Claro, queréis pasar tiempo a solas, ya lo capto —rió ella cubriendo su boca con su mano. Ella era tan delicada como su hijo, eran dos gotas de agua, quería llorar de lo lindos que debían verse como madre e hijo, pasando el tiempo juntos.

Ojalá tener de regreso a mi mamá.

—Kyunnie —me nombró y salí de mis pensamientos, justo a tiempo para que no se tornara triste—, tienes galletas, leche de fresa, dulces y snacks en la cocina, puedes tomar todo lo que quieras.

—Gracias señora Sunhee —dije con timidez.

—Solo Sunhee —rió ella y asentí rápidamente con vergüenza.

—Mamá, ya nos vamos a mi habitación.

—Vayan, vayan, no los distraigo más —dijo revolviendo nuestros cabellos y empujándonos suavemente hacia las escaleras. Jooheon se apresuró a correr tirando de mi mano escaleras arriba—. No hagáis cosas raras, sé que estáis pasando por la pubertad, pero aún sois jóvenes para algunas cosas.

Mis mejillas se encendieron como nunca... y las de Jooheon incluso más.

—¡Mamá! —se quejó Jooheon. Se veía tan lindo avergonzado que comencé a soltar risitas.

Cuando llegamos a su habitación me tiré en su cama y reí fuertemente.

Jooheon me miró con el ceño fruncido, intentando parecer molesto, pero no lo consiguió. Solo lo hacía más adorable.

—¡Yah! ¿Qué es tan gracioso? —dijo con un puchero.

—Amo a tu mamá, ella hace que te avergüences y te ves muy lindo en ese estado.

Reí más y él se cruzó de brazos esperando que me detuviera, pero no lo hice así que se lanzó en la cama a mi lado y luego comenzó a hacerme cosquillas.

—¡Mi punto débil no! —grité entre risas— ¡Lee Jooheon, basta! ¡No es justo!

Jooheon tuvo piedad de mí y se detuvo, pero continuó mirándome intensamente. No sabía el porqué hasta que miré nuestros cuerpos.

Básicamente Jooheon tenía mis manos aprisionadas con las suyas a cada lado de mi cabeza, nuestros cabellos estaban totalmente desordenados, y sudábamos ligeramente debido al forcejeo, por no hablar de que mi estúpida camisa se había levantado lo suficiente como para que la imagen se viera muy extraña y cualquiera lo malinterpretara.

the boy next door ❁۪۪  jookyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora