—¿Llevas abrigo? —preguntó mi hermano.
—Sí.
—Asegúrate de comer bien.
—Sí.
—Sé respetuoso.
—Sí.
—¿Llevas todo?
—Sí.
—Y no llegues tarde a casa, te quiero aquí a las ocho y media.
—Sí.
Mi hermano suspiró y me miró con el ceño fruncido, yo solo me encogí de hombros.
—¿Vas a responder que sí a todo?
—¿Vas a dejar de tratarme como si tuviera cinco años? —lo miré con indignación—. Estaré bien, Wonnie. Solo voy a un refugio de animales, los Lee cuidarán bien de mí.
—Está bien —se rindió al fin. Se acercó y rodeó mi cuerpo con sus brazos, abrazándome con fuerza, demasiada diría yo—. Te quiero, llámame cada hora para estar tranquilo.
—Lo haré —le sonreí devolviéndole el abrazo—. También te quiero.
Después de lograr escapar de los brazos de mi hermano, caminé hacia la puerta y me despedí de él con la mano una última vez antes de desaparecer por la puerta.
No me hizo falta tocar la puerta de los Lee, Jooheon se encontraba esperándome fuera, sentado en el porche de su casa con una sonrisa de oreja a oreja y sus ojos convertidos en líneas.
—Hola, Honey. —lo saludé sentándome a su lado.
—Hola, Kkukkungie —me saludó él, abrazándome. Mi corazón no debió acelerarse por eso, pero lo hizo. Tuve que separarme de Jooheon si no quería tener un paro cardíaco, él solo sonrió—. ¿Estás listo para tener una mascota?
—Eso creo. ¿Y tus padres?
—Oh, sí, quería hablarte de eso —dijo poniéndose de pie y extendiéndome una mano para ayudarme a levantarme—. Mi padre no podrá venir porque debe hacer horas extras en el trabajo, y mamá quiso quedarse en casa para terminar su cuadro.
—¿Tu madre es artista? —pregunté asombrado. Sabía que su padre trabaja en una multinacional importante, pero nunca me había hablado del trabajo de su madre. Sigo sin entender cómo es que Jooheon, teniendo una madre artista y un padre empresario pudo acabar en un vecindario tan mediocre como este.
—Algo así. Entremos, mamá quiere conocerte.
Pude haber entrado en pánico, pero ni me dio tiempo a reaccionar cuando Jooheon ya estaba tomando mi mano y entrando a su casa. No es que sea una persona completamente asocial, pero suelo entrar en pánico cuando conozco a personas nuevas mayores que yo. ¿Y si no les agradaba? ¿Y si pensaban que era un mal ejemplo para su hijo? ¿Y si me prohibían ver a Jooheon de nuevo?
—¿Changkyun? —Jooheon llamó mi atención, mirándome divertido—. Sueles despistarte mucho, ¿qué tanto piensas?
—N-nada.
Jooheon no siguió hablando y me llevó hasta lo que sería la cocina de su casa. Nunca había ido a su casa, a pesar de ya haber pasado unas pocas semanas desde que éramos amigos. Simplemente no hubo la oportunidad. Hasta ahora.
Me encontraba allí, sin saber qué decir, frente a la madre de Jooheon. Ella era tan joven y bonita, sonreía y sus ojos desaparecían en líneas al igual que los de Jooheon. Eran como dos gotas de agua.
—Mamá, él es Changkyun. —habló Jooheon, devolviéndome a la realidad.
—H-hola, señora Lee. —dije con voz temblorosa, inclinándome en forma de saludo, quizás demasiado inclinado, pero estaba nervioso.
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the boy next door ❁۪۪ jookyun
FanfictionChangkyun tiene un nuevo vecino llamado Jooheon, el cual tiene su misma edad. Adorable, lindo y dulce. Ambos apenas son unos inocentes adolescentes que solo buscan tener la compañía de alguien en sus momentos más solitarios. Jooheon comienza a envia...