Despertar...

95 3 0
                                    

Gracias por todo.

¡LEAN, IMAGINEN, DISFRUTEN, OPINEN!

De pronto aparecí en un lugar oscuro, no se veía nada y estaba en camisón, descalza.

¿Hola?-dije y una luz, justo a unos 2 metros de mí se encendió, empecé a caminar, cada paso lo sentía como mil cuchillas enterrándose en las plantas de mis pies, era doloroso, podía sentirlo.

Al llegar justo al frente de la luz, una muchacha sin facciones en la cara, apareció frente a mí, estaba desnuda, agarró mi mano y me trató de jalar de la falda de mi camisón, me hice para atrás y ella trataba de gritar, pero no entendía lo que decía.

Lo único que pude entender fue DAMIEN, tenía miedo y de un momento a otro estaba cayendo por un vacío.

Una luz blanca y un sonido agudo inundaron todo y al final, terminé sintiendo un dolor de cabeza tremendo que después de 1 minuto se quitó, para dejar una sensación de pesadez en mi cuerpo, reaccioné y sentí el colchón de la cama en donde estaba recostada.

Empecé a abrir mis ojos, con pesadez, cuando se acostumbraron, vi a una de las mucamas de ayer, alta, como de 2 metros, blanca, con ojos color violeta.

Buenos días señorita, necesita cambiarse-dijo ella con una voz fría, con oscuridad-

¿Dónde estoy?-pregunté y ésta me miró con curiosidad-

Pues, en la mansión del  señor Army-dijo con las manos en las caderas-

O, ¿Damien?-Dije y ésta me miró consternada-

¿Llama al señor por su nombre?-preguntó atónita, miré mis manos y pensé, tal vez sería mejor si lo llamaba como ella decía-

Am, yo lo conocí con ese nombre, pero lo llamaré como usted lo ha hecho-dije con una ligera sonrisa de lado a lo que ella hizo una mueca levantando las cejas-

Bueno, tiene que cambiarse, él quiere verla en unos momentos en el comedor-dijo ella, así que me puse de pié y traté de quitarme el camisón, pero, tanto ella como yo notamos algo extraño en el, estaba roto del pedazo donde soñé que jalaba la muchacha, no era más grande que mi mano, me quedé confundida, mientras la mucama me lo quitaba y lo veía con interés.

¿Usted hizo esto?-preguntó aquella mucama, de la cual no sabía su nombre.

No...No lo sé-dije consternada al igual que ella, entonces lo extendió y descubrió gotas de sangre por todos los brazos y parte del pecho, había una rajadura en el cuello con encaje.

Escuche, báñese y cámbiese, necesito que venga para saber que sucedió-dijo ella, me metí a una tina, dándome un relajante baño, que duró 10 minutos, me puso mi vestido negro, totalmente negro, con medias negras y zapatos negros, todo era oscuro en ese lugar, los accesorios eran rojo sangre y el peinado era un estilo victoriano.

Viene al terminar el desayuno, estaré aquí-dijo la muchacha, dándome un empujón para que saliera de la habitación al comedor-

¿Cómo te llamas?-pregunté y ella me sonrió, muy tiernamente-

Rosalie-dijo rápidamente. 

Salí casi corriendo, acomodándome el peinado y los accesorios, tenía un poco de miedo, por lo que había pasado en ese sueño y lo que tenía el camisón.

Al llegar al comedor, Damien o El señor Army, estaba hablando con una señora, no vi quien era, pero parecía una señora muy fina, al llegar a su lado él me sonrió con maldad al igual que la señora que estaba en frente mío.

Buenos días querida, te presento a mi madre, Lady Army-dijo tomando suavemente la mano de la señora, ella era alta, no tanto como Rosalie, pero era alta, yo soy pequeña, le llegaba al hombro. Tenía un cabello igual al de su hijo, unos ojos Rojos con azul claro, una cara fina no tenía arrugas ni nada, sino que estaba completamente conservada, prácticamente se veía de 30 años.

Tenía un vestido vino, con negro, unos zapatos negros y accesorios negros.

Pero lo más impresionante de ella es que llevaba un collar, más bien, una gargantilla, color negro con piedras rojas, de varios tamaños, la más grande brillaba, como si te pudiese hipnotizar.

Querida, un gusto conocer a mi Nuera-dijo agarrando mi mano, tendía puestos guantes de encaje negro, cortos, con piedras rojas al rededor, me di cuenta de algo que ella dijo-

¿Nuera?- dije con cierto miedo-

Claro, tú serás mi esposa-dijo Damien agarrando mi mejilla-ya que, ahí llevas a mi hijo-me miró con sus ojos rojo sangre llenos de un brillo lleno de maldad.

Pero, yo estoy casada- me repetí varias veces en mi mente mientras Lady Army me miraba con miedo y confusión.

Querida, ese matrimonio fue...- empezó a decir Damien, pero su madre lo interrumpió.

¡DAMIEN!-le gritó su mama, mientra el bajaba la cabeza confundido.

Debemos esperar...


[En Edición] La nueva vampira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora