Par de monedas

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De pronto  aquella escena se rompió por las carcajadas que soltó Baste 

- Jajajaja ¿Qué pensabas? - decía alejándose de Allen mirándola sensualmente y añadió-  ¿Crees que puedes tener este hermoso cuerpo así de fácil?

- ¡Maldito estúpido! - respondía sonrojada - Incomodas nada más que eso, gato -tomando la oreja de Baste- ahora si no quieres perder tu preciada oreja, sal de aquí -agregó con una mirada amenazante

- Vamos vamos pequeña Allen, no hay porque comenzar el entrenamiento desde antes -quitando la mano de Allen- te esperamos afuera -añadió antes de salir de la habitación de Allen

- Baste...baste....t en mis sueños eras completamente distinto, completamente - decía para si misma mientras rompía una de sus blusas

Al cabo de un par de minutos Allen salió de la habitación vestida con un short negro, una blusa que solo cubría lo necesario,  un par de botas negras y un nuevo corte de cabello, Omet y Baste quedaron atónitos por la nueva apariencia de Allen, sin embargo no duró mucho pues se dirigieron rápidamente a la habitación en la que comenzarían el entrenamiento

Omet consideraba que primero tenían que ponerse en forma antes de pasar al siguiente nivel, por lo que pasaron semanas en un arduas rutinas de ejercicio, y conforme avanzaban los días adjuntaban ejercicios de combate, aunque todo marchaba bien, los poderes de Allen parecían no existir, así que Baste optó  por regalarle la daga de Oro que provenía de sus ancestros y que pertenecería a sus futuros descendientes, y Omet al ser el más ágil se encargaría de enseñarle a usarla en las batallas, se convirtió en el arma favorita de Allen, pues la daga regresaba a su dueña como una especie de magnetismo

Al cabo de siete meses, en los que entrenaban la mayor parte del día y noche, Omet decidió que era tiempo de pasar al siguiente nivel, inmediatamente después de dar este aviso al equipo se dirigieron a la zona de Tokki Sup en la que las criaturas e mataban por matar a todo ser vivo que se cruzará enfrente. 

Para llegar a este sitio debían cruzar por un campo de flores engañosas ya que algunas eran toxicas y otras normales, por lo que debían caminar con cautela

- Oye Omet - decía Allen mientras caminaba detrás de él- a todo esto, ¿Porque me están entrenando?

- Para que derrotes a los reyes de este mundo Allen ¿No lo recuerdas? -decía mientras caminaba tranquilamente y adjuntó -esa era nuestra misión, por eso me encontraste

- ¿Te encontré? , realmente no recuerdo mucho, mientras estaba en coma, soñaba, bueno más que soñar, vivía una vida con personas ....¿normales?....ninguno de ellos tenía poderes, tampoco orejas -decía mientras observaba las orejas de Omet- sin...

- Ah osea que no te gustan nuestras orejas -replicó Baste sonriendo- por favor sigue, jamas te hemos preguntado como viviste mientras eras....una bella dama durmiente -decía entre guiños a Allen

- Iba a decir que sin ofender, y si me gustan son muy cools .... -sonriendo adjuntó- veamos, pues, habían casas que llamaban edificios, un lugar llamado escuela en la que las personas iban para "educarse", yo creo que era el entrenamiento para después tener un empleo y competir por un par de monedas

- ¿Qué son "par de monedas"? - preguntaba Omet mirando de reojo a Allen-

-Son objetos circulares, o papel impreso que en general se le llama dinero y  se usa para sobrevivir, es decir si tienes hambre , solo sacas algo de ese dinero y lo intercambias - mirando el cielo- aunque es gracioso y humillante la forma en la que las personas combaten para obtenerlo 

- Oh ya veo, ¿Es un intercambio de cabezas? así como aquí, para conseguir algo, solo llevamos la cabeza de alguna criatura, semi dios o dioses -respondió Baste con su dedo meñique en el labio- ya sabes para conseguir un lugar dentro de la nobleza o los clanes, incluso los nuevos grupos que se hacen llamar "La Anarquía actual"

-No muy lejos de lo que viví en esos sueños Baste, aunque todo parecía ser tan monótomo, ahora incluso puedo decir que en un 50 50 lo extraño - respondió con la mirada en el cielo y una sonrisa de oreja a oreja 

11 Días para mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora