Infiltrados (Parte 1)

5 0 0
                                    

Cuando llegaron al árbol los venados estaban sollozando debido a que su hogar comenzaba a marchitarse junto con las hojas y flores que guardaban las memorias de la pareja

- Cada flor, sembrada por nosotros, guarda nuestros recuerdos, al morir, mueren con nosotros - decía la hembra de los venados y agregó entre lágrimas - al igual que nuestro árbol, y nadie más recordará este lugar, todo se volverá cenizas
- No te preocupes, yo sembrare otro árbol, justo aquí y las primeras memorias que guardaré serán las suyas - respondió Allen con una cálida sonrisa sujetando las manos de la venado-
-Allen, ésta es la razón por la que tenemos que seguir -agregó Omet mientras colocaba su mano en su hombro - creo que nuestro pequeño descanso ya ha terminado
- No se preocupen por nosotros, estaremos bien, nuestras memorias te ayudarán cuando más lo necesites, y gracias señorita -adjuntó el venado


Nuevamente emprendieron su viaje y en el trascurso de los días Omet entrenaba a Allen con posiciones de ataque y métodos de combate en los que  debía evitar tocar a su adversario, mientras que Baste le mostraba  como cuidar su daga, ya que esta debía vincularse emocionalmente a Allen, además de mostrarle los poderes que la daga ofrecía por si sola

Los poderes que ofrecía la daga eran de fuerza sobre humana, control de los 4 elementos naturales, y el más importante, la inmortalidad, quien la portaba se le consideraba un dios porque concebía el don de la destrucción, y este era el motivante para que los seres vivos matarán para conseguirla.

Por su parte Omet portaba un fuerte escudo lleno de figuras puntiagudas, dicha arma portaba el poder de crear portales dimensionales e invisibilidad a su portador, y un poder misterioso, Omet alegaba que ese poder sólo sería confesado cuando el futuro portador fuese digno de heredar su escudo de cristal

Después de explicarle los poderes de sus armas a Allen, se dispusieron a comenzar su entrenamiento con el asesinato del Gran Rey Lobo

- Allen, te hemos presentado nuestras armas con el objetivo de que conozcas tus propias capacidades y contemples racionalmente su uso - decía Omet colocando su escudo en las manos de Allen - tu primer oponente será Baste, pero antes de comenzar debes aprender a usar tu propio cuerpo como arma, te mostraré como hacerlo, siendo yo su oponente, enseguida continuas
- Entiendo, primero debo conocerme para observar y atacar -respondió Allen
- Es más que solo atacar mi querida Allen - agregó Baste mientras rompía su camisa en dos -
- ¡Baste! Cúbrete eso - exclamó Allen al cubrirse los ojos-
- ¿Tienes miedo a que "eso" desvié tu atención del oponente? - respondió Baste con una sonrisa coqueta de oreja a oreja

Baste al terminar sus palabras, envolvió sus manos  con los pedazos de tela y en un movimiento rápido se encontraba deslizándose debajo de Omet para atrapar sus piernas con la tela y este cayera, al caer Omet instantáneamente sujeto el borde de la tela del que lo sujetaba Baste y con ello lo lanzó de vuelta a su lugar, Baste en su siguiente movimiento tomó una flor y corrió hacia él mientras la lanzaba a su derecha, y en respuesta Omet también se abalanzó sobre él y en el parpadeo en el que miró la flor caer, Baste aprovechó para saltar sobre él y sujetar con sus pies su cuello y tirarlo al húmedo pasto, una vez en el pasto Omet aprovechó para darse vuelta y soltar una patada en la rodilla de Baste, así continuaron un rato hasta que Baste cayó frente a los pies de Allen 

-¿Has observado bien? porque eres la siguiente rodilla fracturada de Omet- decía Baste al reposar su cara en el pasto 

-¿No eras tú mi entrenador -respondió al inclinarse frente a él

-Allen, sigues tú, seré tu oponente, entrégale tus cosas a Baste 

Allen se aproximó hacia Omet mientras sujetaba una flor, misma que dejo caer al correr hacía él, al mismo tiempo que soltaba un puñetazo directo a su rostro, tal movimiento fue detenido por el brazo de Omet y de un tirón la arrojó hacia el pasto, a lo que Allen sujeto con fuerza su brazo para caer con él, una vez en el suelo se dio vuelta para ponerse en posición de Kamae Dachi , en respuesta Omet sonrió dirigiéndose a ella con una postura de  Nako Chagui, para ello Allen terminó en el pasto derribada, sin embargo volvió a levantarse para soltarle a Omet un movimiento de Tok Chirugui acompañado de un aura roja que emergía de su mano, con lo que Omet aterrizó en el pasto, y enseguida Allen se desvaneció 


Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Aug 24, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

11 Días para mi AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora