Neptuno podría ser tu planeta de descanso, se pinta de azul para ti, puede ser el último pero será el primero en cantarte para que olvides el desastre, que avances y te ames con todo tu corazón, cantará baladas enamoradas, te abrigará y dejará que observes el alba naciente en el Este sonriente y se ocultará coloreando al cielo de una manera hermosa para que te deleites, el planeta, el universo, la Vía Láctea conspiran para observar tu sonrisa, ¡magnífica manera como tu sonrisa desvela belleza! Es Neptuno que se pinta de azul en tu ausencia, las líneas de eternidad que se graba en su atmósfera, sólo espera con paciencia la señal para abrazarte y llevarte rosas, azules como él. Es complicado que lo observes a simple vista, es complicado que él, en persona te de rosas azules, por eso yo soy el mensajero de Neptuno o en pocas palabras: soy tu Neptuno...
Tú me esperabas y admirabas el cielo oscuro y estrellado de la noche, deseabas encontrarme sin conocerme y con tus ojos color Venus incrustados en las estrellas deseando que yo llegara a tu puerta, se lo pediste al universo con lágrimas que se escurrían por tus mejillas, tus suspiros se bañaban de mentiras, te lastimaron hasta no poder más y sin pensarlo tú misma lo hiciste igualmente. Yo aún no conocía quien eras pero sabia que esperabas por mi y en el trayecto sufrí, planearon con maldad quitarme un amor que era para ti, me rasguñaron los ojos para que tropezara y no te encontrara pero escuchaba tu voz y el sonido de tus lagrimas al estrellarse con el suelo me guiaban a donde te encontrabas y seguí, seguí una línea recta con Neptuno susurrandome que estabas cerca, no perdí esperanza y con tantas cicatrices en mi espalda camine por años, sí quise rendirme pero por alguna razón una voz desconocida me empuja a seguir, eras tú, que con tus palabras que creías que nadie escuchaba me empujabas a encontrarte en el desastre que otras almas oscuras te sumergieron... Tantos años deseando, anhelando y Neptuno tenía razón, tú eres quien merece mi amor y te lo daré sin pensar en qué pasará, sé que lo cuidaras así como yo cuidare de ti, te amaré y pronto tocaré tu nariz con mi nariz, nuestros ojos se conectaran, nuestros labios poco a poco se acercaran, las almas vibraran y las mentes estallaran. Amor mio, Neptuno te dará abrigo y rosas azules que vienen conmigo.
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Es tan placentero dejarme llevar por tus gestos, ¿qué son y por qué causan tanto impacto, asombro en mi cerebro? No lo sé, solo sé que el brillo de mis ojos es por culpa de ellos, mi respiración agitada es por escuchar tu voz y el despertar tan enamorado es culpa de tu existir; te doy gracias por hacerlo, porque eres tan maravillosa como las Estrellas Fugaces, tan asombrosa como las Nebulosas, tan impresionantes como las Supernovas, tan tú como una sola. En mis escritos te haré aún más hermosa de lo que eres, de lo que le haces ver al mundo entero y habrá miles de ellos, miles de letras que fueron escritas mientras te pensaban como un universo andante, un precioso y hermoso universo talentoso porque así es, así eres y cada día, aunque nos separe este desastre que nos guarda en casa, te haré sentir segura, amada, protegida porque así debe ser, así lo mereces, con todo mi ser te lo haré saber; te haré saber que mi amor por ti cada día va a crecer. Dormirás en paz bajo la sombra de mis brazos, son cálidos, te resguardaran de todo aquello que se hace llamar "malo" y de mis labios lloverán besos, la calma te lo otorgare con sólo mi presencia, paciencia...
Habrá momentos malos, a donde sea que caminemos, existira un día pesimo pero te prometo que mi mano seguirá aferrada a la tuya, así me golpeen, mis dedos seguiran acariciando tu mano, plácidamente. Sólo deseo pasar el resto de mi vida, de mi días contigo, junto a ti, abrazandonos mientras observamos ese jardín que tanto soñamos, observando las estrellas acostados, observando las doce Lunas llenas y te dedico cada una de ellas, sí, te dedico el universo entero y aunque no es mio, se lo arrebato a quien sea, no importa que ocurra conmigo pero en una cajita te obsequiare el universo. Te dedico el núcleo de la Tierra, las gotas de lluvia, las tormentas, los huracanes, los ciclones y tifones; te dedico el mar, los granos de arena, los arboles, las nubes, el azul del cielo... Te dedico todo lo que subsiste afuera y lo que tenemos aquí dentro.