Dudas

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Mabel despertó con una sensación de calidez en su cuerpo, su mente se sentía descansada y ligera como una pluma, pero tenía muchísima sed, pero pronto noto que no traía puesta la ropa que Dipper le había prestado, si no un fino camisón de seda

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Mabel despertó con una sensación de calidez en su cuerpo, su mente se sentía descansada y ligera como una pluma, pero tenía muchísima sed, pero pronto noto que no traía puesta la ropa que Dipper le había prestado, si no un fino camisón de seda. Se paró rápidamente de la cama, pero tardo en acordarse de la razón por la cual se encontraba ahí, se había lastimado la cadera en la huida, pero vaya fue su sorpresa, no sentía absolutamente ningún dolor. Se extraño ante este hecho, pero al mismo tiempo le aterro que el Conde Cipher la hubiera visto desnuda, pues su imagen era lo ultimo que recordaba antes de caer completamente dormida.

-¿Dipper?- Llamó por inercia, el miedo comenzaba a apoderarse de ella al estar en un lugar desconocido.- ¡Dipper!- Llamo más fuerte.

De repente escucho como se abría la puerta, alertando a la joven, deseando que fuera su hermano pero con miedo que fuera algún desconocido. Se abrió la puerta, dejando ver a una señora mayor con ropas de servicio. Esto la relajo un poco pero no bajo la guardia.

-Ah, señorita, ya está levantada, sin duda el señor Cipher hace milagros.- Dijo alegré. Fue al armario y saco una bata de algodón de color crema y le ayudó a colocarsela.

-¿Y mi hermano?- Pregunto ella mientras le amarraba la cinta.

-Esta con mi señor en estos momentos, se preocupa mucho por usted, ha estado preguntando por su estado todo este tiempo y hace un rato vino a verla.- Respondió la mujer.

- Respondió la mujer

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Horas antes

Mabel cayó profundamente dormida en aquella mullida cama mientras un semi demonio la miraba sonriente.

Pronunció unas palabras en latín, y se llevó dos dedos a sus labios mientras los movía, de la yema de sus dedos brotó una llamarada de color azul, comenzó a pasarla por la delicada cara de la muchacha, que tenía algunos cortes hechos por ramas. Contempló con detalle sus facciones, para tener quince años, eran como las de una niña, se veía tan apacible dormida, y pensar que estaba emparentada con su enemigo Seis Dedos.

Le quito el chaleco de cuero, dejándola solo con la camisa de lino, con cuidado la volteó boca abajo y subió un poco la prenda, dejando ver un horrible golpe de color morado con los bordes rojos en la cadera y parte de la espalda baja, no le extrañaba que le costará mucho caminar.

Juegos del Destino [Gravity Falls] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora