Paseos Extraños

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Los días pasaban, la boda de Pacífica y Dipper cada vez estaba más cerca y cuando ellos se casarán, sería cuestión de tiempo que Mabel lo hiciera. Esta se encontraba en su habitación, pensando en el enigmático hombre que era su prometido, parecía ocultar muchas cosas y seguro que nada buenas ¿Qué ganaría el con una esposa como ella? Podría conseguirse a una princesa si se lo propusiera. No era por menospreciar el estatus de su familia, pero la comparación era muy grande.

Lo que si, detestó el hecho de que la trato como una niña indefensa, como si lo que tuviera enfrente fuera un cervatillo asustado en lugar de una persona. Pero esa situación desde luego que no se repetiría.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por Star, quien tocó la puerta para anunciarse.

-Adelante.-

-Mabel, el Conde Cipher está aquí.- Dijo preocupada, sabía que ella era obligada a estar con el.

-Demonios ¿Que querrá ahora?- Gruño, al recordar sus aires la vez que le atendió la lesión.

Tuvo que bajar, pues su padre se encontraba en la casa y sabía que decir alguna excusa de estar indispuesta no serviría con el. Al bajar los encontró en la sala conversando de buena gana, no le extrañaba que se llevarán tan bien.

-Ah Mabel, hija, que bueno que bajas.- Dijo su padre de buenas.- El Conde Cipher vino a verte, creo que es una buena idea, como estamos muy ocupados por el momento con la boda de tu hermano, sería bueno que pases tiempo con tu prometido antes de tu boda.-

"Eso debiste pensarlo antes de comprometerme con un desconocido." Pensó Mabel con amargura, pero sabía que le iría peor si decía sus pensamientos en presencia de su padre.

-Supongo, creo que es bueno conocer a la persona antes de casarte con ella, padre.- Dijo con una sonrisa airosa viendo fijamente a su padre, cosa que al mayor no le gusto, pero paso por alto.

-Bien, los dejo entonces para que pasen tiempo a solas.- Dijo retirándose.

Mabel quedo completamente sorprendida, su padre no asigno a una de las sirvientas como dama de compañía mientras pasaba el tiempo con aquel conde. No era muy propio de el.

-Entonces mi lady ¿Nos vamos?- Dijo ofreciendo su brazo de forma caballerosa para escoltarla hasta el carruaje. Ella dudó.

-Este... ¿No sera mejor que nos acompañe mi dama? No es correcto que una mujer este a solas con un hombre.- Dijo con tono altivo, dando entender que no quería estar completamente a solas con el.

-Querida, soy tu prometido, esa puede ser una excepción a la regla. Además solo iremos a dar un paseo.- Siseo con aquella sonrisa, que le trasmitió mas bien, poca confianza.

Insegura, Mabel tomo su brazo para dejarse escoltar, aunque el contacto con aquel hombre le dio escalofríos, sintiendo un aura extraña. Le ayudo a subir a al carruaje y por la ventanilla le indico al cochero el destino.

Juegos del Destino [Gravity Falls] (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora