Juegos del Destino [Gravity Falls] (PAUSADA)

Alas De Cristal

Tercer Arco; Relaciones

Un nuevo amanecer llegaba a Gravity Falls, un nuevo día que marcaba el principio del fin, un nuevo ciclo. Comenzando por una pareja de recién casados, quienes pese a no haber consumando aun su unión, se sentían tranquilos con la compañía del otro. Pacifica sintió una calidez al despertar y sentir los brazos de su esposo rodeando su cintura, quien sabe en que momento la abrazo durante la noche, pero la hizo dormir tranquila y sentir protegida.

Las sábanas de la cama fueron cambiadas por los sirvientes sin la menor sospecha, cosa que dejaba un poco mas tranquila a Pacifica, pues estaba segura de que se darían cuenta. Afortunadamente, Dipper la invito a salir a desayunar para que se tranquilizara, diciéndole en broma que por su paranoia terminarían descubriendo el engaño, a lo que ella le respondió en broma que si lo decía por experiencia.

-¿No deberíamos avisar a tu familia?- Pregunto ella.

-Deben estar exhaustos por la fiesta, no quiero que indaguen en detalles.- Respondió el.- Además, lo natural es que pasemos más tiempo juntos como pareja casada.- Pacifica sonrió ante la idea, cosa que contagio al chico, pues las facciones de la joven comenzaban a verse más naturales, mas expresivas y menos con el afán de ser cortante, pero educada.

Claro, el aún no podía quitarse a Wendy de la mente, había tenido un flechazo muy fuerte con ella, por no hablar de que fue su amor platónico durante mucho tiempo y por la estupidez de el, descubrió casi al final que era correspondido. Pero no podía evitar que su corazón también saltara cada vez que descubría algo nuevo de su nueva esposa, dándose cuenta que no era tan mala como la impresión que le dio al principio.

Escogieron un restaurante un tanto sencillo para el gusto de Pacifica, si bien no era de mala muerte ni nada, ella estaba acostumbrada a cosas un tanto mas lujosas.

-Te aseguro que la comida sabe bien aquí, para la próxima iremos al que tu quieras.-

-Si la comida me desagrada, escogeré dos veces a la próxima.- Le amenazo ella. Aunque luego ambos rieron.

-Buenos días, felicidades por su boda.- Les atendió el mozo, causando que la pareja se sonrojara.

-Ehh.. gracias...- Agradeció Dipper nervioso.- Quisiera dos tazas de té de jazmín por favor ¿ Y en lugar de azúcar podría traernos miel?- Ordeno amablemente.

-Por supuesto señor.-

Pacifica se sorprendió mucho, no pensaba que Dipper recordara como le gustaba tomar su té favorito.