La segunda opción.

Capítulo 1

Los Angeles, 22 de Agosto del 2012.

Hoy fue el último día de instituto, todos los chicos organizamos una pequeña reunión en casa de Sebastián, el novio de Helena, mi mejor amiga.

Soy becada en uno de los mejores institutos de LA, a diferencia de lo cliché, todos saben que no vengo de su misma clase social y aún así me aceptaron. Me sentí muy bien recibida y tengo exelentes recuerdos de este último año.

Vivo con mi tía Melissa, ella me crio desde que tengo memoria. Mis padres fallecieron en un accidente automovilístico cuando tenía 5 años de edad y desde ahí mi custodia le quedó a mi único familiar con vida, sacándome adelante con mucho esfuerzo y amor. No contaba con todos los lujos, pero siempre tenía un plato de comida y ropa para vestir, agradecía cada cosa que hacía y aún hace por mi.

Ella ama la repostería y es excelente en ello, por eso poco a poco, diariamente trabajando y vendiendo sus postres a domicilio, a mis 12 años la vi inaugurar su pequeña repostería en un local del centro de la ciudad, junto con Felipe, su mejor amigo de la infancia.

Un día en el local, mientras esperaba que cerrarán para poder irnos a casa, Felipe me preguntó si no quería aplicar un exámen para entrar a Lion School, estaban ofreciendo becas a los 5 mejores resultados. No me pareció mala idea, siempre fui de buenas calificaciones y no perdía nada con intentarlo. Así que aplique y fui una de las afortunadas, curse mis últimos 3 años de institutos ahí. Al principio me sentía fuera de lugar, al ver a todos los estudiantes llegar en sus lujos autos o simplemente con verlos se notaba que no éramos de la misma clase social. Sin embargo el primer día fui presentada a mi clase junto con otras dos chicas y fuimos bien recibidas, a excepción de algunos pocos que nunca faltan con mala actitud, pero nada que no se pudiera soportar.

Y ahí conocí a Helena, rica de cuna, la típica rubia ojos azules, pero sin la supuesta actitud tonta o superficial que dicen que suelen tener. Es una chica extrovertida, honestamente cruel junto con muchas cualidades y defectos que la hacen mi mejor amiga.

Estoy en mi Habitación pensando en que me pondré, realmente no sé porque me cuesta tanto decidirme si no será la gran cosa, simplemente vamos a jugar, ver películas, comer, una reunión tranquila, con 25 adolescentes de 15 a 16 años. 

Nada fuera de control.

Me decidí por un pantalón ajustado negro, una blusa sencilla blanca, chaqueta de jeans y mis convers negras. Solté mi largo cabello azabache, me llegaba a la cintura, aplique un poco de rubor para darle color a mi pálida piel y máscara de pestañas.

Divina, divinamente casual.

Baje a la cocina para buscar algo que comer antes de que Helena pasará a recogerme. Tia había me había dejado una porción de pie de limón, uhm mi favorito. Ya iba por el tercer bocado cuando llegó una notificación a mi celular, lo saqué de mi chaqueta y era un mensaje.

De: Lena.

Hola pequeña, llego en 10🤸🏻‍♂️.

Yo:

Entendido rubia 💁🏻‍♀️.

Guarde mi celular de nuevo y me concentre en terminar la rica porción que tenía en frente. Una no es suficiente tía...

°°°

-Olivia le preguntó a Sebas si no había problema en que llevara a un amigo y adivina qué le respondió el-. Me volteo a ver por un segundo con una ceja alzada, para después volver la vista a la carretera.