Ӏղѵíҽɾղօ (Ӏ)

208 30 7
                                    

    Ah... Bien, seré breve, en este capítulo de este libro no verán muchas interacciones entre Shouyou y yo —bueno, ¿para qué mentirles?, no habrá ninguna—. Además de que cada quien estaba concentrado en terminar su proyecto para finales de semestre, debo confesarles algo.

    Pero, guardarán este secreto, sólo los lectores del libro lo compartirán entre ellos... ¿Qué? ¿Esperan que mágicamente aparezca mi mano para poder sellar una promesa? Eso sería lindo.

    Ahora, sabrán esto; el distanciamiento entre el sol y la luna no es culpa más que mía.

    ¿Contexto? Claro, lo tendrán aquí abajo, después de esto dirán que me pasé de la raya o soy un hijo de puta, cualquiera de las dos.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


—¡Shouyou! —Llamé a mi compañero. Después de un largo rato en el baño me preocupé un poco y tuve que ir a buscarlo a los sanitarios de la escuela. —¡Shouyou! ¡Lev está preocupado por ti! ¡El rey igual!

    Temporada de evaluaciones, el profesor requería de un proyecto antes de pasar al siguiente semestre, pero no cualquier proyecto, esta vez se requería de una planeación más expresiva y detallada.

    «Si tuvieran la oportunidad de escribir un libro, ¿sobre qué escribirían? ¿Una historia de amor, de tragedia, o comedia? ¿Un recuerdo o un sueño fantasioso? ¿Cómo serían sus personajes? ¿Un simple mortal o un ser dimensional que nos vigila constantemente? Ese será su reto»

    Un título, sinopsis y breve descripción de algún personaje, ya sea principal o secundario; una tarea algo complicada para un estudiante que apenas y puede escribir un poema —desastroso, por cierto—. Pero, para un genio como Hinata, era casi imposible tener un retraso en esto.

    Y eso estábamos viendo, reunidos con dos estudiantes del campus de psicología que se hicieron amigos del de cabello anaranjado; claro, hasta antes de que este empezara a ahogarse y retirarse rápidamente a los baños.

    Ahora, yo estaba buscándolo, pero no me respondía. Tuve que adentrarme en los sanitarios y lo primero que escuché fue el sonido del agua cayendo del grifo. Después venían pequeños gimoteos bajos algo dolorosos, identificando automáticamente al dueño de estos.

    Y entonces lo vi, bueno, su reflejo en el gran espejo; cuerpo y manos temblorosas, ojos rojos y lagrimosos con un rostro a moco tendido, mirándose con desesperación mientras se sostenía con todas sus fuerzas a lavamanos; hablándose, exigiéndose y ordenándose un deseo al que se aferraba todos los días.

    «Dios, no es mi tiempo y lo sabes... Déjame un día más, por favor»

—Hey... —llamé apenas entrando al espacio, pude escuchar cómo intentaba limpiar su rostro rápidamente— ¿Todo en orden?

Roomie |TsukiHina|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora