De nuevo yo (narración Cassandra)

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¡Mugre Liz cobarde! Sólo fue a entregar los libros para no ver a Jade. Aunque también quiso ayudar a la coordinadora.

Bueno, luego vino Jade y dijo su típico "buenos días", cerró la puerta... pobre Liz, se quedó afuera, aunque también está bien un poco,... volteé a ver a D, y como siempre, sonreí como estúpida, es realmente hermoso ese idiota, con esas piernas... esos ojos... esa sonrisa...

- Cassandra -miré a la maestra.

- Presente -me acomodé en la silla y me puse a jugar con mis manos.

- Axel...

- ¡Presente!

- Ximena...

- ¡Presente! -sigue Liz.

- Elizabeth -pero no contestaron, pues obvio, se quedó afuera. Pude notar que la maestra levanto la mirada y se quedó viendo su lugar y luego a mí.

- ¿Dónde está? -me preguntó.

- Fue a ayudar a la maestra Claudia a entregar unos libros al otro salón

- Vaya a ver dónde está y dígale que venga...-me levanté y salí del salón. La pregunta es, ¿Dónde puede estar esa niña? Subí las escaleras y por alguna razón fui con Tania y justamente ahí estaba la muy tonta.

- ¡Liz! -grité. Al parecer no estaba Tania, y ella casi se cae- Niña, te busqué por toda la escuela (mentira)

- Vine... Vine a desahogarme

- Dice tu novia que quiere que vayas a su clase y le des otro beso

- ¡Mujer! -me lanzó un post-it y yo casi me golpeó por tratar de esquivarlo.

- No, pero ya, hablando en serio, sí quiere que vayas

- Y... ¿Para qué me quiere ella ahí? -dijo la muy mensa.

- De seguro para que se besen y hagan cositas

Se puso toda roja y me dio la espalda. ¡Ah! Cómo me gusta hacerla enojar.

- Obvio no, te quiere para que vayas a clase, no has ido en dos días y todo por vergüenza de haberle dado un beso

Metí mis manos en el bolsillo y me apoyé en la pared.

- Si tú le dieras un beso a Dylan, ¿vendrías al siguiente día?

- Número uno, es mi obligación venir a la escuela y número dos, si es que se lo diera, se lo daría un viernes, para que piense en eso el fin de semana

- Pero, ¿sí vendrías?

- Pues... sí

- Ah...

Me miró y alzó sus malditas cejas. ¡Cómo la odio! Nah, la quiero mucho.

- Bueno, entonces, ¿vas a bajar?

- ...

- Te voy a obligar

- A ver si puedes

- ¿Quieres que le diga a Jade que a) le diga que quieres clases particulares, b) quieres otro beso o c) quieres que ella venga por ti? -dije todo eso como si fuera una conductora en un programa de concursos para ganar premios.

- Prefiero ir por mi misma

- ¡Bien!

- Sólo...

- ¡Ah! ¡¿Qué?!

- Esperaré a qué venga Tania y me despido

- Déjale un post-it

- Dijo que no se iba a tardar... además, me tienes que contar que pasó con Dylan esos días que falté, algo hiciste y yo lo sé

- Pues... nada new

Sí había pasado algo y pues era un poco vergonzoso contarlo. Pero me había declarado sola con mi sonrisa boba y mi ligero sonrojo.

- Ya cuéntame -dijo ella emocionada- cuenta, cuenta, cuenta

- Ok, pues, en el recreo con Valeria, Fer, Arturo, Axel y Óscar, andábamos jugando "yo nunca, nunca". Ese juego de el baile de día de muertos

- Ajá

- Y pues yo perdí

Ella se rió de mí. La muy maldita se rió de mí.

- Bueno, ¿entonces? -dijo ella en tono burlón.

- Pues me pusieron el reto de decirle a Dylan que lo amaba, pero lo cambiaron por un piropo en la salida

- Ajá

- Pues ya en la salida le hablé, Fer fue a guardar sus cosas. Valeria y Axel me veían picarones. Valeria me iba a decir algo pero Dylan la corrió para que pudiéramos hablar

- Ajá

- Ella se fue. Guardé mis cosas y le pregunté si ya sabía que me gustaba. Porque el primer día que faltaste, Axel le dijo a Dylan que me gustaba

- ¡Pinche Axel!

- Y pues me dijo que nadie más le había dicho además de Axel. Y me morí

- Sigue

- Y pues me dije: "Oye, ¿sabes cuál café me gusta más?" "¿Cuál?" "El de tus ojos"

- ¡Aaaaah! -gritó como fangirl loca.

- Y se rió sonrojado

- Esto me huele a boda

- ¡Ay, cállese!

- Es verdad, mira más señales obvias de su amor

- Que nos miremos los dos no significa que no amemos. Además, no lo conozco bien

- Pues es que no le hablas

- Es que me da penita

- No, pues, ni como ayudarte

La verdad sí me gustaría decirle un montón de cosas. Preguntarle sobre él, contarle de mí, llenarle la cabeza y el corazón de piropos... pero soy muy introvertida para hacer eso.

Me gustaría dedicarle canciones, regalarle mi tiempo, darle mis caricias, alegrarle el día, pero lo que más me gustaría es darle todo mi amor.

- Bueno... ¡Ya te conté! Ahora, vamos con Jade

- Nah...

- ¡Mujer!

- Está bien... vamos -ví a Liz levantarse y luego fuimos bajando. Ella en sus pensamientos y yo en los míos.

Enamorada de mi maestraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora