CAPÍTULO 1: EL VIEJO MUNDO

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Despertaba como todos los días, observando ese viejo techo de hierro oxidándose mientras escuchaba el incesante ruido del despertador pidiéndome a gritos que me levante. Decido apagar el despertador y levantarme de mi cama cuando comienzo a oír pasos aproximándose a mi ubicación, debe ser mi hermana que se acerca como todos los días para saludarme con esa sonrisa sin preocupaciones y llena de alegría mientras menciona la palabra que nuestro padre le enseño.

-¡Buenos días, Onichan!-exclamó con alegría una chica mientras entraba a la habitación. <<Ahí va ella, gritando esa palabra con todo orgullo...>> Dando un suspiró dije -Danna, ¿no te aburres de usar la misma palabra todos los días?

-¿Ah?, claro que no- negó ella - ¿cómo podría aburrirme de algo que nos enseño nuestro padre?-preguntó dudosa.-Solo decía- mencioné, evitando la pregunta mientras miraba a un lado para evitar mirarla fijamente.

-Deja de ser tan amargado O-NI-CHAN- dijo con un tono de burla en su voz-. Y ven a desayunar, ¡preparé una comida deliciosa!-.Suspirando dije -De seguro son huevos quemados otra vez...-mientras la la observaba fijamente. Ella inmediatamente respondió

-¡Está vez lo hice bien!.- Papá me ayudo a prepararlo antes de que sa...-,de repente, tan rápido como habló se calló antes de terminar la frase.-<<sa...,¿ salir?, acaso ¿salió hoy?>>

-¿Papá?, ¿Dónde está?-pregunté para aclarar mi duda. –Bueno..-dijo ella con timidez en la voz,-Salió al exterior temprano hoy, dijo que tenía algo que hacer-,mencionó mientras me miraba con preocupación. <<¿Algo que hacer?, ¿Qué cosa?>>-, me preguntaba para mis adentros sabiendo que no podría recibir respuesta, al menos no de Danna.

-ya veo- fue lo único que se me ocurrió responder.

<<¿porqué saldría temprano hoy?, se supone que hoy nos enseñaría el exterior, ¿lo habrá olvidado? o tal ves..>>.interrumpiendo mis pensamientos Danna mencionó -como sea onichan, seguro Papá volverá temprano hoy, no te preocupes. Mejor apúrate en bajar a desayunar, ¡antes de que se enfrié la comida!-, añadió ella. Sin tener que responder y sabiendo que ella no se detendría hasta darle la razón deje el tema y me rendí.

-Ya entendí, no necesitas gritar. Adelanta, necesito cambiarme.-Dije asintiendo a sus palabras.

-esta bien, ¡te espero en la mesa!- dijo ella mientras sonreía.

Con esas palabras de despedida veo a mi hermana alejarse corriendo por el pasillo rumbo al comedor <<Está niña... ¿de dónde sacará tanta energía todos los días?>>- me pregunte para mis adentros.

-No..., no necesito preocuparme por eso.

Sin nada más que pensar me dispuse a ordenar mi cuarto, esa vieja cama decorada con frazadas simples hacen parecer que duermo en una prisión, un ropero gris completamente sencillo y vacío de vida donde almaceno la ropa que uso a diario y una ducha sencilla y opaca, estos pocos muebles son lo único que adornan mi pequeña habitación desde que tengo memoria..

Listo y cambiado me dispongo a dirigirme hacia el comedor. Atravieso ese largo pasadizo que conecta mi cuarto con las habitaciones de la casa, entrando por una puerta de hierro que se ubica a la derecha del largo pasillo está Danna, sentada en la mesa esperando mi aparición con una sonrisa típica de ella, sin perder el tiempo me siento a su costado para acompañarla a desayunar.

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Después del desastreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora