El cadáver del novio

Capitulo V

Fue empujado y cayó sobre algunos libros de la biblioteca, levantó la vista y sintió su corazón doler por el daño que causó. El Omega lloraba en silencio cubriendo sus ojos y murmurando una y otra vez ¿Por qué? Samuel sabía que el menor se sentía insuficiencia y las circunstancias no ayudaban.

- Guillermo... - no pudo pronunciar más, el Omega soltó un leve gemido y descubrió sus ojos mirándolo con tristeza.

- Me engañaste, me utilizaste para ir a ver a ese otro Omega - Samuel se levantó con lentitud mientras negaba.

- Es que no lo entiendes, tu eres el otro Omega - Guillermo le miró indignado y negó mientras hacia un puchero.

- El es el otro Omega, yo soy tu esposo - detrás de ellos se escucho al anciano murmurar un "tiene razón" pero Samuel solo le ignoró. Guillermo suspiro y se dio la vuelta comenzando a bajar, no deseaba ver más al alfa.

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-¡Es verdad padre! Samuel se casó con un cadáver - Trataba de explicar la situación, sus padres ya lo habían tachado de loco. Un fuerte gruñido se escuchó haciendo al Omega menor temblar.

- ¡Que tonterías dices! - El mayor se levantó y se acercó a su hijo - Quisiera saber de dónde sacaste esa idea niño - Rubén tembló y bajo su mirada mientras juntaba sus manos nervioso.

- El estubo en mi habitación y ahí me lo contó - el ardor en su mejilla confirmo lo que había sucedido, si padre le había dado una cachetada y su madre casi se había desmayado.

- ¡¿Cómo se te ocurre decir eso?! - el alfa tomo el brazo de su hijo y lo lanzo al mayordomo que sostuvo al Omega junto al Nana de Rubén.

- lleve lo a su cuarto y asegúrese de que nadie entre - Ruben forcejeo y trato de liberarse pero los criados se lo llevaron. 

- ¡Que escándalo! - grito la Omega levantándose de su asiento y comenzando a caminar al rededor de la habitación pensando que hacer.

- Es muy desafortunado - Se escuchó una voz en la puerta de la sala y David entro con paso lento - si Rubén fuera mi esposo lo colmaría con las riquezas que se merece alguien como el - La pareja Doblas se miro entre si y luego al invitado.

- Su Omega es muy afortunado - David quiso reír pero mantuvo una mirada sería para luego fingir tristeza.

- No estoy casado, la desgracia me arrebato a mi prometido hace unos años - Una falsa recorrió su mejilla y luego hizo una reverencia retirándose.

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Rubén trataba de abrir una de las ventanas cuando escucho su puerta ser abierta, de forma rápida dejo lo que utilizaba para forzar las cerraduras.

- Alégrate hijo mío. Mañana habrá boda - Entro al cuarto la madre de Rubén mientras sonreía y detrás de ella el imponente alfa.

- ¿En serio. Samuel volvió? - Escucho un fuerte bufido de parte de su padre.

- Ese bueno para nada ya no es recibido aquí - La Omega mayor de acercó y tomo los hombros de su hijo apretándolo mientras su sonrisa se hacía más grande.

- Mañana te casarás con Lord David - De los labios de Rubén salió un leve suspiro y luego un susurro que preguntaba el por qué - Tiene más dinero hijo - La mujer se separó y salió de la habitación seguida de su esposo y cerro la puerta mientras decía muy alegre "De acuerdo al plan"

El Omega cayó sobre sus rodillas y comenzó a llorar, gritaba y hasta se atrevió a maldecir a sus padres.

Detrás de la muerta David reía mientras caminaba por el pasillo lleno de cuadros, llegó al de su ahora prometido y acarició la pintura.

- Tranquilo querido - acomodo su cabello y se apoyo en la pared sin dejar de sonreír - solo será hasta que la muerte nos separe - miro de reojo la pintura y sintió náuseas por ver al, para sus ojos, horrible Omega - Y eso será más rápido de lo que creés. - se aparto del cuadro y volviendo a reir se fue a su habitación.

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Guillermo caminaba por las desoladas calles de ese lugar hasta que llegó a su lugar, un simple ataúd al fondo de una callejón.

- El prefiere a ese Omega - Susurro pero se sobre salto cuando su ojo callo de su lugar y un gusano salió del agujero. - oh mangel no de nuevo.

- calla niño - el gusano de un color azul salto a las piernas del Omega - te daremos mil razones por las que eres mejor que ese niñato - por las paredes bajaba un araña de un color naranja - oh Lolo, perfecto. - ambos bichitos se miraron y sonrieron.

- Escucha con atención Guillermo - la araña hablo y  cargo al gusanito, se colocaron frente a el dispuestos a subir el ánimo de su amado Omega.

Continuara...