IX

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La falta de aire me despertó, sentía sobre mí muchísimo peso. Me empecé a alterar, al mover los brazos para intentar liberarme de dicho peso, me di cuenta de que lo que tenía encima era una persona. Reuní toda mi fuerza, aprovechando que era bastante, y empujé el cuerpo hacía el borde de la cama. Un golpe sordo sonó en el suelo, por lo que supuse que esa persona se había caído de la cama por mi culpa, pero poco me importaba ya que en ese momento lo que más quería era respirar correctamente.

- ¡¿Qué coño te pasa?! -gritó Nate.

- ¿Qué te pasa a ti? ¡Casi me ahogas! -me quejé tras terminar de recuperar aire.

- Oh, lo siento -bajó la mirada avergonzado, con una pequeña sonrisa tiré de su brazo ligeramente, invitándolo a subir a la cama.

Aceptó con mucho gusto, así que subió, nos metimos entre las sábanas y nos acurrucamos. Después de un rato así, él bajó al salón mientras yo me daba una ducha. Al terminar, me puse ropa cómoda y avisé a Nate para que viniera conmigo a la sala en la que tenía mis videoconsolas. Le ofrecí un mandó, pero lo rechazó, así que decidí jugar al GTA mientras él miraba. Le pasé el mando para que jugara un rato, me senté en su regazo dándole la espalda a la pantalla y recorrí su cuello a besos en un intento por distraerle. Cuando le mataron, me pasó el mando, así que me giré dándole ahora a él la espalda y me apoyé en su pecho. Colocó una de sus manos en mi muslo y la otra en la cadera. Con la mano del muslo fue haciendo caricias acercándose cada vez más al interior del muslo y las ingles. Eso provocó que algo en mí se fuera encendiendo poco a poco, y por lo visto él lo notó, porque la mano de la cadera empezó a hacer caricias en mi feminidad por encima del pantalón. En un rápido movimiento separó sus piernas, causando que las mías también lo hicieran. Su mano se coló entre el pantalón y mi ropa interior, repitiendo las caricias, pero algo más lentas y presionadas.

- Nate... -solté un gemido.

- Dime, babygirl -dijo a la vez que hacía a un lado mis braguitas y acariciaba mi feminidad expuesta.

Mordí mi labio, intenté concentrarme en el juego de nuevo, pero me resultó verdaderamente imposible cuando sentí sus dedos introducirse en mí. Llevé una de mis manos a su rodilla y la apreté a la vez que mi respiración empezaba a entrecortarse. Me pegó más a él, de manera que su mano llegara con más facilidad a mi entrepierna, tras dos minutos realizando ese movimiento constante y repetido, llegué al clímax. Tapé con uno de mis brazos mi cara mientras regulaba mi respiración para después girarme y unir mis labios con los suyos. Llevé mis manos a su entrepierna por encima del pantalón apreté un poco y luego, sin dudarlo ni un segundo, desabroché su pantalón.

- Ahora te toca a ti -susurré antes de unir nuestros labios y empezar a masajear su miembro, subiendo la velocidad cada cierto tiempo.

[...]

- Damn, gurl, eso ha sido increíble -dijo tras llegar al límite y correrse.

- Lo mismo te digo, Maloley. -Le guiñé un ojo antes de ir a por papel y limpiar lo que habíamos manchado.

Pasamos la tarde jugando a videojuegos, cuando empezó a oscurecer llegó Sky, así que nos despedimos y Nate se fue.

- ¿Cómo ha ido la tarde? -preguntó moviendo las cejas, me sonrojé y sonreí.

- Ha habido progreso -admití.

Al final terminé contándole a Sky cada detalle de mi tarde y viceversa, tras cenar, vimos un rato la televisión y nos fuimos a dormir.

Drugged Boy [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora