Ya queda menos, no sé cuantas veces me llegué a repetirme "Ya queda menos" porque efectivamente y no creo que fuera el único que llegara a pensar eso, es decir, ¿quien no iba a querer que llegaran las vacaciones? y encima, ¿a quien no le gustaba el verano?. A la mayoría de los estudiantes, por no decir a todos, nos gustan las vacaciones de verano. Y ya por fin llegaron, ah perdón, se me ha olvidado presentarme. Para los que no me conozcáis (que seguramente seréis muchos) me llamo Dylan aunque muchos me llaman Dan por acortarlo creo. Tengo 17 años pero en nada y menos ese siete será un ocho. Me considero un chico normal, que vive en un sitio normal, en una casa normal, con una familia normal. Si, todo muy normal hasta el punto que a veces llega a aburrirme. Pero en fin tampoco puedo quejarme mucho. Bueno a lo que iba...-Me aclaro la garganta y en ese mismo instante entra la pesada de mi hermana pequeña con la que me llevo unos 2 años, siempre tan inoportuna ella-.
— Dan, dice mamá que...¿Ya estas otra vez con el vídeo blog ese? ¿No te cansas?
— A ver si aprendes a llamar antes de entrar en las habitaciones ajenas y no, no me canso. Es más...¿A ti qué te importa? -Suspiro leve. No entiendo porque siempre tiene que estar metiéndose en lo que hago o dejo de hacer, es lo que más me fastidia de ella. Seguidamente ella se encoje de hombros-.
—Vale vale no te alteres. -Dice con un tono burlón, se queda callada durante unos segundos hasta que parece recordar a lo que venía-. Dice mamá que si te vienes con nosotras de compras o te quedas.
-Se me escapó una leve carcajada al escucharla. ¿Yo? ¿Ir de compras? Eso suelen decir siempre, pero solo quieren que vaya para cargar con todas esas bolsas por todo el centro comercial. ¡Bua! Se me hace tan eterno que parece que no voy a salir de allí nunca o que saldré cuando se hayan comprado todo lo que haya en las tiendas. Puede que sea exagerado pero el hecho de ir cargando bolsas de una tienda a otra y no comprarme nada no es algo muy agradable la verdad-.
— No, paso. Prefiero quedarme aquí.
— ¿Con tu blog raro?
— Pero....¡Serás cotilla, fuera de aquí enana!
-Cojo lo que tengo más a mano creo que era un calcetín, y si, soy algo desordenado. El caso es que la muy suertuda lo esquiva no sé como y sale corriendo de mi habitación cerrando la puerta. Supongo que para asegurarse de que me cuesta más seguirla en el caso de que lo hiciera. Pero no me moví ni para recoger el calcetín del suelo.
— Tendrá suerte la enana esa...
-Me giro hacia la pantalla del portátil, lo apago dando por terminado el blog de hoy. No recuerdo cuando empecé a hacerlo pero el caso es que ya era como una especie de manía rara, que me gustaba, por supuesto que me gustaba. -Bajé la pantalla y fue entonces cuando escuché el sonido del timbre.-
— ¡Mamá han llamado! ¿Mamá? -Espero unos segundos pero no recibo ninguna respuesta-.
— Mierda se habrán ido ya... -Sin pensármelo me levanto, fuera quien fuera no le iba dejar ahí esperando-.
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Me tocó ser el aguanta velas.
Fiksi RemajaEsta historia se basa en esa etapa de la vida que los mayores suelen llamar "La flor". Y que para los adolescentes ya no tan adolescentes es un momento donde tienen que tomar decisiones cada vez más importantes, experimentan nuevas emociones, cambio...