-Lógicamente no sé a donde me lleva, solo veo pasillos, pasillos y más pasillos. Ya me hago una idea de como sería un laberinto, aunque ella parece saberse el camino de memoria. Como si ya hubiera llevado a unos cuantos tíos a donde quiera que me lleve, no sé si es mi mente que esta mal pensando o esta tía está desesperada y busca tema. Podría haberle tocado a otro, pero no, tuve que toparme con ella. Entonces se paró de golpe, abrió la puerta que tenía justo a su lado, la de los aseos para ser exacto. Y joder si me empujó fuerte, como si quisiera matarme vaya-.
— Por fin. -Suspira cerrando la puerta y se gira apoyando la espalda en esta a la vez que me miraba-.
— Em.... -Echo un vistazo a mi alrededor y vuelvo a mirarla- Estoy mal pensando y eso.
— Bien bien, tú mal piensa. -Dijo con una voz tan....Joder, tan provocativa. Mientras que se iba acercando lentamente-.
— ¿Por qué? -No sé ni para que pregunto, supongo que para asegurarme de que pensaba lo mismo que ella. Aunque....¿Qué cojones? Más claro no podía estar. Admito que podría llegar a provocarme lo suficiente como para seguirle el rollo pero no quiero ponerme a prueba, por si acaso. Le tengo tanto rencor que me niego ha quitarle el calentón, y más sabiendo que solo me quiere para eso, porque no creo que en una noche se haya vuelto loca por mi. Que va, imposible. Es eso, solo quiere desfogarse un rato y luego nada más, y esta claro que si me niego buscará a otro. ¿Es que se cree que soy un juguete con el que puede divertirse un rato? ¿Y luego seguir como si nada? Para ella será normal, vamos, estará acostumbrada a que todos le digan que si por estar buena o por su cara bonita. Ja. Vaya una inocente-.
— Porque vamos a pasar un buen rato Dylan. -Guiña un ojo-.
— Prefiero que me llamen Dan. -Me acerco disimuladamente a la puerta- Oh, no sabes cuanto lo estoy deseando. -Digo disimulando mis ganas de salir. Me apoyo cerca de la puerta y le hago una señal con la mano para que se acerque, al instante me entiende y se acerca hasta el punto que llegamos a rozarnos-.
— Parece que tienes las mismas ganas que yo. -Se acerca un poco más-.
— ¿Cómo iba a resistirme a....? -La miro de abajo hacia arriba, pongo una mano en su cuello acariciándolo mientras que con la otra la agarro de la cintura-.
— ¿Y cuando empezamos? -Dice mordiéndose el labio al mismo tiempo que cerraba un poco los ojos-.
— Pues....-Me acerco a su oído y le susurro- En tus sueños putilla. -Rápidamente abre los ojos separándose y me da una hostia, creo que con todas sus ganas. De remate me como la puerta, si la puerta, la abriría una tía supongo ya que era el baño de las chicas. El caso es que no solo vi estrellas, sino la vía láctea entera, mientras Celia aprovechó para salir corriendo. Y encima la chavala que me dio con la puerta al verme no paraba de descojonarse ella sola-.
— Siento haberos interrumpido el momento romántico. -Dice entre risa y risa-.
— Da igual, aunque si llegas a llamar antes de abrirla te lo hubiera agradecido. -Salgo del baño sin a penas mirarla. Más que importarme el hecho de que haya interrumpido, algo que ya había interrumpido yo antes, me importaba el como salir de ese laberinto de pasillos. Porque esta claro que no me voy a quedar aquí-.
— Vale vale. -Respira hondo dejando de reír y cierra la puerta-.
— Madre mía. -Empiezo a andar y me voy dando cuenta de que había exagerado mucho con lo del laberinto, ya que el pasillo era largo pero no había pérdida hasta la pista. Eso si, entre una cosa y otra ya no tengo ganas ni de estar aquí, ni de beber, ni de nada. Solo quiero tumbarme en la cama y quedarme tan cómodo. Pero no puedo irme así sin avisar a Alli, o a Josh. Por suerte al rato consigo encontrarles, menos mal-.
— ¡Wow Dan! -Se acerca tambaleándose un poco y seguida de él viene Alli- ¿Dónde estabas?
— No sé, me había perdido por ahí. -En fin. Ojalá hubiera sido solo eso, y no es que no quiera contárselo sino que prefiero hacerlo mañana cuando ya esté fresco-.
— Tu como siempre Dan. -Le da un trago lo que sea que tuviera en el vaso y suelta una risa tonta. Ya estaba cogiendo el punto al parecer-.
— Si si bueno. Que mejor me voy ya.
— ¿Ya? ¿Tan pronto? -Dice Josh con un tono algo dramático, demasiado-.
— Si es que.... -Me callo unos segundos hasta que me viene una respuesta creíble a la cabeza- Me duele la cabeza y no me encuentro muy bien. Quedaros si queréis. Ya nos veremos, ¿va?
— Vale vale. -Dice Alli mientras que Josh asiente con la cabeza-.
-Nada más salir de allí siento como un alivio por el cuerpo, menos en la cara que todavía siento algo de dolor, creo que me habrá dejado marca. Aunque ya saldré de dudas cuando llegue a casa, o sino mañana cuando me levante. Porque con tanto silencio por las calles me esta entrando hasta sueño, solo quiero dormir y dormir. Joder, por fin he llegado, ¿por qué cuando quiero llegar se me hace el camino tan eterno? En fin, son cosas raras de la vida. Nada más entrar en la casa veo la luz del salón encendida y la curiosidad es lo que hace que me asome-.
— ¿Mamá? ¿Qué haces aún despierta? -Me mira levantándose del sillón que estaba justo delante de la chimenea-.
— Estaba esperando a que llegaras, porque parece que ya te has olvidado de algo.
— Em.... -Intento recordar pero no se me viene nada a la mente. ¿Me habrá dejado tocado el portazo? Que va, no creo que sea eso-.
— Lo que yo pensaba. Es que no tienes remedio hijo mio. -Suspira negando varias veces-.
— Pero....¿No me lo vas a decir? ¿O te has quedado despierta para nada?
— Anda ve a dormirte que tienes cara de zombie, y ya mañana si sigues sin acordarte te lo digo. -Suelta una leve carcajada que llega a parecer un susurro-.
— Oh, gracias por el halago mamá. Yo también te quiero eh.
— Lo sé hijo, lo sé. -Sonríe después de darme un beso en la mejilla- Apaga la luz. -Dice justo antes de meterse en su cuarto y cerrar la puerta-.
-La apago y voy directo hacia mi habitación. ¿Cómo no? Mis ganas de tumbarme aumentan por segundos. Nada más llegar me quito la camiseta, seguidamente los pantalones y los lanzo no sé a donde ya que la luz estaba apagada, porque ni me he molestado en encenderla. Me tumbo de golpe en la cama y me quedo mirando el techo. ¿Qué se me habrá olvidado? ¿Tan importante es como para que me haya estado esperando despierta? ¡Buah! Puta memoria tio. Me muevo para tumbarme de lado. Y así estuve dandole vueltas al tema unas cuantas horas hasta que consigo dormirme-.
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Me tocó ser el aguanta velas.
Fiksi RemajaEsta historia se basa en esa etapa de la vida que los mayores suelen llamar "La flor". Y que para los adolescentes ya no tan adolescentes es un momento donde tienen que tomar decisiones cada vez más importantes, experimentan nuevas emociones, cambio...