Había llegado a casa, había llegado a mi habitación y no me esforcé por encender ninguna luz, simplemente me senté en la cama intentando procesar todo lo que estaba ocurriendo.
Creía que yo sería de esas personas que se retiran de éste mundo en paz. Pero, ¿qué fue lo que me pasó? Porque no puedo recordar nada.
De repente escucho la puerta abrirse y decido no prestarle atención porque sé que es Oliver y sé que no va a prestarme atención.
—¡Amor, llegué a casa! —escuché la voz de mi esposo y me levanté rápidamente. Conocía ese tono de voz, sabía que cuando se escuchaba muy relajado es porque había tomado.
Decidí salir de la habitación. Caminé lentamente por el pasillo hasta que vi la puerta del baño abierta. Escuchaba el sonido de un grifo abierto, el agua caía hacia la tina. Al haber entrado vi a Oliver de espaldas, parecía que se desabrochaba su camisa.
—Tengo una idea para que estemos juntos. —volteó a verme. Estaba despeinado, sonreía ladino y sus ojos brillaban.
—¿De qué hablás? —pregunté extrañado.
Oliver estaba llenando la tina de agua, y cuando terminó de sacarse su camisa, la dejó caer en el suelo quedando sólo con una remera blanca. Se había quitado sus zapatos también así que estaba con unos pantalones de jeans y al final cerró el paso de agua y decidió meterse a la tina.
—Vamos a estar juntos —dijo mientras se sentaba en la tina. Después me miró y sonrió aunque fue amargo ahora—. Hoy decido irme contigo, amor.
Yo abrí más mis ojos impresionado al ver a Oliver sumergirse completamente en el agua.
Solté un suspiro pesado que me pesó en el pecho y sentí mi corazón apretujarse hasta dejarme sin aire.—¡No, Oli! —me acerqué rápidamente a la tina y lo tomé de los hombros intentando levantarlo, pero por más que lo intentaba con todas mis fuerzas no podía. Oliver era más grande y más fuerte— ¡Amor, por favor! —exclamé y sentí sus manos atraparme, me hundió en el agua junto con él y terminé empapado.
Bajo el agua mis cabellos se elevaron dejándome ver bien el rostro de Oliver. Sus ojos se entrecerraron y entonces me arrodillé en la tina, puse mis manos sobre las de Oliver e intenté levantarlo una vez más mientras que me libraba del agarre y terminé sentado encima de él.
—¡Oliver, levantate! —exclamé y lo vi sonriente. Unas últimas burbujas brotar a la superficie.
El agua estuvo calma luego de unos segundos mientras que la sonrisa de Oliver se desvanecía tras fruncir el ceño por un momento, las gotas que se desprendían de mis cabellos a penas la enturbiaban al final.
Oliver seguía mirándome. Y yo lo tomé y tiré de él con todas mis fuerzas pero no podía levantarlo, no podía salvar a mi esposo.
—Mierda, mierda... —dije rápidamente. ¿Alguien podría oirme si empiezo a hacer ruidos? Debía intentarlo.
Miré el grifo del agua y lo abrí, dejé que la tina comience a desbordarse. Miré por última vez a mi esposo antes de salirme del cuarto de baño, no lo dejaría morir.
Salí corriendo del baño, me acerqué a la cocina y abrí todos los grifos, inundaría el departamento para llamar la atención.
Encendí la chimenea eléctrica, cuando el agua llegue a ella se quemará y el humo aprenderá la alarma de incendios entonces llamará al portero y a los bomberos. Alguien debía concurrir pronto.
Sentía mi respiración agitarse, la adrenalina recorrería mi cuerpo dejándome frenético al pensar que Oliver se estaba lastimando. Oliver no debía ser herido jamás.
Agarré las fotos que estaban en los muebles y comencé a arrojarlas hacia la puerta.
Los marcos arremetían contra la puerta y se rompían, dejando los cristales esparcidos por el suelo.—¡Ayuda! —¿alguien podría oír mis gritos?— ¡Por favor! —seguí gritando mientras que tomaba las decoraciones de nuestra sala para estrellarlas contra la pared. Y al final, una explosión se escuchó a mi lado. El agua había llegado a la chimenea, el humo había llegado al techo y la alarma de humo comenzó a sonar.
El pibido incesante llamó a los vecinos porque escuchaba golpes en la puerta.
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amantes de días nublados
FanfictionSin terminar. Kellin cree que su matrimonio con Oliver está arruinado, Oliver en cambio no tiene idea de lo que está pasando.