Drake:Usualmente soy un tipo calmado, que no le importan los objetos materiales ni tampoco siente empatía hacia las personas, pero, hoy no pude contener mi rabia cuando vi a esos tipos destrozando mi moto, el único recuerdo que me quedaba de mi madre.
Lo peor fue cuando vi a Rose, cuando la vi caer y vi su sangre el alma me salió del cuerpo y me puse nervioso. Ahora, esa chica, que tiene la cara de un ángel pero la actitud como un demonio va desmayada en el asiento trasero de su propio auto. Su amigo está tan nervioso que me transmite los nervios a mi.
No suelo ser tan nervioso o histérico, tampoco muy violento.
Se que cuando llegue al bar y los demás dragones la vean, será un problema para mi pero no puedo dejarla, no cuando fue mi culpa.
- ¿ por que se desmayó, si no ha perdido mucha sangre? — pregunta, el amigo. Creo que se llama Juan.
- No soy doctor. — estoy cabreado con este tipo. Se quedo como un idiota, no hizo nada.
- Pueda ser el dolor, hay veces que nuestro cuerpo no lo resiste.— creo que el está tratando de buscar una razón, y así consolarse de que no hizo nada.
- Quizás, si no te hubieses quedado ahí como un idiota ella no estaría así. — lo miro por un segundo.
El se ríe.
- Esos tipos no estaban allí por mi para empezar, quizás si tú no hubieses aparecido ella no le pasaría nada. — bien dicho, me callo la boca por completo. Lo merezco...
Cinco minutos después estoy caminado con ella en mi brazos, no hay nadie en el estacionamiento y eso es un alivio, no quiero dar explicaciones ahora, aún estoy enojado con esos tipos y juro encontrarlos, cuando lo haga no quedará nada de sus caras.
- Esto puede ser una escena de terror, el chico malo con la chica buena en sus brazos envuelta en un vestido blanco manchado de sangre, es caótico. — el trata de alcanzarme a la puerta pero ya la he atravesado.
- No creo que ella sea una chica buena. — sonrió un poco, pero de inmediato entro pongo mi rostro serio.
Veo a cinco personas, que me miran sorprendidos. Los gemelos OB, Gato, Nash y Michael.
- Busquen unas mantas, el kit de primeros auxilios y Vodka. — les ordenó.
Los muchachos actúan de inmediato, Nash me mira sorprendida. Observa la chica en mis brazos con el ceño fruncido.
- ¿ Qué haces ahí? — le gritó, estoy en el borde de los nervios. — ve a desinfectarte las manos, tú harás esto.
Ella se sobresalta y camina de inmediato a la parte de atrás.
Minutos después están todos aquí, en silencio, observando a Nash sacando los cristales. Mientras, yo camino desesperado de lado a lado.
- Podrías dejar de caminar tanto, me vas a poner nerviosa. — Nash casi me grita.
Me siento de inmediato y tomo un largo trago del vodka.
- ¿ Podrías decirnos qué pasó, te veo más nervioso de lo que antes te había visto? — se acerca gato, toma una silla y me acompaña.
- Fue mi culpa, unos tipos destrozaron mi moto, ella me defendió estrellando una botella en su cabeza, pero el la empujó hacia los cristales y pues, ahora está así. — Señaló el sofá en donde Nash está trabajando.
Hablé demasiado rápido, cierto?
- ¿ Ella te defendió? — su cara de asombro me agota.
Suelto un suspiro agotador.