Friend-zoneada

||El día en que comenzó todo.||

•7 meses atrás•

El aire era irrespirable, el espantoso calor del verano lo volvía tibio y molesto para mis pulmones.

El camión acababa de detenerse y por lo tanto nosotras también.

Mamá me dio una larga mirada.

-No seas amargada, -me sonríe -harás nuevos amigos.

La observo con sarcasmo. -¿Hurra?

Río suavemente y bajo del auto.

El lugar parecía tranquilo, con silencio e impecables casas. Uno que otro pequeño jugando en las veredas y eso era todo.

Era el ultimo viaje hasta quedarnos definitivamente. La ultimas cosas habían llegado con nosotras y solo quedaba ordenarlas dentro de la nueva casa.

En silencio caminé a lo que seria mi cuarto y avancé distraídamente hasta la ventana. Un gran árbol de cerezas daba sombra suficiente para evitar que el aire se volviera irrespirable dentro.

Por eso mismo la había elegido, además del gran armario que tenía.

Con el ceño fruncido apoye ambos codos en el marco de la ventana y me deje caer sobre mis palmas.

Silencio. Calma. Tranquilidad. Una pepa cayendo en mi cabeza.

-¿Pero qué mier...? -miré en todas direcciones.

-¡Oye! -una voz se escucho desde el patio trasero.

Asome la mitad del cuerpo al patio. Quien sea que gritaba debería de estar oculto, porque no se veía nadie.

Otra pepa choco en mi cabeza. -¡Pss! ¡oye!

Elevo mi mirada al cerezo. Y me encuentro con unos ojos marrones mirandome con curiosidad.

Mis mejillas se encienden. Mi latidos aumentan. Siento los nervios aumentar en mi.

Debería estar enfurecida por encontrar a un chico en el árbol de mi nueva casa, pero en cambio solo lo observo en silencio sin reaccionar a nada.

-¿Cómo te llamas? -grita llevando otra cereza a su boca.

-Paz -respondo saliendo del trance.

Me sonríe. -Alejandro. ¿Eres nueva aquí?

Asiento despacio.

-Ven -me dice y comienza a bajar con cuidado de no caer.

Entro en pánico.
Acabo de llegar y sale este chico de la nada y ahora me dice que vaya y... Esperen.
Yo debería estar enojada.
Esta en mí árbol, de mí casa, de mí propiedad.
Deberia haber hecho algo, no sé, lanzarle un cuaderno o una zapatilla, o...

-¡Paz! -mamá llama interrumpiendo mi reflexión interna -¡Un chico te busca!

Corriendo bajo las escaleras hasta llegar a su lado.

-Es lindo, -susurra mamá -atacas rápido, ¿eh?

La observo y entiende a la perfección mi expresión de: Por favor, no empieces.

-Te ves tan bien como desde la ventana -dice el chico al momento en que llego a su lado. ¿Acaso no tiene filtro?

Me encojo de hombros al no saber que responder.

-Veo que eres de pocas palabras -dice sonriendome y aprieta mi mejilla. -Eso es tierno.

Ay, Jesús, que se calle o me pondre como tomate.

-¿Paz?

Sacudo un poco la cabeza. -¿Qué?

-Nada -suelta una carcajada. -Creo que seremos buenos amigos.

Una sonrisa de vuelta. Eso es todo lo que respondí.

•Hoy•

-Mamá, no se si quererte u odiarte por elegir esta casa -me medio quejo.

-¿Por qué? ¿peleaste con tu amigo? -suelta intrigada.

-No, ts. Es solo que quiero tanto este lugar como lo detesto.

Bien, eso no tuvo sentido. Creo.

-¿Para la próxima puedo elegir yo la casa? -digo uniendo ambas manos a pesar de que ella no me veía.

Giró en su lugar para dedicarme una burlona sonrisa. -No habrá próxima, Paz.

Excelente, veré a Alejandro el resto de mi vida.
Podré oírlo cada uno de los 365 días decirme...

Un mensaje interrumpe mi emotivo discurso.

De: Alejou ❤
"Amiguita linda, hermanita hermosa. Necesito mi cuaderno de historia de vuelta :* ¿terminaste de usarlo?"

Di un fuerte soplido.

Como decía. Podré oírlo cada uno de los 365 días decirme "amiga" y sus variables.

¡Maldita sea, Alejandro! ¡date cuenta, me gustas!

°•°•°•°•°•°•°•°

-Nuestra amistad.
-Mejores amigos.
-Amiguis.
-Hermanita.
-Amiga.
-Hermana de otra madre.
Y otras mierdas que me lanzan directo a la calida y apasible, que digo, la terrible y frustrante: Friendzone.
Población: +100.000.000 pobres diablos y me incluyo.
Soy Paz Garcés, y así es como el chico que me gusta un poco (mucho) me "friendzonea" hasta por si acaso.