Capítulo 6 [Unidos]

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Sasuke sobrevolaba con su Susanoo los bosques que rodeaban la aldea, en cuanto salio de la oficina de Naruto, emprendió viaje al punto señalado por Sai. La preocupación amenazaba por dominarlo, pero no podía, debía ser objetivo, debía estar en su máximo estado de concentración, Sarada era una Kunoichi y estos eran los riesgos a los que estaba expuesta, pero, a pesar de tratar de pensarlo con la cabeza fría, en este momento no era un Shinobi, era un padre desesperado.

Hace muchos años, y sin que Sarada lo supiera, le había hecho la promesa de que jamas nada le pasaría en la vida, y que sin importar que, el la protegería; tenia que cumplir esa promesa, aunque fuera esa, ya había roto muchas.

El ave de Sai apareció en el horizonte, así que Sasuke aumento su chakra, para poder acercarse al lugar, el Shinobi al instante disminuyo la velocidad y se detuvo a su lado, sabia que Sasuke llegaría mas rápido a la aldea en su Susanoo.

-¡Llévatelos rápido! – grito Sai en la distancia – llegaran mas rápido contigo

- ¿Cómo están? – pregunto saltando al ave

- Boruto y Konohamaru son los más graves – mirándolos – necesitan atención inmediata, o sino... - Sasuke se acerca a ellos

- Introduje lo mas que pude de chakra a los cuatro, pero si sigo haciéndolo, no podre continuar – agrego el Ambu

- Descuida – dijo Sasuke. Aunque estaba muy preocupado, Konohamaru y Boruto no se veían nada bien, de hecho, el sensei estaba volviendo a sangrar – ayúdame – toma veloz a Konohamaru y lo traspasa al Susanoo, Sai toma a Boruto y el Ambu toma a Sarada y Mitsuki, están menos heridos y es mas fácil manejarlos. Así, los tres, desaparecen en el cielo, rumbo nuevamente a la aldea, no había mas tiempo que perder.

Hospital de Konoha

Sakura había aislado varios pabellones, debía estar preparada para lo que fuera, ya estaba mas que anestesiada para situaciones así, pero es diferente, cuando es tu hija la que puede venir a ti, con riesgo vital. Estaba anexando los últimos implementos en el pabellón tres, cuando Tsunade y Shizune aparecieron en la sala.

-Ya nos enteramos, no podrás sola... te ayudaremos – comento Tsunade

- Como en los viejos tiempos – sonriéndoles

- ¿Dónde están? – pregunto Shizune

- Sai los traía y Sasuke fue a encontrarlos a mitad de camino – cierra la puerta – solo espero que todo salga bien.

En la sala de espera, Hinata se paseaba de un lugar a otro, la angustia la estaba matando y fue peor, cuando vio a su pequeña entrar por la puerta, acompañada de Ino.

-¿Qué haces aquí? – viéndola acercarse

- Perdóname, Hinata... - dice Ino – pero no quiso entender

- ¿Cómo esta? ¿Esta bien? – pregunto Himawari

- No puedes estar aquí, vete a la casa y cuando pase todo, te avisare... - tratando de sonar calma

- No, mama – respondió firme. Tanto Ino como Hinata se asombraron – se que piensas que soy muy pequeña para todo, pero se trata de mi hermano, no me moveré de aquí hasta ver que esta bien – se sienta en una silla. Muy en el fondo, esta asustada por haberle hablado así a su madre, jamas lo había hecho, pero necesitaba que entendiera su punto.

- Esta... bien – sentándose a su lado – perdón

- Estamos juntas en esto – tomando su mano. Hinata, en verdad, a veces subestimaba a su hija.

Maldición del OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora