Sasuke movía quizás con demasiada fuerza a Sakura, pero en verdad necesitaba que despertara, rogaba que lo hiciera, pero no había caso, su esposa no reaccionaba y ni siquiera mostraba señales de estar respirando.
Todos los presentes entraron en pánico, como podían pasar de un simple momento de gratitud y felicidad, al terror y la preocupación pura nuevamente; Naruto fue el primero en acercar paso a su compañera y amiga, pero la ayudante de pabellón actuó mas rápido que cualquiera.
- ¡Todos afuera! - comenzando prácticamente a empujarlos - ¡Obedezcan por favor! - mira al otro ayudante - ¡Llévate a Konohamaru a la sala de recuperaciones! ¡No puede estar aquí! - el compañero se mueve veloz - ¡Incluso usted Séptimo! - mirando a Naruto - por favor...
Aun con la preocupación a flor de piel, Naruto comprendió que era lo mejor y mientras rogaba con una ultima mirada hacia el matrimonio amigo, saco a todos los presentes. Konohamaru sintio la culpa subir por su pecho, estaba tan agradecido con Sakura, pero no quería que esto le costara su salud o algo mucho peor. Cuando todos estuvieron afuera, la ayudante guió a Sasuke fuera de la sala, con cierta rapidez e urgencia, para pasar a otro pabellón, el azabache algo dubitativo coloco a su esposa sobre la camilla, justo cuando Tsunade cruzaba la puerta.
-¿Que sucede? - pregunto con suma preocupación
- Perdió el conocimiento - agrego la ayudante - de nuevo... - a Sasuke le dolió de sobremanera esa frase. ¿Cuantas veces terminaría así su esposa, tratando de salvar vidas?
- ¿Cual es tu limite? - se pregunto en un susurro Tsunade mientras acariciaba la mejilla de su discípula. Estaba mas que claro, Sakura era sin duda la mejor ninja medico del mundo shinobi, pero seguir haciendo esto... ¿Podría traer algún efecto secundario en ella? - tranquilo... - la mirada de angustia que Sasuke cargaba, consternaba a la sannin - se que no suena bien, pero esto le pasa mas seguido de lo que crees... ni ella mide las consecuencias
- ¿Estará bien? - pregunta aun mirando a su esposa
- Si, descuida - activando su propio sello - devolveré su chakra base... el resto lo hará su cuerpo - comenzando el traspaso - estará quizás un día inconsciente...
¿Un día? Quizás sonaba poco, pero para Sasuke parecía una eternidad, pero debía ser paciente, sabia que su esposa estaba en las mejores manos, pero de algo estaba seguro, Sarada era una digna hija de su madre, ambas habían agotado todas sus reservas de chakra tratando de salvar a otros, sin medir consecuencias y riesgos, solo porque era lo correcto. A veces se preguntaba como dos mujeres tan excepcionales, estaban vinculadas a él. Y así, mientras Tsunade curaba a Sakura, el resto solo quería irse a casa.
Luego de que la ayudante les dijera que Tsunade estaba atendiendo a Sakura y que no había ningún riesgo, Hanabi se despidió de su hermana y se fue a la habitación de Konohamaru, se negaba a separarse de él, y ademas quería avisarle que Sakura estaba bien, no quería que se sintiera culpable.
Por su lado, Naruto y Hinata estaban mas que agradecidos con las Uchihas y Mitsuki, habían salvado la vida de Boruto y de Konohamaru, aun bajo el riesgo de sus propias vidas. Cuando aparecieron nuevamente en la sala de espera, se encontraron a casi todos los gennin sentados aun, esperando noticias, inclusive Himawari seguía en el lugar, la cual no aguanto el cansancio y se quedo dormida. Inojin estaba sentado a su lado, la había tapado con unas mantas y la vigilaba, como un guardián de sueños; Hinata sonrió mas que agradecida.
- Muchas gracias - comento hincándose frente a ellos - por no dejarla sola en ningún momento
- Jamas - respondió el Yamanaka - y ademas, es un placer hacerle compañía... - mirando a Himawari dormir
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Maldición del Odio
FanfictionEs el momento de las nuevas generaciones. Los antiguos gennin de Konoha, ya no están en el mismo mundo donde ellos crecieron, las guerras ya no existen, sólo hay paz. Algunos de ellos están casados y con hijos y deben observar como se forjan nuevos...