La Jounin iba a refutar, pero se dio cuenta que era peor dar explicaciones – por supuesto, jamás quisiera hacerle daño a Hanabi o a nadie... - abriendo la puerta – gracias y me avisas de sus mejoras, no quiero aparecerme por aquí por ahora – sale completamente decaída.
La vedad, esto había salido peor de lo que siquiera alguna vez había pensado, y lo que mas la atormentaba es que todo lo que había dicho Konohamaru, era cierto. Cuando fueron nombrados chunnin, Konohamaru se le declaro, le dijo que desde hace un tiempo había dejado de verla como su compañera, que tenia grandes sentimientos por ella y que quería compartirlos, ser sincero, esperando quizás una respuesta similar por parte de ella.
Y su corazón quería dársela, porque compartía los mismos sentimientos que él y quizás incluso más intensos, llevaba amándolo desde que era una niña, desde que los habían asignado al mismo equipo, prometiéndose a sí misma que algún día encontraría el valor para demostrarle su amor y estar a su lado, pero los miedos, las inseguridades fueron más, y no solo las propias, sino también las que otros imponían en ella. Todo el mundo le decía que Konohamaru sería el próximo Hokage, que seria aun mas grande que el Tercer Hokage y que de seguro se casaría con una mujer de la alta sociedad, alguna kunoichi de Clan prestigioso o incluso con la hija o la nieta del Señor Feudal, porque era claro que un Sarutobi de su estatus no se fijaría jamás en alguien sin habilidades especiales que no pertenece a ningún Clan.
Y ese fue el motivo principal que la freno a revelar sus sentimientos, a mentir y terminar diciéndole que solo lo veía como un amigo, su mejor amigo, un camarada, pero nada más, él en un comienzo no le creyó y le aseguro que él sabía que ella sentía lo mismo, pero ella insisto en su respuesta, para finalmente decirle que jamás podría fijarse en alguien de un Clan, que ella lo veía mas como el honorable nieto del Tercer Hokage, alguien distinto, de alta alcurnia, no como Konohamaru; ella no podía darle lo que él quería. Ahora se arrepentía tanto de su decisión, porque de cierta forma sentía que lo había orillado a aceptar a Hanabi, pero como siempre, al Sarutobi le gustaba complicarse la vida en exceso; quizás incluso hoy en día, los ancianos del Clan la aceptarían a ella como una buena candidata, en vez que a Hanabi, pero ya era tarde.
Sin embargo, ahora no tenía tiempo para arrepentimientos, lo importante era que Konohamaru se recuperara y también tenia que cumplir su palabra, quizás así, se le olvidaba todo lo que había pasado y dicho, y podían fingir completo desinterés a todo lo sucedido. Agradeció de sobremanera el encontrarse con Shikadai y Mitsuki rondando el Hospital, porque así pudo informarles a ambos que los esperaba a sus respectivos equipos en el campo de entrenamiento en tres horas, informo eso y luego se marchó, no dando mayores explicaciones, no estaba en condiciones.
Por su lado, y antes de separarse para ir a informar a sus respectivos equipos de las nuevas órdenes, Mitsuki había alcanzado hace solo unos minutos a Shikadai por las calles cercanas, necesitaba saber que estaba pasando, que tan delicada era la situación entre Boruto y Sarada y lo más importante, como podían arreglarla, porque era obvio que jamás habían estado tanto tiempo distanciados, pero para su mala suerte, Shikadai manejaba la misma información que él, el malentendido entre los dos, la mentira de Sumire y la desconsideración que Sarada piensa que Boruto siente hacia ella; no había mucho más.
Y aunque la parte más egoísta del corazón de Shikadai le decía que podría tener una chance si ambos seguían molestos uno con el otro, la verdad es que no soportaba ver a Sarada tan decaída y sobre todo las cosas, Boruto era su amigo, además sabia que Mitsuki estaba igual de preocupado, así que acordaron observar como se mostraban las cosas hoy durante el entrenamiento, luego verían como abordarlo.
Para la Uchiha, la noticia fue nefasta, aun no quería ver a Boruto, no se sentía lista y como esa misma tarde habían acordado con sus padres emprender camino por la noche hacia la tumba de su tío, para llegar a primera hora de mañana, le pidió a su madre, antes de salir de casa, que fuera a buscarla al campo de entrenamiento, porque si no, no le creían que tenía cosas que hacer; la verdad es que no quería que Boruto la obligara a quedarse conversando con ella, y aunque Sakura no comprendió muy bien los motivos, termino aceptando.
ESTÁS LEYENDO
Maldición del Odio
Fiksi PenggemarEs el momento de las nuevas generaciones. Los antiguos gennin de Konoha, ya no están en el mismo mundo donde ellos crecieron, las guerras ya no existen, sólo hay paz. Algunos de ellos están casados y con hijos y deben observar como se forjan nuevos...