🤰🏻.Querida. 🥀#3

479 46 1
                                    

Podía dedicar toda su vida a proclamarle la guerra a los demonios, sin duda Tanjirou tampoco quería llegar a su destino para no volver a entrar devuelta al infierno de emociones que era su destruido hogar y a las duras decisiones que debería tomar como donde encontraría el valor para encarar a su hermosa madre en adelante debiendo ser él el que termine de educar a sus hermanos menores si sus hermanas ya no estaban, pero también quería llegar de inmediato para por fin sostener en sus brazos al hermano menor que gritaba por consuelo, él que era cargado solo por su madre y dos de sus hermanos y él que solo debía recibir algo en específico y nada más por parte del primer hijo de la familia, al entrar a su casa buscó desesperada mente a Rokuta y lo percibe bajo la madera del suelo donde se encontraba su querida madre, temblaba al tratar de remover la con cuidado para poder quitar la madera con el hacha pero se llevó un gran susto seguido de un cálido alivio, sintió una agónica respiración viniendo de su querida madre ¡Eso era bueno, aún podía salvarse, aún estaba a tiempo!; fue lo que pensó Tanjirou.

-¡Madr...!-. Pero antes de desbordar le todas sus emociones y calma con toda seguridad fue silenciado por la siniestra seriedad de su querida madre, recordando le cada error que cometió ya en ese día. Su madre aguantando el dolor de seguir respirando mantuvo su gran enojo, debía corregir a su hijo mayor por última vez, darle el último sermón de tantos.

-Kamado Tanjirou...-. Habló de forma lenta, sin duda aun para estar moribunda a los brazos de la muerte se notaba que los Kamado de verdad eran una familia atroz, su madre estando a punto de morir no dejaba de ser ella misma, usando ese maldito tono de voz otra vez, cambiando el peso de la gravedad a un ambiente increíblemente pesado, como lo hacía siempre a los ojos cerrados de los demás.-Tu de verdad... ¡MOCOSO!... Insensato, dejaste vivir a ese entrometido... Lloriqueaste a no más poder... ¡Y aún no vas a buscar a los que siguen después de ti!-. Cada frase dicha por su madre hacia que agachara cada vez más la cabeza ante la última decepción que le dejaría a la que tanto le reprendió desde su más tierno recuerdo.- ¿Que fue eso? ¿No te educamos más fuerte? . . . ¿O otra vez no pudiste con las emociones?-.



.



.



.



Logro descubrir a Rokuta escondido entre su manta lleno de tierra y de la sangre que le estuvo goteando desde arriba de la madera del suelo; aun lloraba por encontrarse solo y despojado de su madre, Tanjirou se quedó paralizado dándose el lujo de poder analizar la situación; a los Kamado sinceramente les importaba nada el cómo se sentían las personas al ser despojadas de sus seres queridos pero el que se atreviesen a siquiera levantarle la voz a él o a su familia era ya un acto imperdonable.

-Es cierto *snif*. . . Esa mujer solo era buena con los demás. . . Pero de haber podido salvarte lo hubiera hecho madre. . . Yo si- El eco de sus últimas palabras le generaron terribles punzadas; "Ya ni sé que era mío, pero si te amé Tanjurou".

Pero seguía ahí, quieto y lleno de furia, de dolor, frustración, impotencia, desolación, euforia, confusión, inquietud, sentía el corazón tan acelerado que sostuvo su pecho para evitar que saliera en cualquier momento; por primera vez podría estar experimentando lo que era el miedo puesto que no sabía qué hacer y le preocupaba expresar debilidad frente a su hermano más joven. Intentó dejar todo eso de lado y sacudió su cabeza, sentía que era una decepción ante su hermano menor siendo posiblemente el único que se había salvado, sentía que no podía ni parpadear porque tal vez de un segundo a otro él bebe desaparearía, se mantuvo en la misma posición por varios minutos sosteniendo y sobando su ya adolorida cabeza con un brazo y con otro sostenía el arma que era por ley jamás soltarla en situaciones difíciles.

Cuando las lágrimas se volvieron escasas y todo ruido había cesado despertó de su trance sintiendo el cercano atardecer, volteo a ver a Rokuta quien ya se había cansado de llorar y de no ser atendido, fue ahí que el mayor de los Kamado se había avergonzado a sí mismo una vez más dejando abandonado a lo que posiblemente le quedaba de familia, muy a su pesar y con cansancio aparte de que ya no aguantaba los ojos de tanto haber llorado, aun dudaba de cargarlo pero ninguna de sus hermanas estaban para encargarse de él lo cual era buena excusa para conocer el calor de su hermano menor, lentamente acurruco con miedo a Rokuta entre sus brazos pero sintió asqueroso el manto en el que estaba envuelto él bebe así que se quitó su haori cuadriculado para remplazar el manto.

Luego de colocar al bebé en su espalda, se dirigió a cavar un hoyo para darle digna sepultura a su bella madre pero aun tardándose en darse cuenta que aún no veía donde estaban sus demás hermanos, después de cavar empezó la búsqueda en toda la casa y no encontrando dio paso a otro rayo de esperanza pero ahora la pregunta era en donde se encontraban, ya era demasiado tarde para andar por ahí solo por andar y la interrogante del sí estaban bien chocaba mucho con las emociones inestables del hermano mayor; así que después de cargar a su madre y recostarla lo más cuidadosamente posible sobre el lugar donde dormiría eternamente regreso dentro de su inestable hogar y usando la nieve como medio para transportar la sangre comenzó a cubrir el cuerpo de la mujer que lo educo con la nieve llena de sangre de ella misma y algunos de sus hijos, fue luego que colocó las rocas porque quería que la nieve amortiguara un poco el peso que infringirían sobre el bello cuerpo de la que protegió con lo que pudo a sus queridos hermanos, la sangre era un lindo toque para representar el Orgullo Kamado que los ancestros les habían dejado y para no dejar que cualquiera la tomase, seria indigno que quienes no pertenecen a la familia tomasen su sangre; sintió que algo se le había olvidado... Antes de emprender camino dio una carrerita para tallar le una flor de madera y dejarla reposar para que le hiciera compañía en su sueño y por fin salió corriendo en la búsqueda de sus hermanos mientras mantenía firme el agarre del hacha; volverían en otro momento a su hogar solo para recuperar esa sangre.

Madre; porque así eres. . .

Más que Cazador... Asesino (KnY) GiyuuTan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora