•Capitulo 4•

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Después de conducir por quince minutos llegamos al hospital, Nam tuvo que cargar a Jungkook en su espalda pues cada vez estaba peor, además de no parar de decir incoherencias.

Cuando entramos al hospital tuvimos que esperar otros quince minutos para que pasaran a Jungkook a una habitación.

—¿Por qué tienes la cara tan grande? —Pregunto mirándome desde la cama del hospital— ¿Y el cuerpo tan pequeño?

—Acuéstate —Conteste.

Claramente estaba teniendo alucinaciones, pues no dejaba de decir tonterías y reírse mientras las decía.

—Esta bien Magnolia —Respondió riendo mientas se volví acostar.

Después de eso hablamos con el doctor, nos explico que tenían que hacerle un lavado intestinal a Jungkook y que le harían unos exámenes.También tuvimos que pagarle para que en el historial clínico apareciera que llegó el hospital por una indigestión y no por estar drogado.

Dos horas después de eso estábamos en la habitación de Jungkook, ya le habían hecho el lavado intestinal, él estaba dormido mientras Nam y yo hablábamos.

—Cuando hable con el —Dije sentada en una silla al lado de la camilla— Dijo que se drogaba para no pensar en mi.

—Lo hace desde que terminaste con el —Respondió Nam desde el otro lado de la habitación.

—¿Y no hiciste nada para detenerlo? —Pregunte con una pizca de enojo.

—Lo intente, todos lo hicimos —Respondió bajado la cabeza— Pero no pudimos...

—¿Sabes que puede morir por eso no? —Pregunte con ironía.

—Desde que te fuiste no hacia las cosas con la misma energía y no podía ensayar bien por tu culpa —Contesto enojado.

—¿Me estás culpando? —Pregunté irritada.

—No, solo digo que Jungkook es muy sensible...y esa fue la única forma que encontró para olvidarte —Respondió con un poco más de calma.

No sabía que responder ante eso, por lo que guarde silencio.

No supe cuando me quedé dormida en esa silla, lo que si supe fue que desperté con un dolor de espalda y muy temprano, pues Nam y Kook seguían dormidos.

Me levanté de esa incómoda silla y salí de aquella habitación por un café, anoche no había dormido nada bien y estaba muy cansada.

Di algunas vuelvas por el hospital mientras tomaba mi café, y descubrí que no era tan temprano como creía de hecho eran las nueve de la mañana.

Después de terminar mi café volví a la habitación pero cuando iba abrir la puerta escuché voces del otro lado.

—No recuerdo que sucedió anoche —Escuche hablar a Jungkook con una voz adormilada.

—Te trajimos aquí porque estabas a punto de caer en un coma —Escuche a la voz de Nam explicar.

—No exageres...estaba bien —Respondió desorientado— Espera, dijiste trajimos...

—SunHee vino con nosotros -Interrumpió Nam.

—!¿Que?! -Grito Jungkook sorprendido.

—Creo que ya se fue a su casa...

—No me he ido —Interrumpí las palabras de Mal mientras entraba a la habitación.

Pude ver cómo Jungkook bajo la mirado avergonzado.

—Okay...yo me iré —Hablo Nam dirigiéndose a la puerta— Mientras tanto pueden hablar.

Dicho esto salió de la habitación quedamos solos él, yo y un silencio incómodo.

—Lo siento —Comenzó a hablar aún con la mirada abajo— Lo siento si Nam te hizo venir, si quieres ya te puedes ir.

—¿Por qué lo hiciste? —Sabia la repuesta pero rogaba que dijera que no fue por mi.

Pude ver como levanto su rostro, me dolió, ver como me miraba me dolió.

En sus ojos se podía ver una tormenta de emociones pero la que más predominaba era tristeza.Al verlo así no pude evitar llorar.

Lo que hizo que el también llorara, hace un año no nos veíamos pero mi corazón latía tan fuerte como la última vez.

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