•Capitulo 12•

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Jungkook

Pensé que no iba a venir, sinceramente estaba a punto de irme cuando la ví llegar y inmediatamente corrí a abrazarla, estaba muy emocionado y feliz porque había venido.

Le agradezco a Dios el no haberme ido antes, pues lo pensé varias veces pero no lo hice pues ahora la estaba besando en su auto.

Cuando nos separamos pude ver cómo sus labios están hinchados lo que me hizo querer besarla nuevamente pero no quería presionarla así que no lo hice.

—No quería que me besaras, con un abrazo bastaba —Le dije en un tono burlón lo que hizo que se sonrojara.

—Eres un imbécil —Dijo alejándose y recostandose en el asiento del conductor.

Me gustaba hacerla enojar se veía muy tierna cuando lo hacia.

—¿Por qué querías que viniera? —Pregunto después de unos minutos.

—Tenía planeada toda una cita —Respondí mirándola —Pero llegaste tarde.

Y era verdad había planeado toda una cita pero había sido en vano, aún así no estaba triste, lo importante es que la tengo junto a mi.

Claro que no demostré eso, al contrario coloque una cara de tristeza, sabía que le daría lastima y me volvería a besar.

—Lo siento mucho Jungkook—Dijo apenada.

—No pasa nada... —Coloque mi mano sobre el rostro con una expresión de tristeza, aún así ella no reaccionaba.

Solo se quedó mirándome con pena.

—Si me besas ya no me sentiré mal por haber arruinado todo lo que tenía planeado —Dije guiñando.

—¿No se supone que solo quieras un abrazo? —Hablo sarcásticamente.

—Solamente besame —Dije haciendo pucheros.

—Eres un manipulador Jeon Jungkook —Respondió riendo ligeramente.

Estuvimos hablando por más de dos horas, hablamos sobre estupideces mientras reíamos y nos dábamos uno que otro beso, extrañaba mucho esto, el hablar con ella por ella con horas y no cansarme, al contrario me sentía tan relajado.

Tanto así que no me di cuenta cuando ella de quedó dormida, acomodó el asiento para que durmiera mejor y me dispuse a dormir también ya era muy tarde y necesitaba descansar.

SunHee

Desperté con un terrible dolor de espalda, bueno es lo mínimo por haber dormido en un auto.

A mí lado estaba Jungkook, se veía como un angel cuando dormía, con esa expresión de calma en el rostros.Sus pequeños ojos cerrados y sus labios entre abiertos, era tan pacífico verlo dormír.

—¿Por qué me miras tanto? —Pregunto con una voz adormilada acomodándose en el asiento.

Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta cuando se despertó pensé en evadir su pregunta pero no lo hice.

—Porque eres hermoso —Respondí mirándolo fijamente.

Sabía que no se esperaba eso porque inmediatamente se sonrojó y empezó a toser.

Me parecía muy gracioso lo tierno que podía llegar a ser Jungkook, manejaba una dualidad sorpréndete.

—¿A qué se debe eso? —Pregunto sin mirarme.

—¿A qué te refieres?¿A qué te haya dicho hermoso? —Pregunte despreocupada, ví como asintió aún sonrojado.

Era muy tierno cuando se ponía tímido daban ganas de abrazarlo y nunca soltarlo.

—Porque lo eres -Respondí sin despegar la mirada se su rostro.

—Tu también lo eres —Hablo sin mirarme y escondiendo su rostro.

—¿Desde cuándo eres tan tímido? —Pregunte sarcásticamente con una sonrisa en mi rostro.

—¿No tienes hambre? —Pregunto tratando de cambiar de tema— Porque yo si.

Fuimos a desayunar y después de eso nos dirigimos a su departamento para que se bañara y arreglara.

—Sabes que es como tu casa, así que siéntete cómoda mientras me esperas —Me dijo mientras se dirigía al baño.

La última vez que estuve en este lugar no pude detallarlo bien pues está muy preocupada por Jungkook, pero ahora tenis tiempo de sobra.

Me dirigí a su habitación, él era muy ordenado y no era de extrañar que su habitación estuviera perfectamente arreglada.

Me senté en la cama dispuesta a esperarlo, al lado de esta estaba una pequeña mesa de noche, ya que no tenía nada que hacer decidí hechar un ojo, tal vez sea muy irrespetuoso de mi parte pero estaba aburrida.

En los cajones estaba lo típico, algunas cremas y relojes, no había nada fuera de lo común.Pero en el último encontré algo extraño, un cofre que estaba escondido entre todas las cosas.

Nunca espere ver lo que ví, estaba lleno de pastillas, pastillas que al principio no reconocí pero cuando las detalle supe perfectamente que eran.

—Asi que decidiste subir a mi...

La voz de un Jungkook en bata entrando por la puerta de su habitación se detuvo cuando vio lo que tenía en mis manos, sus ojos se abrieron de par en par y su cara palideció.

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