Cadáver Andante

Recuerdos y el kyuubi

Que lo disfruten...

Diez años antes:

Tsunade, tristemente, pasó la mano por los brillantes mechones rubios del niño de quince años que yacía inmóvil en su cama de hospital.

En la habitación de al lado yacía otro chico, que estaba siendo vigilado por una chica de cabello rosado, cuya expresión era similar a la de Tsunade mientras pasaba sus dedos por el cabello negro azabache.

Hace dos días, los chicos finalmente habían llegado a un enfrentamiento después de su única pelea real tres años antes. Su primera pelea terminó en desastre, dejando al rubio herido e inconsciente y al chico de cabello oscuro como un ninja desaparecido.

Durante tres años se entrenaron y nadie más que su sensei, dos de los tres legendarios Sannin, conocían el alcance de sus poderes.

Konoha había estado alerta durante años, desde el primer ataque de Orochimaru contra la aldea. Naruto y Jiraiya habían regresado a la aldea solo una semana antes de que las serpientes gigantes de Orochimaru invadieran y atacaran a los ninjas.

Los primeros informes del ataque llegaron a Tsunade cuando estaba en una reunión con Naruto, discutiendo su entrenamiento. Genma se había teletransportado a su oficina, con un palillo colgando precariamente de su boca mientras explicaba que dos de sus puertas habían sido abiertas.

Ella le ordenó que le dijera al chuunin que su primera prioridad era poner a los aldeanos a salvo y que los jounin se defendieran de los que estaban en las puertas.

Genma solo se había ido unos momentos antes de que la torre Hokage comenzara a temblar. "¡Naruto!" Tsunade había llamado mientras el edificio se movía precariamente. Su primer instinto fue proteger al niño.

La niña de quince años se movió de su posición frente al escritorio, en un instante, la agarró y saltó por la ventana cuando la torre se derrumbó.

Poniéndola de pie, vieron caer la torre, nubes de humo elevándose cuando los escombros cayeron al suelo.

"¡Tsunade! ¡Naruto!" Llamó Jiraiya, corriendo a sus lados.

Podían escuchar la risa antes de poder ver al hombre. El "Ku ku ku" que reconocerían en cualquier lugar. Una serpiente gigante se deslizó a la vista, con la cola envuelta alrededor de lo que solía ser la base de la torre, y el extremo se movió descuidadamente. Dos ninjas se pararon sobre su cabeza.

Cuando el humo se disipó, pudieron verlos claramente. El más alto de los dos tenía el pelo blanco, aunque su rostro todavía era bastante joven. El resplandor del sol en sus lentes ocultó sus ojos de la vista, pero todos reconocieron a Kabuto.

La figura más baja volvió a reír. "Ha pasado un tiempo, Jiraiya, Tsunade, Naruto". Era la cara de Sasuke, el cuerpo de Sasuke, pero la voz grave que emanaba de sus labios, esa era la voz de Orochimaru.

Naruto bajó la cabeza, apretando los puños. Llegó demasiado tarde.

"¡Tsunade-sama!" una voz llamó. Cinco Anbu se encontraban repentinamente entre ella y Orochimaru.

"¡Vamos!" ella dijo. "¡No necesito tu protección, ayuda a los aldeanos!"

El Anbu dudó antes de inclinarse rápidamente y dirigirse a varias partes de la aldea.

"¡Terminemos este Orochimaru!" Jiraiya llamó.

"Sí", dijo Orochimaru. "Finalmente es hora".

Tsunade se tensó para la batalla. Había estado esperando este momento durante mucho tiempo. "Naruto, quédate atrás", dijo, crujiendo los nudillos.