𝘾𝙄𝙉𝘿𝙀𝙍𝙀𝙇𝙇𝘼 𝙎𝙏𝙊𝙍𝙔 ✧༺ lizkook ✓

⟳ siete

¡Disfruten de las lecturas, mis amores!💗

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En camino a casa, Lisa no paraba de decirse miles de cosas por el rídiculo, y la humillación que había pasado hace unos minutos atrás. Sumándole aquello, el estrés que cargaba si no llegaba a la mansión antes de las media noche, iba a estar muerta si no lo lograba.

—¡Estabas bailando con Jeon Jungkook, Lalisa!— gritó su mejor amiga emocionada, sin quitar la vista de la carretera.

—Corrección, hice el ridículo frente a Jeon Jungkook— la miró con vergüenza.

—Estaba coqueteando contigo, Lisa. ¿Es que a caso no lo notaste?— le cuestionó mirándola por unos segundos.

—Porque es obvio que no tiene ni la remota idea de quien soy— le dijo con total obviedad. —A-aunque, ¿crees que le haya gustado?

Miró a su mejor amiga con una tímida sonrisa, Chaeyoung rió y asintió con energía, dándole la razón. Volvió a posar su mirada en el reloj, y este mostraba las 11:57 p.m.

—Acelera, acelera— le gritó a su compañera, con evidente estrés.

Chaeyoung aceleró el auto, y al cabo de dos minutos, ya estaba frente a la mansión de Eun-sang, quien justamente iba llegando en su limosina. Lisa maldijo por dentro, mientras se bajaba del auto con rapidez, sin despedirse de su mejor amiga.

Se escondió detrás de los arbustos, escuchando la conversación de Eun-sang. En un momento de distracción, corrió hacia dentro de la casa y justamente venían los tres chicos bajando las escaleras.

—Acaba de llegar, suban, suban— les dijo con el corazón a punto de salir. Los cuatro subieron las escaleras rápidamente y se adentraron a la habitación de la mayor. —Escóndanse por allá.

Corrió a buscar una bata, para ocultar el vestido que ocupaba su cuerpo, y se sentó en la cama al mismo tiempo en que Eun-sang abría la puerta. La mayor inspeccionó toda su habitación, y luego miró a Lisa.

—Al parecer terminaste todo a tiempo— habló con sospecha, mientras caminaba hacia su cama. —¿Qué haces usando mi bata?

—¿Estaba admirando la calidad?— respondió dudosa y con nervios.

Eun-sang se sentó, agotada. —Estoy harta de todo, de ti, de mi mala suerte... soy como tú ahora, una don nadie.

Lisa miraba a los lados, sin saber que decir, y abrió la boca sorprendida cuando la cabeza de Eun-sang cayó en su regazo, dormida y débil. Los chicos aprovecharon aquel momento para salir de la habitación corriendo.

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Jungkook caminaba junto a su mejor amigo a lo largo del pasillo, junto con la hoja que aquella misteriosa chica había dejado caer en su fiesta. No había podido pegar el ojo en los últimos días por pensar quien era ella y cuál era el significado de esa canción media escrita.

Y eso no era todo, todo el colegio se estaba preguntando quien era la misteriosa mujer.

—Quien quiera que sea, es una estúpida— le comentó Yiren a su hermana.