Cap. 4 (sorpresa)

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-Claro que sí, pero ¿y la escuela?

-Tú no te preocupes por eso, ya me encargo yo, oye nuestros padres estarán ocupados, tal vez no te llamen –mordí mis uñas.

-está bien –dijo despreocupado.

-Hablamos luego hermanito, te quiero –me despedí.

-Yo más –contestó y termine la llamada.

Baje las maletas y espere a los chicos en la pequeña sala de la cabaña, luego de unos minutos de esperar, por fin llegaron, Ben fue el primero en notar las maletas, porque me miro a mí y luego las maletas un par de veces.

- ¿A dónde vas? –su voz hizo que todos miraran mis maletas.

-Tengo que volver, mis padres están en coma y mi hermanito todavía no lo sabe –solté un suspiro.

No paso mucho tiempo antes de que tuviera a todos abrazándome y mostrando su apoyo.

45 minutos después me encontraba en un avión, regresando a mi antigua casa.

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Luego de unas horas de viaje por fin pude bajar del avión, cuando Sali del aeropuerto todos me miraba y fue cuando me di cuenta de que tenía el uniforme militar, ignoré a todos y me subí a un taxi.

-Buenas tardes, señor –salude.

-Buenas tardes jovencita ¿A dónde se dirige? –se escuchaba amable.

Le di la dirección y por el camino fuimos platicando, al parecer se llama Manuel, está casado con Laura y tiene una pequeña de 9 años que se llama María pero que últimamente ha estado muy enferma, los médicos dijeron que tiene leucemia, pero ellos no tienen suficiente dinero para el tratamiento, por lo que su esposa tuvo que volver a trabajar estando embarazada y él tiene 3 trabajos, pero ya sé cómo puedo ayudarlo.

-Señorita llegamos –aviso.

-Gracias –le pague, pero antes de bajarme saque 2 tarjetas –Manuel, llama a este número, es un doctor amigo mío, me debe unos cuantos favores, dígale que va de parte de Samantha Adams, que se comunique conmigo cualquier duda y la otra tarjeta es mi número de teléfono, quiero que me mantenga informada de los avances de la bebita y si necesita algo no dude en decírmelo –le sonreí

Manuel de la nada comenzó a llorar.

-Gracias, señorita, gracias, gracias, que Dios se lo pague –dijo llorando

-No se preocupe, solo le pido algo a cambio.

-Lo que quiera –se limpió las lágrimas.

-Ahora mismo mis padres están en coma, yo solo vine por unos días, tengo que llevarme a mi hermano y volver a la academia, pero cuando vuelva me gustaría conocer a la niña –sonreí.

-Claro que si señorita –sonrió ampliamente –si alguna vez la puedo ayudar en algo no dude en decírmelo.

-Claro, cuídate y no dejes que tu esposa trabaje en ese estado.

Baje del taxi con la satisfacción de haber ayudado a alguien que lo necesitaba, entre a mi casa, fui a mi habitación, me duche, me cambie de ropa, y luego me dirigí a la casa de Hailey, se supone que Sebas esta con su hermano, me emociona el hecho de que me vuelva a encontrar con mi mejor amiga.

Toque la puerta y me abrió la mamá de Hailey.

-Tía Hilary –Sonreí.

- ¿Sam? Por Dios estas hermosísima –me abrazo --¿viniste por lo de tus padres? –preguntó.

LA NERD MILITARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora