El Alma Perdida de Xiao XingChen (Songxiao)

La Voz De La Brisa

Song Zichen caminaba lentamente y sin rumbo fijo, miraba aún, con marcada melancolía, las dos pequeñas bolsas atrapa espíritus, que cargaba en su cintura con la mayor delicadeza. Su largo cabello ondulaba junto al ritmo de la suave brisa, sus túnicas negras seguían, de alguna manera, impertérritas ante el paso del tiempo, todavía limpias y audaces, tanto, que de no ser por la piel violácea parecería un vivaz y orgulloso cultivador,
Shuanghua y Fuxue colgaban juntas en su erguida espalda, ambas, rozandose con tal armonía que daban la impresión de nunca haber sido separadas.

“Zichen, acaso no puedes escucharme? Daozhang Song por qué tu mirada está tan apagada, Zichen, aún, ¿aún no me has perdonado? ¿por qué no hablas?”

Song Lan detuvo su marcha, su corazón ya no latía, en su cuerpo no había agua o sangre fresca, su aliento hace años se había extinguido. Pero en ese instante, las suaves gotas de lluvia, que anunciaban una tormenta, rodaron por sus mejillas, Song Zichen no podía llorar, ni sentir, pero el mundo podía reflejar su sufrimiento, aquel cadáver se detuvo en seco, por qué, en lo profundo de su corazón marchito, Song Lan, creyó escuchar la voz del alma dispersa de Xiao XingChen.

Los aldeanos miraban atónitos al forastero, un pueblo tan pequeño como lo era WuSheng nunca había tenido un invitado tan peculiar, era tan pálido que preocupaba, lo rodeaba una gracia de inmortal, sin embargo, esparcia un halo de amarga soledad. Con dos espadas colgando a su espalda y profundos pero fríos ojos negros, dejaba a su paso no miedo, sino pesar. Una joven de apariencia animada se acercó a Song Zichen con cuidado, Le sonrió y comentó vivazmente.
-Querido joven maestro, ¿está buscando una posada? , al final de esta calle está la mejor del pueblo, puedo guiarlo, trabajo allí.
La joven extendió una mano pícara para apretar con discreción la manga de Song Lan, sin embargo, con un fugaz movimiento Song Zichen evitó el roze y desvainó a Fuxue. La doncella asustada retrocedió pocos pasos, pero enseguida volvió a acercarse.
- Oh, que pena que un joven tan apuesto no pueda hablar, realmente una desgracia, entiendo, te guiaré a la posada, Sígueme, Daozhang Song.

Después de hacerse entender Fuxue volvió con rapidez a su vaina y Song Lan siguió a la joven dama dejando en el camino una caligrafía virtuosa que a más de un aldeano dejó anonadado.
-Sabes, no debes salir de noche Daozhang, ya han muerto quince hombres de por aquí, al parecer en aquella montaña que ves a lo lejos recide un terrible mounstro, he visto y guiado a muchos cultivadores, claro, ninguno tan guapo como tú, pero ninguno a regresado, bah, es aterrador.
Song Lan alzó la mirada, una pequeña ladera se alzaba a lo lejos, con pocos rastros de energía demoníaca. Llegado a la posada esbozó una reverencia en agradecimiento y subió a un pequeño cuarto, claramente no pudo con las escaleras y para sorpresa de todos terminó saltando del jardín a la ventana más cercana. Se sentó en la mesa y acomodó las bolsitas con delicadeza, por horas estuvo observándolas sin parpadear siquiera, hace ya un año que había abandonado ciudad Yi y por fin aquellas bolsas irradiaban un suspiro de energía espiritual. Cuando la luna estuvo en su  punto más alto, salió en silencio de la posada,con grandes saltos llegó en un momento a la ladera sin nombre de los rumores.
Una gran serpiente se alzó de la nada a su lado, Fuxue fue desvainada en un segundo y la cabeza del animal rodó por la tierra.

“Zichen, vaya, puedo percibir a una serpiente medidora, nunca ha sido rival para ti, pero al parecer tu habilidad y gracia con la espada solo aumenta sin control con el tiempo, Daozhang Song, por qué no me escuchas, por qué no respondes. ”

Fuxue cayó al piso, Song Lan con rapidez se arrodilló en la graba y sobre una piedra apoyó las dos bolsas, con cierta desesperación, Song Zichen empezó a hacer ruido con sus palmas y recogió del suelo su espada para escribir en la tierra blanda, pero ninguno de sus aturdidos intentos llegaron al alma débil de Xiao XingCheng. Con rostro impertérrito Song Lan colocó de nuevo con cuidado las bolsitas atrapa espíritus en su cintura y guardó a Fuxue, con pasos lentos le dió la espalda a la ladera y desapareció en la espesa niebla mañanera. Antes de fundirse con la bruma, en su rostro tieso se logró asomar, a duras penas, el atisbo de una sonrisa soñadora, no podían comunicarse, pero en años, al fin volvía a escuchar la voz de su querido amigo, de su único amor.
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Hola, este es el primer capítulo, sus comentarios me ayudarían mucho, gracias por leer espero me sigan acompañando.. ☺️

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