La Historia Tras Bambalinas

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Song Lan se asentó por unos meses en aquel pueblo, después de todo, allí, A-Qing había restaurado su alma y la bolsita de Xiao XingChen también había mostrado señales.

Daozhang Song salía todas las tardes justo en el ocaso hacia la montaña sin nombre, siempre estaba llena de bestias y demonios, además de personas inocentes que quedaban atrapadas en aquel revuelo, por eso Song Lan siempre llegaba a dicho lugar. Esa tarde la montaña estaba más tranquila de lo normal y durante todo el recorrido Song Lan solo terminó con unos cuantos demonios de montaña y cadáveres feroces, nada problemático, aquella montaña estaba llena a desbordar de energía resentida, tenía un pasado incierto pero en extremo sangriento y mortal, normalmente vagaban grandes grupos de cadáveres feroces, pero esa tarde fue tranquila, tan pacífica como la calma antes de la batalla final. Seguramente Song Zichen había hecho un buen trabajo con la caza nocturna y logró purificar un poco el lugar.

Con el primer atisbo del alba Song Lan emprendió el camino de retorno, no necesitaba dormir, no se cansaba, no necesitaba comer, pero seguía adepto a una rutina estricta, parecida a la de su templo, en consecuencia, llegaba todas las mañanas a la misma hora, para fingir comer.
En los límites de la montaña, sentada en una roca, se encontraba una joven doncella de ojos esmeralda y cabellos trenzados. Apenas MingXi divisó a Song Zichen corrió hacia él, esta vez, no lo intentó tocar en absoluto, solo se acomodó a su lado y dijo emocionada entre sonrisas.

-Daozhang Song, hoy saliste más temprano, gracias a ti las muertes de los aldeanos y viajeros se han reducido mucho, gracias por eso, ahora incluso caminar los alrededores a altas horas de la noche es seguro.

Song Lan miró a la niña con detenimiento, su personalidad, era muy parecida a lo poco que pudo ver de A-Qing, ciertamente, llegaba a ser acogedora, aún así Song Zichen desvainó a fuxue y trazó en la tierra.

“No puedes salir de noche, aun hay muchos peligros, no me esperes en el límite de la montaña nunca más”

La sonrisa de MingXi se desvaneció, pero ella estaba decidida a esperar a Song Lan todas las mañanas, era su único escape y si tenía suerte, Song Zichen podría enseñarle y sacarla del embrollo que la angustiaba. Todos los días siguió sentada al borde de la montaña.

Cierto día, a la luz de la aurora Song Zichen abandonó Wusheng para ir de nuevo a ciudad caiyi, cada dos semanas Song Lan emprendía el largo viaje, para que Lan Wangji Le ayudara a hablar con A-Qing. MingXi conocía muy bien el hábito y durante los días que Daozhang Song se iba, ella seguía esperando al borde de la montaña su regreso, que era siempre por el mismo camino.
Ese día no fue diferente Song Lan se fue a ciudad Caiyi y la doncella lo acompañó hasta la montaña por costumbre. Allí Song Lan escribió en la tierra.
“MingXi, cuando salgo me voy por una semana espérame en el pueblo, aquí es peligroso”

La joven no cabía de la felicidad al leer aquellos caracteres tan firmes en el suelo, al fin Song Lan la había aceptado, al menos, que lo esperara cuando salía. Dichosa asintió con vehemencia y observó hipnotizada a Song Zichen esfumarse como el viento. MingXi había notado la peculiaridad de aquel cultivador en el que ponía sus esperanzas.

Al llegar a casa, la doncella recogió del suelo, un pequeño libro, tenía papel de alta calidad, una hermosa portada llena de ilustraciones y letras grandes, pulidas y elegantes. Era un libro que enseñaba a leer. La joven se dejó llevar por un arrebato de nostalgia y recordó cuando vivía en un mundo diferente.

-Sabe mi señor, dicen que en ese burdel hay una mujer de lo más hermosa, muchos hombres están esforzándose locamente para comprar su libertad. Es refinada, toca pipa de manera virtuosa, dibuja espléndidamente y se expresa con las palabras más refinadas y aún así no sabe leer ni escribir, perfecto, así no entiende más de lo que se necesita y se dedica solo a servir, la conocí el otro día y es realmente encantadora. No quiere conocerla mi señor?

El hombre alto y bien vestido, que escuchaba a su lacayo, entrecerró sus ojos y formuló una sonrisa maliciosa, pintando su rostro refinado de lujuria. Con voz suave respondió.

-Me encantaría conocerla. Soy el hombre más rico del pueblo, también el más hermoso y ninguna doncella de las que hay por aquí me ha cautivado, veamos que tal esta.

El lacayo sonrió de oreja a oreja y lo llevó al burdel. Allí los jóvenes solteros del pueblo se apilaban para conseguir una noche con MeiRen, todos querían experimentar el placer del que se hablaba por norte, sur, oriente y occidente. Shen CanKu se abrió paso entre la multitud y reservó, con la influencia de la familia Shen y mucho dinero, una noche con MeiRen. No tuvo paciencia y apenas pagó corrió a la habitación acordada.

Al entrar, sus pupilas se dilataron levemente por la maravillosa vista. Una joven de entre diecisiete y veinte años estaba sentada sobre el diván, con un hanfu largo que dejaba sus pechos descubiertos y sus blanquecinas piernas a la vista, el rojo carmín de la tela transparente resaltaba los labios delgados pero vivaces de la dama y con ellos su pelo largo, suelto y negro cobraba vida, creando un color tan intenso como el del carbón. Los dedos suaves de MeiRen bailaban a compás lento en la pipa, dejando a su paso límpidas notas de una melodía erótica, que acompañaba con una voz tenue y provocativa. CanKu no pudo resistirse a aquella sensualidad desbordante y se avalanzó sobre ella enseguida.

Desde aquel día Shen Canku siguió visitando todas las semanas a MeiRen, se había enamorado tanto de esa mujer tan hermosa y refinada que hasta le enseñaba a leer y escribir. Pero, ella era una concubina y él un importante señor, pocos meses despues de su primer encuentro Shen CanKu se casó con una doncella apropiada y abandonó a MeiRen con una hija gestando. Así contaban la historia en el pueblo natal de MingXi, apenas la veían a ella correr de un lado para otro mientras su madre atendía su trabajo, las personas de alrededor cotilleaban sobre el mismo relato a la par que sentían lástima por la niña, que había salido, más hermosa que su madre.

Aquel libro que le traía tantos recuerdos y que todavía sostenía con fuerza en sus brazos mientras retenía las lágrimas, era un regalo de su padre a su madre y con el cual, tanto MeiRen como ella, habían aprendido a leer.

Al siguiente día, a pesar de que Daozhang Song no volvería hasta pasado una semana, MingXi volvió a sentarse al pie de la montaña.
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- La imágen no me pertenece, créditos a su respectivo autor.
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Hola~~
Perdón por no actualizar por tantos días, el colegio esta insoportable y estaba muy cansada para escribir, aún así, hoy espero poder subir un capítulo más.

Gracias por llegar hasta aquí y seguir con la historia 💕💕💕

Anime_2808

El Alma Perdida de Xiao XingChen (Songxiao) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora