Clóset (Shownu X Hyungwon)

¿Qué se siente ser gay?

Hyungwon estaba sentado en el sofá, con la consola de video conectada al televisor y la pantalla emanando luces intermitentes con cada disparo.

Ya era el tercer día que estaba enfrascado en el juego, Shownu lo miraba desde la puerta de su habitación. No era común que Hyungwon estuviera tanto tiempo jugando, el juego debía ser bueno o... Tenía algo en la cabeza que no lo dejaba  tranquilo y quería distraerse.

—¿Es entretenido?—. Tomó asiento a su lado después de pensarlo un rato, levantó la manta que su compañero traía puesta y se cubrió con ella también. El clima era algo frío y solo traía puestos sus calzoncillos.

—Es algo monótono, ya lo terminé tres veces.

—¿Y por qué lo sigues jugando?

—Me ayuda a pensar.

—¿Sobre qué?

Hyungwon se quedó callado un minuto, puso pausa a la partida y miró a Shownu, luego al suelo antes de cubrir su rostro.

—Yo... Terminé con mi pareja.

—Pero si eso no es problema, puedes conocer a otra chica. Te haré una cita a ciegas, estoy seguro que...—. Se vió intervenido por Hyungwon.

—No es necesario. Tengo... Necesito tiempo para procesarlo.

—Cuando estés mejor, solo dime.

Hyungwon asintió, a pesar de su amistad había cosas que le reservaba a Shownu. No porque fuera a contarlo o algo por el estilo, él era muy callado regularmente.
Era solo porque temía que lo juzgara mal, que no pudiera comprenderlo y tuvieran conflictos. Porque era el amigo que más valoraba.

—Iré a correr, ¿Quieres que compre algo para desayunar?—. Shownu se incorporó del sofá, su piel morena se erizó por la sensación del frío.

—Lo que quieras comer está bien para mí.

—De acuerdo.

Cuando Shownu se fue apagó los dispositivos y caminó directo al baño. Se dió una ducha lenta, el agua golpeaba su espalda mientras su mente volvía a repasar la escena.

Hoseok serio, frente a él. Hyungwon cubierto con su abrigo y la bufanda en su cuello, sus manos estaban heladas.
Finalmente el más bajo abrió la boca dejando salir un halo de vapor, el corazón de Hyungwon tembló.

—No quiero mentirte, eres una buena persona. Yo... Disfruté mucho contigo pero...

—Tu... ¿Tu tienes a alguien más?

—No es eso—. Mordió su labio, nervioso— No sé cómo decirlo, pero ya no me siento cómodo contigo. Ya no se siente igual, y es como una rutina...

—Te aburro.

—Necesito alguien que me diga el ritmo. No a alguien a quien deba arrastrar...

—Esta bien. No hay problema—. "Solo mi corazón enamorado" pensó para sí.

—Lo siento mucho Hyungwon. Gracias por todo.

Se fue con el inicio de una nevada, la primera nevada. Tan frío como ese día, le parecía extraño como una persona podía ser tan cálido como el sol en el verano y de un día al otro simplemente cambiar.

Lo que no era extraño era que lo dejaran por la misma razón, porque él no podía seguir una rutina activa. Porque solo lo buscaban para sexo.

—Estoy de vuelta. Traje teobokki y algo de carne, ¿Hyungwon?—. Se puso las sandalias y entró a la cocina a dejar las cosas. Escuchó una puerta abrirse y al girar vió a Hyungwon con el cabello atado en una coleta y una pijama de franela.