Capitulo 13🔥

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"Nunca has oído el dicho: Los Psicópatas nacen, los Sociópatas se Hacen"

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Lucy. 

¿Qué sucede cuando un monstruo te crea? Es algo que me pregunte desde los siete años, ¿Qué te hace normal, anormal, dañada, defectuosa? ¿Los demás están locos o soy yo la loca?

Mi realidad era diferente a las de otras personas. Mi única esperanza de sentirme normal, era mi melliza Leila. Lamentablemente no pude crecer junto a ella, pero siempre nos enviamos cartas. Ella se encuentra en estos momentos en Alemania, yo sigo en Francia con mi Madre y mi Madrina.

Me dejaban a cargo algunas veces de Lucio, era un guardaespaldas personal que puso mi Madre. Ella era una mujer grandiosa, a pesar de sus perdidas de memoria en algunas ocasiones, yo la admiraba.

Me dejaron a cuidado de Lucio, no fue una gran idea, él por las noches cuando me acostaba, me tocaba y besaba. Por un momento creí que esta bien, él siempre de decía "Bonita", llegue a pensar que por ahí yo le gustaba, aunque aun sea pequeña. Hasta que esto se fue torciendo y cada vez iba pasando a mayores casos, empezó a violarme. Me amenazaba con su revolver para que no diga nada o asesinaría a mi Madre y Madrina.

Cuando mi Madrina y Madre volvieron de viaje me encontraron callada, ya no era la misma, no quería hablarlo con nadie y todas las noches eran gritos y llantos míos al recordar lo que él me hacia. Nadie me entendía y me llevaron con mi melliza y mi Padre.

Leila descubrió mis marcas en el cuerpo y le contó a nuestro Padre, él comenzó la cacería y puso un precio por la cabeza del bastardo. Tardaron tres años en encontrarlo, me llevaron al sótano de la mansión de Alemania, Lucio estaba ahí todo ensangrentado, escupía sangre, su cara estaba hinchada por los golpes.

Padre lo había golpeado demasiado, Leila sonreía al verlo sufrir, yo tenia temor por dentro pero no podía evitar sonreír al verlo así. Padre se agacho para estar a mi estatura y me dio su navaja.

—Acábalo Princesa —susurra en mi oído.

Leila me miro en desaprobación.

—Lo haré —me acerque a Lucio para que me mirara de cerca —. Esto es por todo lo que me hiciste maldito bastardo.

Y desde ese día, me fui dejando llevar por mis sentimientos, a la hora de asesinar a bastardos como él.

Cuando cumplimos catorce años con Leila, mi Madrina nos llevo a Estados Unidos junto con mi Madre, a su mansión lejos la ciudad de Nueva York.

Cuando llegamos había una niña jugando en el Living con un oso de peluche negro, botones como ojos y llevaba puesto un mini traje negro con una corbata azul. Madre y mi Madrina se fueron a su oficina y con Leila nos quedamos viendo a esa niña.

—¿Tú rubia, como te llamas? —. Pregunto, seria cruzando sus brazos Leila.

Celine —contesta tímida la niña aferrándose al oso.

Pasamos ese año juntas las tres, a través  del teléfono de mi Madrina conseguimos ubicaciones de unas familias donde habían violencia de genero y abusos de menores. Íbamos en las noches y nos metíamos en esas casas, veíamos como dormían y le dimos descanso eterno, cortándole el cuello a todos en la primer familia, también asesinamos a los niños, algo con lo que no estuve de acuerdo pero Celine y Leila tenían razón, no debíamos ser torpes y dejar cabos sueltos.

𝗢𝗌𝖼𝗎𝗋𝖺 𝗧𝖾𝗇𝗍𝖺𝖼𝗂𝗈́𝗇 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora